30.6.17

frases de “Yo, Daniel Blake”



-¿Tiene alguna dificultad significativa para comunicar un mensaje simple a desconocidos?
-Sí, sí... ¡es mi maldito corazón! Se lo estoy tratando de decir, pero no me escucha.
-Sr. Blake, si continúa hablando así, eso no será de mucha ayuda para su evaluación.

-¿Disfrutaste del pollo Tikka Masala?
-¿Cómo supiste eso?
-¡Porque la huelo, carajo! ¿Cuántas veces te dije que no dejes basura apestando todo?

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Lo sentimos, pero todos nuestros operadores de Servicio al Cliente están ocupados. Por favor espere y atenderemos su llamada.

-Veo que sólo obtuvo 12 puntos, señor. Necesita 15 para que le den un subsidio.
-Ah... puntos, ¿así se manejan?
-Lo siento señor, pero según nuestra profesional de la salud, usted está apto para trabajar.
-¿Así que ella sabe más que mi médico, mi cirujano, y el equipo de Fisioterapia? Bien... yo quiero apelar.
-Perfecto. Pero primero debe solicitar una reconsideración obligatoria.
-¿Y eso qué demonios significa?
-Significa que el tomador de decisiones lo reconsiderará, y si llega a la misma decisión, entonces podrá apelar.
-Bien, anóteme para eso entonces.
-De acuerdo, señor. Pero deberá esperar que el tomador de decisiones se comunique con usted.
-¿Por qué?
-Para que él le diga cuál es la decisión.
-¡Pero eso ya está decidido!
-Sí. Pero se supone que recibirá la llamada, antes de la carta.
-¿Por qué? ¿Va a cambiar de opinión?
- No. La llamada es sólo para discutir su decisión.
-Bien, yo sé cuál es la decisión. Tengo la carta delante. ¿Quiere que se la lea?
-Pero el debió llamarlo antes a usted
-¡Pero no lo hizo!
-Pero debió hacerlo.

Escuche... si usted me da un terreno, yo le construyo una casa. Pero no sé nada de computadoras.

¡Otra vez...! Esto lo escucho siempre por teléfono: “Todo está digitalizado”. ¡Yo funciono a lápiz!

-Oiga, ¿qué pasa si no puedo usar computadoras?
-Hay un número especial, si usted es disléxico.
-Bueno, ¿me lo puede dar? Con las computadoras soy disléxico.
-Puede encontrarlo en Internet, señor.

Es todo lo mismo. No quiero escucharla más. Es siempre lo mismo.



Ahora ya puede volver a su escritorio y dejar que ella se inscriba. ¡Y haga el trabajo para el que le pagan los contribuyentes! ¡Es una maldita vergüenza!

Aunque sea lo último que haga, voy a hacer de esto un hogar.

-¿Cuál es la diferencia?
-Sí, ¿cuál es la diferencia entre las dos?
-Parecen iguales.
-Exacto, hermano. La diferencia es que éstas me costaron 150 libras en la calle principal. Y voy a vender aquéllas a 80 libras.

Mira estas zapatillas, Dan. Son el futuro, basta de trabajos basura.

Entra a la oficina. Estás sentando un precedente. Es inaceptable...

-Aprieta ese botoncito de ahí, Bill Gates.
-¿Cuál? ¿Éste?
-Ése de ahí. “Enviar”.
-¡Ja! Los días de mierda que me costó poder solucionar esto...

-Dan, te van a cagar, te lo advierto. Te lo van a hacer lo más jodido que puedan. No es un accidente: es el plan. Conozco muchos que dejaron de pelearla.
-Bueno, eligieron mal si pensaron que yo me voy a rendir.

¿Qué mata más personas, los cocos o los tiburones?



-La pelota. Le gusta jugar, ¿no?
-Bueno, empezó en el albergue donde sólo teníamos una habitación pequeña.
-¿Y por qué lo hará?
-Creo que extraña a sus amigos. Pero también lo hace cuando está enojado. Nadie lo escucha. Entonces, ¿por qué va a escuchar a los demás?

-¿Fuiste soldado, Dan?
-¿Si fui soldado? Yo fui algo más peligroso. Fui carpintero.

Diez segundos. Diez cortos segundos. Eso es lo que un típico empleador pasa hojeando un CV. Es un hecho.

-Costa Coffee publicó ocho empleos. ¿Saben cuántas solicitudes recibieron para esos empleos? Más de 1.300. Es un hecho. Entonces, ¿qué quiere decir eso?
-Que deberíamos tomar más café, maldición.

-Pero si sabes contar, es obvio que no hay suficientes vacantes. Es un hecho.
-Sí, bueno. Tú estarás en el fondo de esa cola, ¿no?

Para aquellos que vivimos en el mundo real, lo que eso significa, es “ustedes deben destacarse de la multitud”. Háganse notar. Sean inteligentes. Con mostrar nada más que tienen habilidades, no es suficiente hoy en día. Ustedes tienen que probar cuán competitivos son, cuán dedicados.



Tienes bastante experiencia y tengo que serte honesto: estoy harto de jovencitos. La mitad de las veces ni aparecen. Y cuando lo hacen, no mueven un dedo.

Querida, ¿estás bien? ¿Qué estás haciendo?

Es que tengo mucha hambre. Está bien. No me mires.

Katie, escúchame: no es tu culpa. Es asombroso todo lo que has hecho. Te arrojaron aquí, sola, con dos chicos. No tienes nada de qué avergonzarte.

-Entonces, ¿para qué entregas tu CV si no buscas trabajo?
-Porque es la única forma de conseguir subsidios, ¿sabe?
-¿Subsidios? ¿Así que prefieres un subsidio en lugar de un trabajo decente? ¿Sabes? Creía que eras un buen tipo.

Mira, si tienes problemas y necesitas dinero, te puedo ayudar. Seguro que puedo ayudar a una chica bonita como tú.

Dan. La respuesta es: los cocos.

Ella decía que su cabeza era como el océano. En completa calma, y luego, feroz. Nunca sabía qué iba a hacer después. La música la aliviaba. Pero después, se estrellaba contra las rocas. “¿Adónde navegaremos esta noche, Dan?”. Era nuestra pequeña broma. Las últimas palabras que me dijo fueron: “Quiero navegar lejos, Dan, con el viento a mis espaldas. Es lo único que necesito, Dan”.

-¿La extrañas?
-¡Daisy!
-Está bien. Estaba loca. Era un trabajo duro. Pero la amaba muchísimo. Me siento perdido sin ella, realmente.



-Cuando regreses a todos esos libros, vas a levantar vuelo.
-No puedo ni mirarlos, Dan. Realmente me alteran.
-Tienes que seguir resistiendo.
-Sí.
-Estás haciendo que tus hijos se sientan orgullosos. Quiero decir, todos necesitamos el viento a nuestras espaldas de vez en cuando.

-¿Cómo sé que realmente ha estado en contacto con todos estos empleadores?
-Bueno, caminé por toda la ciudad. Entregué mi CV en mano.
-Bueno, demuéstremelo.
-¿De qué modo?
-Bueno, ¿tiene algún recibo? ¿Tomó alguna foto con su celular?
-¿Con esto? Le doy mi palabra que eso es lo que hice.
-Eso no es suficiente Sr. Blake.

Así que no llores. No quiero que llores. Voy a ayudarte. Conozco el problema.

-¡Oh, no, Dan!
-Katie, ¡no tienes que hacer esto!
-No deberías verme así como estoy.

-Dan, por favor... ¡no quiero que estés aquí! ¡Por favor, vete!
-Te armé una biblioteca.
-¿Qué?
-Para tus libros.

Tengo 300 libras en el bolsillo. Puedo comprar fruta fresca para los chicos. Si no puedes soportarlo, no puedo verte más. Tengo que volver adentro. ¿Entiendes? No quiero hablar más contigo. Y no me demuestres más cariño. Porque me vas a hacer pedazos.

Es una farsa monumental, ¿verdad? usted ahí sentada, con su amistosa etiqueta identificadora en el pecho, Ann... enfrente de un hombre enfermo que busca empleos que no existen y que, de todos modos, no puede aceptar. Desperdiciando mi tiempo, el de los empleadores, el de usted. Y todo lo que se logra es humillarme. Derrumbarme. ¿O se trata de eso, para sacar mi nombre de esas computadoras? Bueno... ya no buscaré más. Ya tuve suficiente.

-Por favor no haga esto. Ya he visto esto antes. Buenas personas, gente honesta, en la calle.
-Gracias, Ann. Pero cuando se perdió la dignidad, se perdió todo.

“YO, DANIEL BLAKE, EXIJO MI CITA PARA AYUDA SOCIAL ANTES DE QUE MUERA DE HAMBRE. Y QUE CAMBIEN ESA MÚSICA DE MIERDA EN LOS TELÉFONOS”



-Esto ya se fue de nuestras manos. Vamos a tener que llamar a la policía, hombre.
-Bueno, si ustedes hubieran hecho su trabajo como corresponde, yo no hubiera tenido que recurrir a esto.

-¿Te puedo preguntar algo, Dan? ¿Nos ayudaste a nosotros?
-Supongo que sí.
-Entonces, ¿por qué yo no te puedo ayudar?

-¿Tienes alguna pregunta?
-Bueno, hay una o dos cosas que quiero sacarme de adentro. Pero, ¿escucharán?
-Es lo menos que pueden hacer.

Míralos. Es curioso. Tienen mi vida en sus manos.

A esto le dicen “funeral de pobre”. Porque es el horario más barato, a las 9:00. Pero para nosotros, Dan no era pobre. Nos dio cosas que no se compran con dinero. Cuando murió, encontré esto que llevaba encima. Siempre escribía todo con lápiz. Y él quería leerlo en su apelación. Pero nunca tuvo la oportunidad de hacerlo. Y les juro que este hombre adorable tenía mucho más para dar... Pero el Estado lo condujo a una muerte prematura.

No soy un cliente o un usuario de servicios. No soy un haragán, un parásito, un mendigo o un ladrón. No soy un número de la Seguridad Social o un punto luminoso en una pantalla. Pago mis deudas. Nunca un penique menos. Y estoy orgulloso de proceder así. No me siento inferior a nadie, sino que miro a mi vecino a los ojos y lo ayudo si puedo. No acepto ni busco la caridad. Mi nombre es Daniel Blake. Soy un hombre... no un perro. Como hombre que soy, exijo mis derechos. Exijo que se me trate con respeto. Yo, Daniel Blake, soy un ciudadano. Nada más y nada menos.

29.6.17

una razón de dignidad


YO, DANIEL BLAKE
data: http://www.imdb.com/title/tt5168192

Historia sencilla sin dobleces, como el protagonista, un carpintero viudo, solidario, frontal y mal hablado, que se pierde en los vericuetos de la burocracia inglesa para conseguir un subsidio por invalidez. Acorde al estilo de denuncia social, típico del cine de Ken Loach, su director, el guion de Paul Laverty describe la indolencia para otorgar lo que es un derecho. Pero Daniel Blake no es una víctima, porque él mismo ha decidido no serlo. Daniel se pone de pie y exige lo que es privativo de todo ser humano: ser tratado con respeto y dignidad.

“Yo, Daniel Blake” es una historia de la clase media, pero de una clase media sumergida en el capitalismo global de este tiempo. Los acuerdos de posguerra que establecieron cierta certidumbre a la clase trabajadora, hoy están hechos trizas. Y la sociedad se volvió un lugar complicado, con seres compitiendo por puestos que no alcanzan para todos y con la desidia de un gobierno conservador que ha elegido cansar a los que solicitan una ayuda. Ken Loach no busca una respuesta a esta situación. Sólo describe. Sólo denuncia.



Sin embargo, Daniel Blake tiene una respuesta a ese mundo hostil que le toca vivir en el final de su vida. Es la solidaridad. Blake lidia con su problema pero también con el de Katie, madre sola con dos hijos, que cae junto a él, en la rueda trituradora de la maquinaria de asistencia social. Blake y su caja de herramientas muestran que es un hombre útil, productivo, capaz aún de arreglar una casa y transformarla en un hogar. Pero este hombre no tiene un lugar en la sociedad actual. Y ésa es la auténtica tragedia que retrata Ken Loach.

La clave de “Yo, Daniel Blake” es la indiferencia. Blake clama. Pero encuentra del otro lado gente que no quiere escuchar. Gente que no lo escucha. No hay manera de resolver las demandas de Blake porque el sistema tiene un objetivo: desalentar; complicarle la vida a quiénes debería solucionarle sus problemas. La forma que Blake lidia con la seguridad social británica nos recuerda a las pesadillas del mundo de Kafka. La apelación a un protocolo, como algo superior y ajeno a la comprensión del común, es una constante en cada oficina donde Blake pena con su pedido. No es que nadie escuche; es que nadie quiere escuchar.



Tal vez allí esté la tragedia de esta época: demasiada gente sin querer escuchar los problemas de los otros por demasiado tiempo. Hay otra tragedia: la sociedad no valora a las personas por lo que pueden crear, por su habilidad para mejorar el mundo. Katie sueña con terminar sus estudios: pero con dos niños a cargo, la sociedad le dará sólo una chance infame para ganarse la vida. La biblioteca que Blake construye con sus manos, es un símbolo de un mundo que se fue, un tiempo en que una persona honesta podía ganarse la vida con su esfuerzo.

Las palabras finales de Daniel Blake nos revelan su postura en la vida, desde su simplicidad de carpintero: “Soy un hombre... no un perro. Como hombre que soy, exijo mis derechos. Exijo que se me trate con respeto. Yo, Daniel Blake, soy un ciudadano”. Porque, como también sabe decir Blake al burócrata de turno, cuando se pierde la dignidad, se pierde todo.



En esta historia de la clase obrera en ruinas, Ken Loach roza (tal vez sin quererlo), otra tesis más profunda: la dignidad es un bien esencial. Sin ella, podremos sobrevivir, lo que no significa que no hayamos muerto con su pérdida.

Nadie mejor que Dave Johns para personificar a este tierno protagonista. Sólo verlo en las primeras escenas y nos hacemos una idea de cómo es el personaje, de esa transparencia ética que logra sólo con mirarnos de frente. Hayley Squires se destaca como Katie. Y hay una escena que guardamos en el arcón de los recuerdos: la situación de Katie con el pote de salsa, en el banco de alimentos.

Mañana, las mejores frases.

28.6.17

la procesión de los cien fantasmas

Hacía tiempo que Tosa Mitsunobu deseaba retratar el Hyakki Yakō (la fantasmal procesión, o desfile, de los cien espíritus), cuando oyó hablar de un monje peregrino que se había encontrado con esta espectral comitiva mientras pernoctaba en las ruinas del viejo templo llamado Shozenji, antiguamente situado en las afuera de Fushimi, cerca de Kioto.

De este templo se decía que estaba deshabitado desde el trágico día en el que una banda de ladrones mató a todos sus habitantes. Aunque otros monjes intentaron sustituirlos, desistieron al poco tiempo, debido a los fantasmas que, según decían, lo habitaban. Pero esto había sucedido muchos años atrás.

El peregrino, que procedía de una ciudad lejana, no estaba al tanto de la siniestra leyenda del lugar, y como ya se había hecho de noche y una tormenta amenazaba con desatar su furia sobre él, decidió refugiarse en el templo abandonado. Buscó una habitación pequeña y en buen estado, en la cual, tras cenar un cuenco de arroz, se echó a dormir

A las dos de la noche, lo despertó una gran algarabía de ruidos. Al acercarse al edificio principal, descubrió que en su interior se habían reunido decenas de espectros y duendes, de las formas más diversas, que reían, jugaban y danzaban.

Se trataba del Hyakki Yakō, y el peregrino, aunque asustado, no pudo evitar quedarse un rato observándolos, hasta que aparecieron otros espíritus de aspecto más grotesco y horrible, momento en el cual echó a correr de vuelta a su habitación, en donde se encerró hasta que los sonidos extraños cesaron y se hizo de día.

Esta era más o menos la historia que el peregrino, aún temblando, le relató aquella misma mañana a un comerciante de Fuchimi, y que este a su vez le contó al afamado pintor Tosa Mitsunobu unas semanas después, mientras este se hallaba de paso en la ciudad.

Esperando encontrar inspiración para su ansiado cuadro, Mitsunobu cogió sus cuadernos y sus pinturas y se dirigió hacia el templo Shozenji, dispuesto a pasar la noche en él.

Cuando llegó, el sol acababa de ponerse. Entró en la sala principal y montó guardia durante horas, sin percibir ningún ruido o visión que se saliera de lo normal, hasta que a eso de la medianoche su atención se vio atraída por una extraña luminiscencia que parecía provenir de las paredes. Comprobó con sorpresa que allí aparecían dibujados duendes y espectros; era el Hyakki Yakō, reflexionó el pintor, que se manifestaba para él brillando tenebrosamente en las paredes.

A la luz de la luna, Mitsunobu se apresuró a copiar en su cuaderno las más de doscientas figuras, cada una diferente y más grotesca que la anterior. En ello empleó toda la noche, terminando justo cuando la primera luz de la mañana irrumpió en la sala y los espectrales dibujos desaparecieron.

Antes de partir, examinó por última vez las paredes. Estaban recubiertas de grietas y musgos de diferentes colores, que daban lugar a formas caprichosas, las cuales de pronto le resultaron muy familiares. Tosa Mitsunobu emitió una sonora carcajada al comprender que aquellos eran los fantasmas que había visto durante la noche. Apenas grietas y desconchones en la pared convertidos en terribles espectros gracias al azar y a su excitada imaginación, sugestionada por la historia del peregrino, quien probablemente fuese víctima de una ilusión similar a la que él acababa de sufrir.

Pero, después de todo, ¿qué importancia tenía eso?… ¿Acaso no había logrado al fin pintar el Hyakki Yakō?

FUENTE: http://ciudadseva.com/texto/la-procesion-de-los-100-fantasmas/

27.6.17

doctor frankestein

wikipedia

El libro “El Monstruo de Frankenstein o el moderno prometeo” de Mary Shelley fue escrito muchos años antes que la tecnología destruyera los últimos Dioses tambaleantes de la mente humana y lo sustituyera por la visión científica. De manera que no se trata de una crítica simple hacia el poder de la ciencia — como se suele analizar — sino a los motivos por el cual el hombre utiliza el poder del conocimiento como arma.

(…)

...al parecer la escritora también se basó en un ambiguo personaje del siglo XVII para reflexionar sobre la oscuridad del espíritu del hombre y sus intrincadas relaciones con el temor a lo desconocido. Johann Konrad Dippel, teólogo, científico, físico, químico, alquimista encarna casi al completo, la visión de Shelley sobre la búsqueda de la verdad científica y los límites de la conciencia del hombre sobre la incertidumbre.


(…)

Dippel nació en el año 1673 y era hijo de un pastor Luterano, que le educó bajo una férrea formación religiosa. La obsesión del padre de Dippel por el dogma y la creencia era tan obsesiva como para obligar a su familia a pasar por largas temporadas de ayuno y penitencia, algunas tan duras que provocaron según rumores de cronistas de la época, la muerte del hijo menor de la familia. Aún así, Dippel pareció fascinado por el pensamiento religioso y en 1693 completó sus estudios de teología en la ciudad de Giessen. Para Dippel la religión era una forma de alcanzar conocimientos arcanos pero también, una expresión del heroísmo personal y espiritual. Poco a poco, la percepción de Dippel acerca de la religión como expresión de fe se transformó en una diatriba extrañamente compleja sobre el amor y el sacrificio. Bajo esa reflexión, el jovencísimo teólogo publicó varios libros con el seudónimo de Christianus Democritus. En los textos, Dippel insistía en la necesidad de desdeñar la religión en favor del amor al prójimo. Incluso, llegó a sugerir que el conocimiento científico era una forma de expresión de fe y de comprender “las obras de Dios”, teoría que le obligaron a huir de Holanda, Alemania, Suecia o Dinamarca, debido a la persecución de sus detractores.


(…)

Con el tiempo, abandonó la disertación teológica y dedicó buena parte de sus esfuerzos a todo tipo de experimentos científicos, basados en gran medida en textos ocultistas que comenzó a recopilar con obsesiva meticulosidad. Sus variados experimentos le permitieron descubrir en el año 1704 el llamado “color azul berlín”, mérito que comparte con Heinrich Diesbach, con quien se asoció para crear una fábrica textil en la ciudad de París. El triunfo comercial le permitió liberarse de sus ataduras económicas y dedicarse por completo a sus particulares inquietudes: en 1711 logra un grado como médico en Leiden y continúa sus insistentes investigaciones sobre el sueño alquímico. De la misma manera que el Víctor Frankenstein literario, Dippel dedicó largos meses a la búsqueda de una respuesta a su incertidumbre sobre la naturaleza del hombre, su existencia y sobre todo, la noción sobre la permanencia de la conciencia humana después de la muerte.

cultura bizarra

No hay una fecha clara acerca del momento en que Dippel trasladó sus experimentos al castillo Frankenstein, propiedad de la familia Von Breuberg y construido en el año 1250, como parte de un intento del Noble por levantar una estructura más moderna sobre las ruinas de una construcción más antigua. Del único hecho del que se tiene constancia clara, es que Dippel conocía el castillo desde la niñez y que había estado obsesionado con la colina en la que había sido levantado. Se sabe de al menos una carta que envió a uno de sus amigos en Alemania, en la que describe a la Torres del lugar como “portentosas” y más de una vez, señaló que era un símbolo de su región natal. Pero al regresar convertido en adulto, su anterior fascinación se convirtió en la única obsesión de comprobar que con una misteriosa combinación de métodos científicos y conocimientos ocultistas se podía alcanzar la inmortalidad.

(…)

El científico mezclaba órganos y huesos animales en una masa informe semi-líquida, que luego filtraba en tubos de hierro y depuraba por diversos métodos de destilación que Dippel aseguraba tenía propiedades estimulantes e incluso, afrodisíacas. No obstante, Dippel usaba la extraña fórmula para perseverar en su intención por encontrar la inmortalidad. Sus intentos se hicieron cada vez más extremos: hacia el año 1730, Dippel comenzó a robar cadáveres del cementerio local para intentar encontrar el secreto de la vida. Los últimos años de su vida son una compleja mezcla de leyenda y datos inciertos sobre su locura, su larga reclusión en el sótano del castillo y por último, lo que parece ser una serie de tentativas desesperadas por reanimar cadáveres a través de métodos científicos y el uso de sus mezclas químicas. De la misma manera Frankenstein, Dippel luchó a solas, rodeado de trozos de cadáveres en un intento por descubrir los mecanismos de la muerte y cómo revertirlos. Y también como el personaje literario, llegó a perder la cordura a medida que fallaba en sus intentos y procedimientos. En el año 1733, el párroco del pueblo escribió una carta a un corresponsal privado, en la que aseguraba que “Dippel estaba obsesionado con lo profano y está a punto de perder su alma en su lucha contra la oscuridad”.

Las palabras del sacerdote resultaron proféticas: 25 de Abril de 1734, Konrad Johann Dippel fue encontrado muerto en su laboratorio, rodeado de trozos de cadáveres y hojas repletas de apuntes incomprensibles sobre su trabajo. Había muerto envenenado: llevaba entre las manos una copa con uno de sus elixires y el médico que la policía para explicar el extraño aspecto del cadáver — labios ennegrecidos y cubiertos de espuma, manos retorcidas en un insólito gesto de agonía — aseguró que sin duda la mezcla de restos de despojos humanos y minerales, debía de haber resultado letal. No obstante, el pueblo que circundaba el castillo se aterrorizó con el hallazgo de los macabras investigaciones de Dippel: se decía que el alquimista había firmado un pacto con el diablo para conocer lo secretos de la muerte y que este le había engañado, arrebatándole el alma a través de la boca. Tal vez por ese motivo,cinco días después, el sótano del castillo ardió en llamas sin que nadie interviniera para evitar la destrucción del laboratorio de Dippel y sus posibles descubrimientos. Al igual que Victor Frankenstein, Dippel se hundió en la ignominia y en el terror, víctima de su propios excesos y terrores.

(…)

AGLAIA BERLUTTI
“Johann Conrad Dippel: el Víctor Frankenstein de la vida real. Lo tenebroso de la búsqueda científica”
(cultura bizarra, 26.06.17)

26.6.17

big bang teológico

bbc mundo

En Genesis 1:3 dice: "Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz".

(…)

En el siglo XIII, un erudito inglés de la orden franciscana pensó sobre el tema.

Robert Grosseteste trabajaba en uno de los grandes centros de aprendizaje en Oxford, al que la gente había empezado a llamar “universidad”.

Para Grosseteste -cuya mente estaba repleta de arcoíris y rayos de luz- todo, hasta el acto divino primordial de la creación misma, tenía que ver con la luz.

Sin embargo, ¿cómo la hizo exactamente Dios?

La respuesta del religioso es verdaderamente excepcional. Su teoría fue el primer intento de describir los cielos y la Tierra usando un conjunto de leyes.

Desde su punto de vista, todo había empezado con luz y materia estallando hacia afuera desde el centro: un Big Bang medieval.

(…)

Robert Grosseteste (…) a principios del siglo XIII era un profesor prominente, erudito y, como todos los investigadores en Oxford, un cristiano devoto. En 1235 se convirtió en el Obispo de Lincoln.

Para él, la luz era una de las más maravillosas creaciones de Dios.

“La luz física es la mejor, la más deleitable, la más hermosa de todas las entidades que existen. La luz es lo que constituye la perfección y la belleza de todas las formas físicas”, escribió.

Pero Grosseteste no se conformaba con sentarse a disfrutar de la luz que entraba por las grandes ventanas de la catedral gótica de Lincoln. Empezó a estudiarla como un científico.

Analizó por ejemplo el paso de la luz a través de un vaso de agua.

Se dio cuenta de que los lentes pueden magnificar los objetos, y cuando uno lee lo que escribió sobre eso se pregunta por qué pasaron otros 300 años antes de que los telescopios y microscopios fueran inventados.

(…)

Notó además que la luz se dobla al pasar de aire a vidrio o agua, un efecto llamado refracción.

Como otros antes que él, vio que la luz podía dividirse en un espectro colorido como un arcoíris, y escribió un tratado sobre los arcoíris en el que estuvo cerca de explicar cómo se forman: pensaba que las nubes actuaban como un lente gigante que refractaba la luz y la volvía de colores.

(…)

Como muchos de sus contemporáneos, creía que Dios trabajaba con principios simples basados en reglas que la humanidad podía entender usando lógica, geometría y matemáticas.

“Todas las causas de efectos naturales han de ser expresadas por medio de líneas, ángulos y figuras, porque de otro modo sería imposible tener conocimiento de la razón de estos efectos”, escribió.

Y, como el Universo estaba gobernado por las matemáticas, era ordenado, racional y se podían deducir sus reglas.

(…)


Para Grosseteste y sus contemporáneos, el Universo consistía en la Tierra, en el centro, y todos los cuerpos celestiales -el Sol, la Luna, los siete planetas conocidos y las estrellas- girando a su alrededor en círculos perfectos.

Pero para él todo empezó con una especie de Big Bang en el que una explosión de luz -del tipo lux- hizo que una densa bola de materia se expandiera, volviéndose cada vez más ligera y diluida.

“Esa expansión dispersa la materia 'dentro de una esfera del tamaño de la máquina del mundo', que es como nombra al cosmos”, (…) dice (…) Tom McLeish, uno de los físicos de la Universidad de Durham que tradujeron la teoría cosmológica de Grosseteste en un modelo matemático.
“Pero luego encuentra un problema: no lo puede expandir infinitamente, porque en esa época el Universo era enorme pero finito. ¿Cómo detenerlo? Con una brillante idea científica. Pensando como un físico, recurre a algo sencillo para explicar no sólo cómo deja de expandirse sino cómo se forman las esferas”.
(…)

“Si no se puede llegar al vacío, porque la naturaleza lo aborrece -reflexiona-, tiene que haber una densidad mínima, y cuando se llega a ésta, se tiene que cristalizar”.

Siguiendo esa línea de pensamiento, eso ocurriría primero en la parte más lejana: el firmamento. Éste se cristaliza primero y se perfecciona, adquiriendo luz -lumen-, que también empuja masa, en este caso hacia adentro, y así se van creando las esferas en las que residen los planetas, el Sol, la Luna y la Tierra.

“El otro pensamiento moderno que tuvo fue que cuando miramos al cielo, el Universo que vemos de alguna manera contiene la huella o el eco de los procesos que lo formaron”, señala McLeish.

“Eso es precisamente lo que los cosmólogos piensan hoy en día... ¡acuérdate de la búsqueda de microondas con el eco del Big Bang!”, añade entusiasmado.

(…)

“La extraordinaria y premonitoria teoría del Big Bang del obispo medieval Robert Grosseteste”
(bbc mundo, 25.06.17)

24.6.17

covers: acuarela


toquinho


seguridad social


sergio denis


rosario flores


toquinho

23.6.17

una partida para salvar la vida

historias de la historia

En 1391 fue coronado rey de Granada Yusuf II. Su primera decisión fue eliminar o encarcelar a los miembros de su familia que pudiesen disputarle el trono y asegurar su sucesión nombrando heredero a su primogénito Yusuf. De poco sirvió. Su hijo menor Muhammad encabezó una insurrección en Granada que su padre sólo pudo controlar con la ayuda de los benimerines del Magreb. Aún así, un año más tarde Yusuf II moría misteriosamente (¿envenenado?). Muhammad no desaprovechó la oportunidad, recuperó a los insurrectos y se proclamó rey de Granada como Muhammad VII.

La suerte del heredero legítimo, su hermano mayor Yusuf, estaba echada… Fue encarcelado en el castillo de Salobreña y allí quedó recluido durante años. A lo largo de su reinado Muhammad se procuró la paz con los reinos cristianos del norte y con los benimerines que habían apoyado a su padre. Una vez restablecido el orden en Granada volvió a reanudar las campañas contra Jaén y contra Murcia. Mientras tanto, Yusuf pasaba los días encerrado en una mazmorra… hasta 1408.

En 1408, para nombrar heredero a su propio hijo y evitar posibles insurrecciones, el rey ordenó matar a su hermano. Envió un emisario al castillo de Salobreña con la sentencia de muerte y la orden de regresar al emisario con la cabeza de su hermano. Cuando llegó al castillo, el prisionero estaba jugando una partida de ajedrez con el alcaide. Éste leyó el mensaje, se lo enseñó a Yusuf y le dijo:
Lo siento, no tengo más remedio que cumplir la orden.
Yusuf, sin perder los nervios, le pidió, como último deseo antes de morir, terminar la partida. Durante varias horas estuvieron jugando hasta que Yussf le dio jaque mate con el movimiento de un alfil. Cuando se levantaron para ir a ejecutar la sentencia, llegó un mensajero anunciando la muerte de Muhammad VII… y la proclamación de Yusuf III, el decimocuarto soberano de la dinastía nazarí del Reino de Granada.

JAVIER SANZ
“Yusuf III, proclamado Rey de Granada gracias a una partida de ajedrez”
(historias de la historia, 20.06.17)

22.6.17

frases de “El poder de la ambición”



Sé que éramos una maldita industria. De la clase que es la piedra angular de este país.

Dios… trabajamos duro en este negocio, a veces para nada. Me despierto cada mañana y me digo a mi mismo: “No tengo que hacer esto. Puedo hacer esto”. Y entonces sólo hay... cielos azules.

-Si toman un segundo para ver la geología, van a ver lo que yo veo. Y eso es dinero.
-No el nuestro.

La compañía que hizo a mi padre un verdadero jugador, casi estaba perdida. Casi. Ya había perdido mi casa y estaba viviendo con Kay. Y también estábamos a punto de perderla. Tenía medio galón de Seagrams que había tomado. Mierda, la mayoría de la gente se habría muerto. Pero yo no. En lugar de eso, tuve un sueño.

Fue la llamada del oro. Les puede sonar como algo loco. Pero si conocieran cómo se siente, lo sabrían.

Espero que hayas oído de mis mejores éxitos. Lo del “Fuego” ya no es uno de ellos.

No hay correcto o incorrecto en este negocio. Sólo son éxitos o fracasos.

-El Anillo de Fuego es verdad, Mike. Lo supe desde la primera vez que lo oí. Me impactó como un maldito rayo y jamás lo olvidé. Ahora ríete si quieres. Ya estoy acostumbrado. Pero escucha esto: yo no lo creo simplemente. Lo sé.
-No lo sabes.
-Lo he visto.

Mike, mi padre arañó de una maldita roca todo lo que alguna vez tuvo. Murió con tierra debajo de las uñas. Yo trato de hacer lo mismo.

Bien, quizás no tienes una buena racha en tu carrera ahora. Así que vamos a probarles lo contrario. Tú y yo, vamos a probar que se equivocan. ¿Sabes por qué? Sí lo sabes, porque lo del Anillo de Fuego es verdad, Mike. Tú lo llamaste. Simplemente no lo has hallado.

-¿Tienes un sombrero, Wells?
-Sí, tengo un sombrero. ¿Vamos a alguna parte?
-Río arriba.



Esta selva te pondrá a prueba. Te retendrá, te pesará y decidirá tu valor en una onza.

¿Siempre hablas así, Mike, como un audiolibro?

Algo pasó allá, Wells. Algo caliente y furioso. Ahí es donde encontraremos las buenas muestras.

Mi sueño... está allá. Podía sentirlo en mis huesos. Estaba vendiendo algo en lo que creía.

Mike, estamos vendiendo una historia. Ahora la historia eres tú.

-¿Trabajas en un bar, Wells?
-Mantengo a raya los gastos, Mike. Hago que el dólar rinda.

-¿Alguna vez leíste el diario de Cristóbal Colón?
-Claro que no.
-En su petición a la Reina de España, prometió una conversión a la Santa Fe de un gran número de personas. Y continuó mencionando el nombre de Dios 26 veces. La palabra oro, por otro lado, la mencionó 114 veces.
-Gallego listo.

No me dejes morir aquí por nada del mundo, ¿sí?



-No nos dejemos llevar.
-¿Qué dice el reporte? ¿Hay noticias?
-Sacamos 17 muestras más.
-¿Y qué pasó? ¿Nada bueno?
-Nada bueno. Más tirando a lo grande.
-Vamos, Mike, no juegues conmigo…
-Ocho onzas por tonelada.
-¿Ocho... ocho onzas por… qué?
-Ocho onzas por tonelada.
-¿Qué? ¿Qué estás diciendo, Mike?
-Descubrimos una veta.
-¿Tenemos una mina de oro? ¿Tenemos una mina de oro?
-Tenemos una mina de oro.

¡Váyanse al carajo, mosquitos!

Es increíble cómo un poco de polvo de oro puede cambiarlo todo. Para bien o para mal, el viaje había empezado. Y era todo un viaje.

-¿Algún mensaje que quiera darle a los lectores de la revista Gold Digger?
-La última carta que volteas es la que importa.

Ahorra un poco. Por primera vez en tu vida, piensa en los días complicados, Bobby. ¿Sí?

¿Qué hacen los bancos? ¿Quién sabe? Pero lo que hacen a este país, no son los idiotas con trajes… sin ofender… esos del camino fácil, sino tipos como yo y Mike, que se arriesgan.

Ahora, si los números siguen saliendo bien... y así será... el cielo es el límite en esto.

¿Alguno de ustedes ha puesto uno de sus mocasines hechos a mano en un agujero al lado de una montaña? ¿No? Nosotros sí.

Hay algo en descubrir oro. Es muy difícil ponerlo en palabras. Muy difícil. El sabor en la lengua... el sentimiento entre tus dedos... Es eléctrico. Es como una droga. Porque te engancha. Y es precisamente lo que les falta aquí en la ciudad. Es lo que hace que sea tan difícil para nosotros tener esta conversación porque nunca lo han sentido. Es por eso que les tengo una propuesta. Reúnan a sus inversionistas institucionales.
Los tipos que representan el gran capital. Quienes necesitan impulsar esta cosa. Y los llevaremos a un pequeño viaje río arriba.

Mi vecino, Hart Hubbard. Es un cuidador de césped profesional. Usualmente sólo preocupado por el árbol de moras de Kay, inclinado sobre la parte trasera de su cerca. Pero ahora habla términos mineros. “Oye, Kenny, ¿cómo está el grado de pureza allá?”.

¿Ven esto? Un poco más de esto y pueden pavimentar Wall Street.



Cuando Jackson sacó esa pepita... los teníamos.

Es como si un mapache borracho hallara el Diamante de la Esperanza. No quieres acercarte demasiado, pero no vas a dejar que se escape tampoco.

Nunca creíste en mí, ¿verdad, Kay? Te gusta que fracase, ¿no?

Vamos, Kay. Yo encontré el oro. Ahora ganamos, nena. ¿Me dejarías quedarme con la victoria? ¡Estamos ganando! ¿Se te ocurrió alguna vez que sé lo que estoy haciendo?

Aquí es donde Washoe Mining se convierte en jugador. Justo aquí, en este maldito momento.

¿Ves estas manos, Brian? Éstas son las manos de mi padre. Arañé y desgarré la tierra con estas manos. Te voy a enterrar con estas manos. Ahora ve a decirle a aquel sable sedoso de Hancock, que él trabaja para Kenny Wells. ¡Es mi maldito día! ¡Mi día!

Sabes… casi respetaba a este tipo.

Estás a muy poco de vivir en tu auto. ¿Rechazaste 300 millones de dólares por derechos de nombres?

Era mi sueño. Yo lo soñé. Si vendes tu sueño... ¿qué te queda?

¡Maldición! Se lo robaron. Eso fue lo que hicieron. Se lo robaron los malditos.

¿Crees que quiero escuchar a un maldito niño dorado, parado ahí con su maldito brillo dorado que me diga lo jodidas que están las cosas?



-Necesito decirte lo que realmente pasó. Estamos en el norte de Sulawesi. Estación de monzones. Es 1980.
-Sí, la famosa veta de cobre.
-Sólo buscábamos bauxita. Cuando estábamos empezando a perforar, nos atoramos. Cinco metros y medio de lodo. Estábamos bajo la lluvia día tras día, viendo oxidarse el metal.
-¿Qué hiciste?
-Bajo la teoría de que es mejor hacer algo que nada, reporté que ése era el lugar. Un lugar cualquiera se convirtió en algo significativo.
-¿El lugar donde te quedaste atorado?
-Tuve suerte.
-Amo eso, carajo. Estabas buscando bauxita y encontraste cobre. Yo estaba buscando oro y... encontré un amigo.
-Eso es lo más cursi que he oído en toda mi vida.

Resulta que Suharto tenía un hijo. El menor, Darmadi. Alias Danny. Un inútil. Todo un problema para el viejo. Se puede decir que nos entendimos. Suharto había tratado de lograr por años que Danny se encaminara. Pero todo lo que Danny tocaba lo echaba a perder. Así que pensé que podíamos incluir a Danny como socio. Y quizás podía hacer que el padre cambiara de parecer y moviera las cosas a nuestro favor. Era un Ave María de nuestra propia línea de yarda. Pero era todo lo que teníamos.

El Presidente Gerald Ford: un hombre alto. George H.W. Bush: un hombre muy alto. Mark Hancock… también un hombre alto. Mi padre: un hombre bajo. Bajo en estatura. Pero ama su familia.



Ése es el trato, si tienes las pelotas. Sin pelotas: no hay trato.

Estoy tocando un tigre.

-El 15% es un trato terrible.
-¿Sí? ¿Cuál es el 15% de 30 billones de dólares?

Ahora eres el mejor minero del mundo. Y estoy seguro que, en alguna parte, tu padre está sonriendo.

Cada uno de nosotros que llama hogar al gran estado de Nevada, llegó aquí con un sueño. Fue mi tatarabuelo quien llegó aquí en un vagón. Tenía un caballo y dos mulas. Cuando finalmente se detuvo y dijo: “Éste es el lugar”.

¿Qué es un buscador? Es alguien que cree que está allá afuera. Es alguien que se despierta cada mañana, una y otra y otra vez, creyendo que está allá afuera. Y luego no está, ¿verdad? No está. Se para al borde del desierto... mirando el amanecer del nuevo día justo a los ojos. Escucha esa pequeña voz y la voz le dice: “Adelante. Sigue caminando”.

No hay oro. Kenny, no hay oro. Nunca lo hubo.

Se denomina “salar”. Literalmente, quiere decir. Cuando alguien esparce polvo de oro en una muestra de roca, como cuando usted sala un bistec. Es el truco más viejo del libro.

No fuimos engañados. Simplemente no miramos.

-¿Kenny Wells, un tonto o una mente maestra?
-Esa es una muy buena pregunta, Roger.



Con 164 millones de dólares se hace mucho en Indonesia.

Así que los Suhartos son más ricos ahora. Mike Acosta es ostensiblemente muerto y enterrado. Ciento sesenta y cuatro millones de dólares siguen desaparecidos. Y la única pregunta que me queda es: ¿estuvo usted involucrado o no?

No hay manera de que se propusiera estafar a nadie. Sólo necesitaba comprar un poco de tiempo. No quería decepcionarme.

¿Quieres hablar de la verdad? Bien, hablemos de la verdad. La única verdad aquí es que cuando todo el mundo se hace rico, a nadie le importa un carajo la verdad. ¡Vamos, carajo! Todo lo que tenían que hacer era mirar. Abrir los ojos. El oro estaba mal. El descubrimiento era demasiado bueno. Hay banderas rojas por todos lados. ¿Por qué nadie vio nada? Porque nadie quería saber. Todos queríamos creer... yo, tú, todo el mundo. ¿Por qué? Porque todos estábamos ganando muchísimo dinero. Ésa es la verdad. ¡Ha sido así por siglos!

Mis amigos perdieron dinero. Mis vecinos perdieron dinero. ¿Yo? Yo lo perdí todo. ¿Sabe cuál es verdad de esto? En realidad nunca me importó el dinero. Lo que importa es el oro.

-Es libre de irse.
-Helo ahí. Alguien me cree.

"Pruébales lo contrario. 50-50. Cueste lo que cueste”.

21.6.17

oro del tonto


EL PODER DE LA AMBICIÓN
data: http://www.imdb.com/title/tt1800302

Inspirada en la combinación de personajes reales, “Gold” (el título original de la perezosa traducción de “El poder de la ambición”) es una metáfora de lo que Hollywood siente que es el capitalismo norteamericano hoy: un ejercicio de timo. Tal vez no estén tan alejados de esa realidad: poco importa cuán real es lo que hay detrás de las alquimias financieras. Si el mercado de capitales, en otros tiempos, era una expresión de las actividades industriales que le daban soporte, hoy es una lotería de apuestas en las que se busca maximizar el principio de “todos los días nace un tonto”. “Gold” es una de esas historias, contada de gran modo y con pulso firme.

Toda la clave de “Gold” está resumida en una escena, cerca del inicio, cuando Kenny Wells, nuestro protagonista, escucha a su padre, fundador de la compañía minera, preguntarse en voz alta lo duro que se trabaja en el negocio, a veces para nada. “Me despierto cada mañana y me digo a mi mismo: ‘No tengo que hacer esto. Puedo hacer esto’. Y entonces sólo hay... cielos azules” le escucha decir. Y es la última vez que lo verá vivo.



Esas palabras son el legado de un padre. Un pesado legado. Porque Kenny Wells intenta cumplir con esa herencia, intenta triunfar sacando oro de las entrañas de la tierra, allí donde su padre no pudo, como un modo de honrarlo, como un modo de tener su aprobación. Por eso, Wells, en su peor momento, cae presa de esa apuesta que es Michael Acosta, el geólogo de la “Teoría del Anillo de Fuego”. Y por ese pone su corazón en un sueño. Lo dice cerca del final: nunca fue por dinero; siempre fue por el oro. Y el oro es el sueño. Quien no tiene un sueño, no tiene nada.

Wells compromete todo su patrimonio, su amor, su futuro, su cuerpo, en la búsqueda del oro. En esa fiebre lleva a Wall Street atado tras su sueño. Y los popes de las finanzas le siguen el juego, detrás de ese objetivo de ganancias monumentales y rápidas.



El capitalismo que describe “Gold” es muy parecido al del “Lobo de Wall Street” (http://libretachatarra.blogspot.com.ar/2014/01/en-lo-que-derivo-el-sueno-americano.html) o el de “La gran apuesta” (http://libretachatarra.blogspot.com.ar/2016/01/la-casa-siempre-gana.html), un juego de lotería llevado a cabo por atolondrados, ambiciosos e incapaces. Una fiesta en la que todos participamos buscando salir ganadores, sabiendo que, tarde o temprano, habrá perdedores. Y que cuanto más se gane, más grande serán las pérdidas. Es lo más parecido a un fraude a escala sideral. Y esa comprobación es la certeza de que el sueño americano, el trabajo de hormiga del empresario que toma riesgos y genera empleos, se convirtió en un festival de la codicia asociada a la estupidez. Inevitablemente, habrá daños colaterales.

En ese contexto, hay otra historia: la de una amistad. La de Wells con Acosta, dos perdedores que quieren mostrarle al mundo que pueden ganar. La sutileza de la trama es que el aparente triunfo muta a derrota y luego a triunfo nuevamente. Wells y Acosta juegan sus cartas de modos distintos: Wells apuesta a la actividad, como lo hizo su padre; Acosta al engaño, como lo imponen los tiempos actuales. La escena final nos dice quién es amigo y quién gana en este juego descarnado.



“Gold” tiene mucho ritmo. Su trama es ágil. Y centrípeta a la figura colosal de Matthew McConaughey, pelado y gordo, que encarna al protagonista y sostiene el guion y la mayor parte de la película. Los secundarios (con la excepción de Edgar Ramirez, el geólogo) están más desteñidos, incluyendo a Bryce Dallas Howard que entra y sale de la historia sin mayor peso.

Vale tener a “Gold” en cuenta, cuando rastreemos las historias del capitalismo contemporáneo. Para no dejar pasar.

Mañana, las mejores frases.

20.6.17

ojo chatarra: último otoñal

Despedimos el otoño 2017 con varias imágenes del tablero Ojo Chatarra de nuestra cuenta en Pinterest:

https://es.pinterest.com/libretachatarra/ojo-chatarra/
ojo chatarra
ajyager: Geometry and Color by Franco Fontana

ojo chatarra
odio el martillo del piso de arriba

ojo chatarra
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I’m gonna swing from the chandelier


ojo chatarra
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photo Kamera work : Toques de Inspiracion 142


ojo chatarra
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India 2016


ojo chatarra
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Bizarre photos from the past : theCHIVE


ojo chatarra
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cobalt and orange


ojo chatarra
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flora borsi


ojo chatarra
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Autor: Ferri Farahmandi Obra realiazada en cerámica que representa el cuerpo de una mujer humana. Como significado tiene algo que ver con el amor a uno mismo ya que la persona se esta envolviendo en sus propios brazos.


ojo chatarra
Artículo de Francesco Mugnai
Fantastic photos of unique door knobs from all over the world!Doorknobs..awesome!!!


ojo chatarra
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Retrato de familia.


ojo chatarra
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Moebius - Wildlife of Mars (2010)

19.6.17

el cóndor riojano

wikipedia

Sus admiradores lo bautizaron “El Cóndor riojano”. Otros lo nombraron “Centinela de Los Andes”. En cambio, los amantes de las definiciones con imágenes literarias, buscaron algo más poético y lo llamaron “El rastreador de estrellas”. No hay dudas de que cualquiera de las tres definía muy bien la personalidad de este aviador argentino quien, durante la Primera Guerra Mundial, no sólo tomó partido por Francia, sino que también anduvo jugándose la vida esquivando balas alemanas. Cuentan que muchas veces volvía a la base con el fuselaje de su avión lleno de agujeros, pero con la misión cumplida. Esas acciones audaces hicieron que los franceses lo convirtieran en héroe nacional y lo premiaran con la Medalla Militar y la Orden de la Legión de Honor, algo poco común para un extranjero. Y él supo lucirlas sobre su pecho con orgullo.

Con todos esos méritos acumulados, también le ofrecieron la ciudadanía francesa. Sin embargo Vicente Almandos Almonacid, el dueño de todos esos elogios, prefirió quedarse con la de su nacimiento, ocurrido en San Miguel de Anguinán, en la provincia de La Rioja, el 24 de diciembre de 1882. Anguinán (como la llaman los habitantes) está a siete kilómetros de Chilecito y actualmente es un importante centro vitivinícola y de productores de aceitunas.

(…)

Vicente Almandos Almonacid era hijo de un empresario minero que tenía su mismo nombre y que fue gobernador de La Rioja entre 1877 y 1880. Su madre se llamaba Esmeralda Castro Barros. Cuando el padre murió, el futuro aviador tenía 9 años. Entonces la familia (afirman que había quedado en mala situación económica por la crisis de 1890) se radicó en Buenos Aires. El muchacho estudió después en el Colegio Nacional y en la Escuela Naval Militar. Allí recibió el título de guardiamarina aunque dicen que por una discusión con una autoridad no completó el curso. Luego ingresó a la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales donde cursó materias relacionadas con la Ingeniería y la Agrimensura. Fue en ese tiempo cuando construyó un aeroplano al que denominó “el aeromóvil”. Con ese aparato hizo pruebas en El Palomar.

Sus deseos de aventuras lo llevaron después hacia París, por entonces un lugar donde la ciencia y la tecnología estaban a la vanguardia del desarrollo. Y, entre otras cosas, estaba la primera escuela de aviación. Eran los meses finales de 1913 y afirman que Almandos Almonacid intercambiaba conocimientos con distintas figuras, entre ellas Gustave Eiffel. Pero lo más curioso fue cuando cerca de Versalles fue a estudiar para formarse como piloto. Por falta de un traductor, los profesores interpretaron que el riojano era un experto y lo largaron a volar solo. La leyenda dice que después de distintas piruetas, hechas por su inexperiencia, logró aterrizar. Lo sorprendente fue que los franceses lo aplaudieron creyendo que había hecho una gran exhibición. Con más práctica, en 1914 le dieron su brevet. Fue en ese año que ingresó a la Legión Extranjera y lo nombraron piloto militar.

Como integrante de la Escuadrilla 27, que actuaba cerca de la frontera alemana, fue que desarrolló su heroica campaña. En esa zona el piloto argentino tuvo una activa participación militar. Y una idea suya resultó muy importante y novedosa: Almandos Almonacid realizaba vuelos nocturnos sobre territorio enemigo (algo inusual) y en una misión hasta bombardeó una fábrica de gases tóxicos. Aquella operación y la posterior persecución de los aviones alemanes casi le cuesta la vida. También, por sus conocimientos de Ingeniería, colaboró en el desarrollo y diseño de los aviones franceses y de sus sistemas para llevar y lanzar bombas. En 1919 volvió a la Argentina escoltado por una escuadrilla de aviones franceses. En Buenos Aires una multitud lo aplaudió durante un recorrido por la Avenida de Mayo. Los historiadores cuentan que el nombre del argentino Almonacid está inscripto entre los héroes que figuran en las paredes del Arco del Triunfo en París, aunque algunos sostienen que la palabra alude a una batalla ganada en España por tropas francesas.

Ya instalado en el país, quedó como jefe de la Misión Aeronáutica Francesa. Pero el año clave fue 1920. No sólo se casó con Dolores “Lola” Güiraldes (se separaron en 1932, pero antes tuvieron cuatro hijos: Vicente, Esmeralda, María y Ricardo) sino que también hizo una hazaña sin antecedentes: realizó el primer cruce de la Cordillera de los Andes volando de noche. Esa vez aterrizó en una playa cercana a Valparaíso. En 1927 se creó Aeropostale SA, una empresa de aviación francesa que empezó a operar en la Argentina en 1929. Vicente Almandos Almonacid figuró como fundador, director y gerente técnico. Entre sus pilotos estuvieron Jean Mermoz, Antoine Saint-Exupery y Henry Gillaumet. Luego fue Aeroposta Argentina, una suerte de predecesora de Aerolíneas Argentinas.

(…)

Vicente Almandos Almonacid murió el 16 de noviembre de 1953.

Desde 1994, y en su homenaje el helipuerto vecino a la Casa Rosada lleva su nombre, igual que el aeropuerto de la ciudad de La Rioja (se impuso en 1972).

(…)

EDUARDO PARISE
“La leyenda riojana de la aviación”
(clarín, 21/11/16)

17.6.17

covers: everybody knows


leonard cohen


kevin johansen and the nada


concrete blonde


rufus wainwright


cadena perpetua


elizabeth & the catapult


norah jones


bette midler

16.6.17

la primera fotocopia de la historia

mr. domingo

(…)

La idea de reproducir documentos ha sido una constante en nuestra historia, a ella debemos la creación del inventó más revolucionario del Renacimiento: la imprenta de Gutenberg. Después vinieron numerosos intentos más o menos estrafalarios como el Pantografo, un artilugio para copiar la escritura que después tuvo otras interesantes aplicaciones, el Mimeograph, del que el mismo Edison construyó una patente (¡cómo no!) o un extraño propotipo que inventó el mismo James Watt. Todos los intentos resultaron infructuosos, pero justo al inicio del siglo XX, cuando se inicia la gran era de los oficinistas, aparecieron numerosos aparatos destinados a copiar documentos, una necesidad acuciante para la mayoría de las empresas nacidas al calor del capitalismo.

De entre la multitud de ingenios que se comercializaban en esta época hubo uno que destacó por encima de todos: las máquinas Photostat y Rectigraph. Ambos métodos, desarrollados en la primera década del siglo, ‘fotografiaban’ directamente el documento, es decir, tras una exposición de 10 segundos generaban un negativo que tenía que revelarse e imprimirse la copia o copias. Total, que el proceso como poco duraba una tarde o un día entero. Esto fue lo que animó a Chester Carlson, por entonces trabajador de una oficina de patentes y acostumbrado a bregar con las copiadoras, a construir una máquina de copiar que pudiese hacer las copias en la misma oficina y al instante.

En un primer momento Carlson intentó hacer evolucionar la idea de las photostat, basada en el proceso fotográfico, pero pronto vio que era una vía sin mucho más recorrido. Así que decidió probar otro campo de estudio: la luz. Entre el papel y la tinta impresa podemos distinguir claramente una cosa de la otra, ya que la tinta absorbe la luz y el papel la refleja. Pero ¿cómo aprovecharse de este hecho? Un libro publicado hacía pocos años le dio la respuesta: Photoelectric Phenomena.

La fotoelectricidad es un fenómeno complejo cuya explicación le valió a Albert Einstein el premio Nobel en 1921. Dentro de esa dificultad Carlson encontró la clave para desarrollar su nuevo invento: la fotoconductividad. Con un material fotoconductivo expuesto a la luz podría reproducir documentos. Los primeros intentos realizados en su casa fracasaron y Carlson se sumergió de nuevo en la bibliografía más técnica hasta dar con un inventor húngaro, Paul Selenyi, que había desarrollado un ingenio para realizar copias mediante cargas electroestáticas. Sus estudios sobre las cargas electroestáticas junto a la utilización de la tinta seca acabaron por desarrollar su invento. Tras muchos e infructuosos intentos en 1938 pudo reproducir en su laboratorio la primera imagen xerográfica de la historia.

Su funcionamiento era el siguiente: una superficie es cargada con electricidad estática en forma uniforme. Dicha superficie es expuesta a luz que descarga o destruye la carga eléctrica, quedando cargadas solo aquellas áreas donde hay sombra. Un pigmento de polvo (tinta seca o tóner) se fija en estas áreas cargadas haciendo visible la imagen, que es transferida al papel mediante un campo electrostático. Finalmente el uso de calor y presión fijaban la tinta al papel.

Carlson patentó su invento e intentó venderlo infructuosamente a varias empresas, pero no fue hasta 1947 que una pequeña empresa de Nueva York, la Haloid Company, adquirió los derechos de la patente para su desarrollo comercial. La Haloid pasaría a llamarse Xerox Company en 1961 y tardaría más de una década en poder sacar al mercado su primera máquina fotocopiadora automática de papel para oficinas, la mítica Xerox 914. La era de la copias comenzaba.

En 1959, tras lanzar en los últimos años numerosos prototipos, Xerox saca por fin al mercado el gran sueño de Carlson. Los resultados no se hacen esperar y la 914 tiene un éxito brutal de ventas. Xerox estimaba que sus clientes harían una media de unas 2.000 copias al mes pero la realidad es que estaban haciendo 10.000 y algunos incluso 100.000 copias al mes.

Tardó cerca de 20 años en desarrollarse pero la espera valió la pena, el primer modelo comercializado a pesar de sus gigantescas dimensiones (en algunas oficinas tuvieron que tirar puertas a bajo para hacerle sitio), obtuvo unos resultados asombrosos y realizaba copias de calidad en tan sólo 7 segundos. El sueño de Carlson hecho realidad, por fin.

(…)

XAVI DOMINGO
“Xerox y el arte de copiar: la revolucionaria historia de la fotocopiadora”
(mr. domingo, 26.02.15)

15.6.17

el texto perdido de arquímedes

cultura bizarra

En 1906, el filólogo danés Johan Ludvig Heiberg (1854-1928) recibió noticias de un palimpsesto con contenido matemático existente en el convento del Santo Sepulcro de Constantinopla. Utilizando técnicas fotográficas consiguió capturar y copiar el texto original oculto, y lo que halló fueron varias obras, algunas de ellas desconocidas, del físico, inventor, ingeniero, astrónomo y matemático griego Arquímedes de Siracusa (287-212 a.C.).

El texto original era una copia, realizada en el siglo X, de algunas de las obras de Arquímedes, que se habían reutilizado para unos escritos religiosos. La mayoría se conocían, pero incluía la única copia conocida de la obra ‘Sobre el método relativo a los teoremas mecánicos‘.

Este escrito era una carta de Arquímedes a Eratóstenes (matemático y astrónomo. 276-194 a.C.) en el que explicaba su método para llegar a dichos resultados, que posteriormente demostraba con el máximo rigor. En el libro, Arquímedes utiliza una mezcla de razonamientos infinitesimales y mecánicos para hallar áreas y volúmenes.

La idea de considerar una superficie compuesta por segmentos o un volumen compuesto por superficies no volvería a aparecer en el mundo matemático hasta dos mil años más tarde, en pleno siglo XVII, gracias a la invención, simultanea pero independiente, del cálculo infinitesimal por parte de Newton y Leibniz.

La creencia general es que si esta obra hubiese sido conocida como el resto de escritos del genio griego, el cálculo diferencial e integral habría aparecido mucho antes en la historia, con lo que eso hubiera implicado en el mundo de la economía, ingeniería y arquitectura, entre otros campos.

El palimpsesto está guardado en el Walters Art Museum en Baltimore, Maryland.

“El Palimpsesto de Arquímedes”
JAVI CHINO
(cultura bizarre, 12.06.17)

14.6.17

fuego griego

abc

(…)

El fuego griego recibió muchos nombres en la Antigüedad: «fuego romano» para los árabes, «fuego griego» para los cruzados que se dirigían a tierra santa y «fuego bizantino» para los otomanos. Entre los siglos VII y XIII, el Imperio bizantino empleó una sustancia inflamable en las batallas navales y en los asedios contra Constantinopla, que le daba una clara ventaja táctica y tecnológica contra enemigos con recursos y hombres muy superiores. Este fuego era capaz de arder sobre el agua y la única forma de apagarlo era asfixiándolo. Tratar de apagarlo con agua solo avivaba aún más la llama. Y si bien hoy en día se utilizarían espumas y polvo químico para extinguir el fuego, en la Antigüedad y la Edad Media la única posibilidad probablemente sería la de usar orina (por su alto contenido en sales inorgánicas y urea), esteras de esparto e si acaso vinagre.

El secreto mejor guardado de la historia militar

Los bizantinos usaban dos métodos para lanzar el líquido inflamable. Uno de ellos consistía en derramar a presión la sustancia a través de un inyector con un ajuste giratorio, después de que un brasero instalado en el barco calentara previamente la mezcla. Otro forma era llenando granadas de cerámica con el material y arrojándolas sobre los barcos enemigos, siempre buscando prender sus velas. Cuando el líquido rozaba el agua o alcanzaba cierta temperatura entraba en ignición e incendiaba las embarcaciones enemigas. Entonces se producían «truenos» y una aparatosa nube de humo. Además de los efectos destructivos, hay que tener en cuenta que la sustancia resultaba tóxica para quienes la respiraban.

El hecho de que incluso hoy resulte un misterio saber la composición exacta de esta sustancia convierte la fórmula en uno de los secretos mejores guardados de la historia del mundo. Los bizantinos guardaron celosamente el secreto y los fabricantes vivían aislados del mundo exterior, hasta el punto de que hoy en día solo cabe especular sobre los componentes y las proporciones, sin que existan muestras o documentos que estudiar. La mezcla incluía probablemente nafta (una fracción del petróleo también conocida como bencina), azufre y amoníaco, si bien se desconocen los porcentajes de cada sustancia. El nafta haría que el líquido no se mezclara con el agua, mientras que el azufre actuaría como combustible.

No obstante, otras investigaciones han propuesto dosis de cal viva, que al entrar en contacto con el agua eleva su temperatura hasta los 150 grados, o mezclas que contengan nitrato, salitre, resina o grasa.

Ya en el año 214 a. C., se considera que el inventor griego Arquímedes había usado una sustancia también inflamable para combatir al ejército romano en su intento de conquistar la ciudad griega de Siracusa. Pero nada demuestra que su fuego griego fuera el mismo que el bizantino… La invención de este segundo se le atribuye a un ingeniero militar llamado Calínico, procedente de la actual Siria, que llegó a Constantinopla en los días previos al primer gran asedio árabe de 674. Se cree, no obstante, que el propio Calínico se basó en los trabajos del alquimista, astrónomo e inventor griego Esteban de Alejandría, que se trasladó en 616 a Constantinopla.

Todas estas fechas flotan en torno al primer gran asedio árabe de Constantinopla, cuando la lucha entre el Imperio bizantino y el Califato Omeya devino en el asedio de la gran ciudad, bajo el mando de Constantino IV. En esta batalla, los omeyas fueron incapaces de abrir una brecha en las Murallas Teodosianas, que bloqueaban la ciudad a lo largo del Bósforo, y fueron derrotados a nivel marítimo gracias al invento de aquel sirio loco. La armada bizantina lo utilizó decisivamente para destrozar a la marina omeya en el mar de Mármara y en la posterior batalla de Silea, en las costas de Panfilia, en el año 678. El cronista Teófanes menciona en sus textos la sorpresa táctica que supuso el fuego para los árabes durante el largo asedio de cuatro años:
«Por entonces había huido a territorio romano un arquitecto de Heliópolis de Siria llamado Calínico, inventor del fuego marino, gracias al cual los navíos árabes se incendiaron y todas sus tripulaciones se quemaron. Así los romanos volvieron vencedores y descubrieron el fuego marino».
Durante años las acometidas árabes perecieron ante la superioridad de la flota bizantina. En el 717, las fuerzas musulmanas aprovecharon un periodo de inestabilidad bizantina para iniciar un nuevo asedio. Después de casi un año de cerco, una escuadra árabe compuesta por 400 naves de refuerzo se sumó a las 300 naves que mantenían el asedio en Constantinopla. Una superioridad numérica que no amilanó a la flota bizantina, que, recuperando la sustancia de Calínico, contraatacó por sorpresa hacia las naves árabes. Esto puso en fuga a los árabes y muchas naves fueron destruidas por el «fuego griego», encaminando el asedio a su último desenlace.

Pasada la sorpresa inicial de estos dos asedios, los árabes aprendieron a combatir este fuego, que en tierra resultaba poco útil y en el mar su empleo era limitado. Árabes, venecianos, písanos, normandos y demás rivales del Imperio bizantino aprendieron a contrarrestar los efectos del fuego griego y a neutralizar su valor táctico. El arma se continuó utilizando hasta 1204, cuando se perdió la fórmula original durante los saqueos y destrucción que sufrió Constantinopla en la cuarta cruzada. Sin la mezcla primitiva, los ingenieros bizantinos buscaron alternativas en otras sustancias inflamables usadas en la Antigüedad, aunque su poder de destrucción nunca alcanzó la densidad del fuego griego original. Estas mezclas alternativas fueron la que probablemente usaron para defenderse del Imperio otomano en 1453, año en el que cayó definitivamente la ciudad.

CÉSAR CERVERA
“El fuego griego, la misteriosa sustancia empleada por los bizantinos para frenar los ataques árabes”
(abc, 09.06.17)

13.6.17

claves de la economía circular

la nación

En repensar las estrategias de producción de bienes y en darle un nuevo sentido a la manera en que las personas se vinculan con ellos, están las bases de la llamada economía circular. Entre sus postulados se plantea que aquello que en un esquema de economía lineal (producir, consumir y tirar) es considerado basura, pueda pasar a tener una nueva vida útil, muchas veces como un insumo para fabricar nuevos productos.

Así, se afirma, se ayuda a cuidar el planeta, porque se evita un nivel innecesario de producción, se reduce la cantidad de elementos contaminantes en el ambiente y se disminuye la energía necesaria para producir.

(…)

La economía circular se emparenta con otras formas adoptadas por una parte del mundo productivo. La economía verde se propone reducir o revertir impactos negativos medioambientales. La economía azul, promovida por el emprendedor belga Gunter Pauli, se basa en rescatar recursos que están disponibles (pero desaprovechados) en las comunidades, para promover el desarrollo local. Y la economía del triple impacto, surgida de las B-Corporation en EE.UU., está integrada por empresas que tienen el propósito de generar beneficios sociales y ambientales sin perder de vista la rentabilidad.

(…)

1 - Usar y reusar productos y componentes y convertir residuos en recursos


En el corazón de la economía circular late la necesidad de un cambio en la lógica tradicional de la producción y el consumo. La Fundación Ellen McArthur, una de las instituciones globales líderes en la promoción de este modelo, postula que la economía circular “es reparadora y regenerativa y pretende conseguir que los productos, componentes y recursos en general mantengan su utilidad y valor en todo momento”.

(…)

Una particular manera de rescatar recursos está en las prácticas de la economía azul. (…) Algunos de los proyectos desarrollados en el mundo bajo el esquema “azul” (Pauli dice que de ese color se ve el planeta desde el espacio) llevaron a la producción de hongos comestibles a partir de restos del café, de detergentes usando cáscaras de cítricos, y de papel aprovechando residuos de la minería.

2 - Gestionar los residuos, tarea para el hogar, las empresas y el Estado

Uno de los objetivos es lograr que haya cada vez menos basura y más material reutilizable como insumos. En esta tarea hay responsabilidad de las empresas, pero también se advierte que se necesita un marco más amplio, con acciones del Estado que ordenen una acción.

(…)

Sólo por citar dos casos: Xinca es una empresa mendocina de calzado que utiliza neumáticos en desuso para las suelas, y La Escombrera es un emprendimiento cordobés que transforma escombros en un material para la construcción.

El principio inspirador de esta estrategia está en “copiar a la naturaleza”, donde todo es capaz de transformarse para continuar dentro de un ciclo dinámico, en el que no se produce basura propiamente dicha.

3 - Diseñar para rescatar (y para producir bienes durables)

La responsabilidad de las empresas en la gestión de los residuos se inicia en la manera en que diseñan sus ciclos de producción y en los materiales elegidos. El químico Michael Braungart y el arquitecto William McDonough, en su libro De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas, postulan que, para “imitar a la naturaleza” y evitar desperdicios, debe haber una estrategia en la que desde la concepción y el propio diseño del producto se consideren cada una de las fases: extracción de la materia prima, procesamiento, utilización, reutilización, reciclaje.

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4 - Repensar el concepto de propiedad


La teoría de la circularidad cuestiona la necesidad que tienen las personas de ser propietarias de ciertos bienes. “Si lo que necesitamos es lo que el lavarropas nos provee, ¿es necesario ser los dueños del lavarropas?”, se pregunta Zorzoli. Que la empresa fabricante siga siendo la “dueña” del producto, sostienen los defensores de la circularidad, ayudaría a cambiar la lógica de un ritmo acelerado de consumo de bienes por una lógica basada en una mejor administración de los recursos, con los efectos favorables que eso tendría para cuidar la calidad de vida sobre el planeta.

Ese es, de alguna forma, el concepto que rige la práctica de los gobiernos de muchas ciudades, al poner a disposición de los ciudadanos bicicletas para uso compartido.

5 - Tener una estrategia para los envases

Una industria que está en el centro de la atención de la economía circular es la de envases. En el caso del vidrio, reutilizar una y otra vez los productos o descomponerlos para generar materia prima no es ninguna novedad. El envase de una bebida que hoy se compra puede estar hecho con materiales que vienen “circulando” desde hace 50 años o incluso más.

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6 - Orientarse a las energías de fuentes renovables

Otra de las metas de una economía con interés por el medio ambiente está en ir hacia un mayor uso de energías de fuentes renovables. La Fundación Ellen McArthur sostiene que los sistemas de producción deberían tratar de funcionar impulsadas fundamentalmente de esa manera, y afirma que eso sería posible “por los valores reducidos de energía que necesita una economía restaurativa”.

Un ejemplo concreto de menor necesidad de energía es que para fundir el vidrio molido no hace falta tanto calor como el que sí se necesita para fundir arena con cal, que es la materia prima del producto. “Al reciclar se necesita apenas el 25% de la energía que para el vidrio nuevo”, señala una guía sobre materiales recuperables publicada por la cooperativa Creando Conciencia, un emprendimiento cuyo objetivo de reducir daños medioambientales se une con el de la inclusión social.

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7 - Procurar la inclusión social y la creación de empleos

Para un movimiento como el de la economía de triple impacto, es un rasgo natural procurar un efecto positivo que involucre a los sectores más vulnerables de la sociedad. En el caso de la economía circular, la meta de una gestión adecuada de los residuos (eliminando fuentes de contaminación, que siempre afectan más a la población pobre) y casos como el de Creando Conciencia, muestran una fusión posible entre ambos objetivos.

Pero, más allá del potencial de los empleos verdes, llega una pregunta: si se consume de una manera más responsable y si se usan productos de mayor durabilidad, ¿no se afecta la capacidad de crear puestos? El economista británico Robert Skidelsky, que participó de un encuentro reciente de la OIT sobre el trabajo del futuro, identifica a la insatisfacción continua del consumidor y a la propensión a querer siempre más y más cosas materiales, como uno de los motores que llevó hasta ahora a generar puestos. En el futuro, y según dijo en una entrevista que le hizo LA NACION, si a la robotización de parte de los puestos se suma una tendencia a moderar el consumo, el nivel de trabajo pasará a depender en principal medida de otros fenómenos sociales, como la mayor esperanza de vida, que haría surgir tareas asociadas a la prestación de servicios de salud y de otro tipo para personas mayores.

8 - Redefinir el rol del consumidor y su relación con los bienes

“Los consumidores aún no hemos podido convertirnos en un factor de peso para contribuir a potenciar la economía circular”, afirma Zorzoli desde Amartya. “Cierto desamparo normativo, la falta de información y de visualización de los impactos, y el constante estímulo de hábitos de consumo basados en la comodidad y la inmediatez, hacen difícil transformar desde el rol de consumidores el sistema productivo actual”, explica.

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“Constituir un nuevo contrato social y transformar el sistema educativo son necesidades imperantes”, concluye.

9 - Financiar una actividad sostenible en reemplazo de donar

Algunos referentes de las nuevas economías creen que se debe revisar cómo se concibe la filantropía (definida por la Real Academia como “el amor por el género humano”). El cambio necesario consiste en dar el paso desde la donación hacia la inversión, para “hacer un uso más estratégico de los recursos”, según dice María Laura Tinelli, directora de Acrux Partners. (…) La diferencia con donar es que en este caso se alientan actividades que, se espera, sean sostenibles y mejoren la calidad de vida de las personas.

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10 - Identificar y darle fuerza al rol del Estado

“El Estado puede y debe definir las reglas de juego que faciliten la migración hacia una economía circular y que penalicen la linealidad en los procesos productivos”, afirma Del Castillo, que le asigna también a este actor social la responsabilidad de trabajar en la educación “ambiental, creativa y emprendedora” para que suceda el cambio. Entre las políticas específicas, hay quienes promueven una ley de envases, que obligue a incorporar siempre una parte de material reciclado a cada producto y que ayude a que puedan rescatarse botellas y frascos. Las normativas también podrían promover la recuperación de residuos capaces de transformarse en insumos, como el aceite usado por la actividad gastronómica.

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SILVIA STANG
“Diez claves para encontrarle la vuelta a la economía circular”
(la nación, 04.06.17)

12.6.17

el reloj de maría antonieta

bbc mundo

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En 1775, un hombre de 28 años llegó a Quai de l'Horloge, en ese entonces el corazón de la relojería en París.

Se llamaba Abraham-Louis Breguet y su genio transformó esa parte de la ciudad en la capital de la relojería del mundo.

Refinó todo lo que se había hecho hasta entonces y antes de cumplir los 45 años ya era considerado como el mejor relojero vivo, un título que muchos mantienen ligado a su nombre después de su muerte.

Como muchos de los grandes relojeros, Breguet era suizo. Su padre murió cuando tenía 11 años y su madre se casó con un relojero.

Su padrastro lo sacó del colegio y lo hizo su aprendiz.

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Tras apenas un año de aprendiz en Ginebra, ya era experto en los movimientos, engranajes, mecanismos de escape y había aprendido sobre relojes, cronómetros y cómo hacer que a un tic le siguiera un tac.

Llegó con ganas de aprender ingeniosas maneras de crear piezas más pequeñas y precisas, y de entender lo que en ese mundo se conoce como “complicaciones”.

Una complicaciones es cualquier función que no sea la básica de decir la hora y minutos, y requieren conocimientos más sólidos de relojería así como una comprensión más profunda del tiempo.

En el College des Quatre-Nations, Breguet aprendió sobre los ciclos solares, los calendarios lunares y cómo coreografiar cronología.

Además se enamoró, se casó y eventualmente estableció su propio taller en Quai de l'Horloge, o muelle del reloj.

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El primer invento que emergió de su pequeño taller fue el reloj perpetuo que, como su nombre indica, no necesitaba que se le diera cuerda pues aprovechaba la energía producida por el movimiento de quien lo usaba. Se convirtió en el aparato de moda en los 1780.

Fue el principio de una revolución general en términos de mecanismos, técnicas y estética: creó nuevas funciones, nuevos productos, manteniendo siempre su estilo simple y elegante.

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El relojero era tan admirado en las altas esferas de la sociedad que recibió la comisión más importante de su vida: crear una pieza para la reina de Francia, María Antonieta.

La comisión #160

En el registro del trabajo del taller de Breguet, que Emmanuel Breguet, el tatara-tatara-tatara-tataranieto de Abraham-Louis le mostró a la BBC, la comisión #160 es considerablemente más larga que las demás: “hacer un reloj digno de la reina”.

Entre las varias estipulaciones decía que debía tañer cada hora y cada cuarto de hora; tener un termómetro; mostrar el día, mes, año y años bisiestos; dar la hora solar y ser delicado pero robusto. Todas las partes internas sin excepción serían de zafiro.

Tenía que ser tan bello como ingenioso, con el máximo de complicaciones posibles y los materiales más preciosos.

Y no había límite ni de tiempo para terminarlo ni de dinero para fabricarlo.

Lo que no decía era quién lo había comisionado.

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En su tour de Europa, el conde Hans Axel von Fersen, un noble de Suecia, fue Versalles, donde aparentemente causó sensación.

Fersen conoció a María Antonieta en un baile de máscaras y se volvieron amigos cercanos. Muy cercanos. Se sospechó que eran amantes.

Precisamente en ese momento alguien ordenó un reloj muy especial para la reina.

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...pero pasarían 44 años antes de que el reloj estuviera listo.

Uno de los problemas fue que al principio de los 1780, Francia estaba al borde de un cambio sísmico.

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El relojero apoyaba la Revolución, pero a medida que se tornó más sangrienta, cualquier persona sospechosa de sentir alguna simpatía por los odiados reyes estaba en peligro. Y Breguet tenía vínculos con la corte pues le vendía sus creaciones.

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En 1793 Breguet se regresó a su nativa suiza y se llevó el Marie Antoinette, aún sin terminar.

El reloj estaba a salvo, pero la reina no tuvo la misma suerte.

El 16 de octubre de ese año, fue llevada a la Plaza de la Revolución. Tenía un sencillo reloj Breguet abrochado a su vestido, que contaba sus minutos finales.

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Pasarían dos años antes de que Breguet retornara a París en 1795, cargado de ideas que fue realizando en rápida sucesión, como el resorte regulador espira Breguet, un nuevo mecanismo de escape que no requería lubricación y el tourbillon, un mecanismo especial para evitar los efectos de la gravedad.

Versalles había desaparecido pero había una nueva corte, la de Napoleón Bonaparte, a la que Breguet le hacía relojes.

Breguet era el relojero más famoso del mundo y lo recompensaron con el máximo galardón de Francia: la Legion d'Honneur.

La aclamación no lo distrajo de su obsesión. Todo lo que ganaba era canalizado hacia la que sería su obra maestra.

Pero el tiempo, que tan bellamente contaba, también pasaba para él y en septiembre de 1823 se le acabó.

El maestro estaba muerto pero su trabajo aún estaba incompleto.

El reloj que Breguet había estado perfeccionando por cuatro décadas fue finalmente terminado por su hijo, el último día de 1827.

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Su primer dueño registrado fue el marqués de la Groye, quien había sido paje de María Antonieta.

Cuando el marqués falleció, el reloj estaba en el taller de los Breguet así que la familia volvió a custodiarlo.

A finales del siglo XIX volvió al mercado y fue comerciado discretamente por varios coleccionistas.
En 1917 el industrialista británico y coleccionista apasionado Sir David Salomons lo compró.

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Legó la colección a su hija quien la donó al Museo de Arte Islámico en Israel, un improbable destino final para el Marie Antoinette.

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El Marie Antoinette estuvo en su caja de cristal, en silencio y lejos del mundo de los aficionados a los relojes hasta 1983, cuando el más fabuloso reloj del mundo fue robado en el más grande atraco de relojes de la historia.

A eso de la media noche del 15 de abril de ese año, un hombre delgado vestido de negro entró al museo por una estrecha ventana.

Cortó círculos en los vidrios de los gabinetes y cuidadosamente sacó más de 100 relojes antiguos, algunas pinturas y un par de libros.

Tuvo tiempo de fumarse unos cigarrillos y se fue con una carga valuada en millones y millones de dólares.

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En 2005 se agotaron las esperanzas y el dueño de la marca Breguet, Nicolas Hayek, anunció el ambicioso plan de crear una réplica del desvanecido reloj.

Con la ayuda de unas pocas fotografías y detalles encontrados en los archivos Breguet, un equipo de ingenieros dedicó dos años a producir a mano 823 componentes y armar la asombrosa pieza.

Cuando estaban a punto de presentar la réplica, un comerciante de antigüedades llamado Zion Jakobov se comunicó con la curadora Rachel Hasson y le dijo que un abogado tenía la invaluable colección de Breguets del museo.

Hasson dudó hasta que se encontró cara a cara con el Marie Antoinette.
96 de los 106 relojes fueron recuperados.

Habían sido robados por un hombre llamado Na'aman Diller quien era un gran ladrón pero terrible vendedor.

Temiendo que lo descubrieran, dejó lo que robó en cajas de seguridad durante 23 años. Murió de cáncer en 2004 pero poco antes le confesó a su esposa lo que había hecho.

Fue ella quien contrató al abogado que empezó a hacer llamadas para organizar la devolución.

El Marie Antoinette volvió a ser la pieza principal de la colección del museo.

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“La asombrosa historia del espléndido reloj de María Antonieta”
(bbc mundo, 11.06.17)