¡Qué final la del Mundial de Rugby! ¡Para el recuerdo! Un partido de mucha lucha, no con un juego brillante, pero sí emocionante, con las dos defensas más aguerridas del torneo. Australia fue todo corazón y estuvo ahí del batacazo. Inglaterra fue un merecido campeón: le sacó una leve ventaja a los Wallabies, que siempre estuvieron atrás en el resultado. Y en la lucha de pateadores, Wilkinson tuvo el último drop y fue el héroe de la jornada (Flatney no le fue en zaga, metiendo los penales que había que meter).
Antes del Mundial, en Argentina se había establecido la idea de que los partidos se ganan con tries y se pierden con penales, y se actuó en consecuencia, marginando a Gonzalo Quesada de la titularidad. Cuando vemos que Inglaterra salió campeón, sin superar en tries a sus rivales, desde cuartos de final en adelante, cabe decir que se falló en la evaluación de lo que iba a ser este torneo. Defensas sólidas, kicks tácticos, altos porcentajes de recuperación en las formaciones fijas y un alta eficiencia en el pateador, las claves de los equipos que avanzaron en este Mundial. Para tener en cuenta para el futuro.
La cita es Francia en 2007 y vamos a ver si los dirigentes argentinos se ponen las pilas para ubicar a Los Pumas en el más alto nivel de competición. Están ahí nomás. El momento es histórico. Hay que aprovecharlo.
23.11.03
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