grupo de la muerte

Insisto: los dirigentes deportivos argentinos están pintados y van a los congresos de sus asociaciones a hacer turismo. El mismo mediocre nivel dirigencial que vemos en los campos políticos y empresarios. Otro sorteo más (ahora para el básquet olímpico) y otro grupo de la muerte para Argentina: Serbia y Montenegro (ex Yugolasvia, campeón mundial), Nueva Zelandia (cuarto), España, Italia, China (con una de las estrellas de la NBA). Agreguen los grupos de la muerte que nos tocaron en el fútbol y en el rugby, más los bonitos manipuleos que la dirigencia internacional hizo con el Voley (dejándonos afuera de la Liga Mundial, con el silencio cómplice de los dirigentes latinoamericanos) y el diagnóstico es claro: mientras los deportistas ponen la cara, los dirigentes sólo están para subirse al podio para sacarse fotos. No sólo se ganan títulos dentro del campo de juego, sino en la presencia activa en los fixtures, en la designación de los arbitrajes o en las sedes asignadas. Otra vez, se durmieron. Después que los medios hablen de fracaso si se llega a perder con algunos de estas potencias del deporte.