En "Solos en la madrugada", el locutor radial que interpretaba José Sacristán, le dice a su audiencia que no se pueden pasar los próximos 40 años hablando de los últimos 40 años. Vale recordar esta idea, en un nuevo aniversario de la instauración del Proceso. Más aún cuando tenemos otro acto de circo de nuestros políticos, distrayendo con el Museo de la Memoria y el traslado de la ESMA, para que no preguntemos quiénes fueron los responsables de la hecatombe de estos últimos años.
En el Juicio a las Juntas Militares, quedó al descubierto el mecanismo del llamado terrorismo de Estado instaurado por el Proceso. Más allá de los castigos y los perdones conferidos, la verdad histórica salió a la luz. Sin embargo, no ha habido ninguna CONADEP de la deuda externa, de los atentados a la Embajada y a la AMIA, de la corrupción de la reforma del Estado de los 90, de los beneficiarios de la chapucera devaluación del 2002, de la confiscación de los ahorros de los argentinos depositados en los bancos.
Ahora, para el mismo partido que aceptó sin chistar los indultos de Menem, es más que conveniente golpearse el pecho por el Proceso y enjugarse las lágrimas con las notas del himno nacional. ¿No sería un buen homenaje, para la generación que soportó la más sangrienta dictadura de nuestra historia, sacar a la luz, los otros muertos de los tiempos recientes?
24.3.04
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