Dos películas vistas en la semana. La primera, chiquita, para esperar que salga al video, fue “Obsesión”, una interesante historia con Natalia Verbecke y Gael García Bernal. Ojo, no es una obra maestra, no es guión superlativo, pero tiene una idea y la desarrolla bastante eficazmente. No es poco, cuando uno ve tantas películas sin ton ni son. Lo peculiar de esta película es que, hasta la mitad, creemos que nos está contando una historia de amor (chica que en la despedida de soltera besa a un desconocido y se enamora, poniendo en duda sus sentimientos amorosos respecto a su futuro esposo). Pero, de repente, la historia pega un giro y nada de lo que vimos, era cierto. Todo se transforma y la película es otra. Para tener en cuenta.
La otra película es “Troya”. Confieso que iba con cierto prejuicio, esperando ver asesinos ninja y rambos armados, frente a las murallas troyanas. No. Buenas escenas, bien filmadas (al estilo “Gladiador”), memorables tomas de las batallas y actuaciones dignas. Se inspira en “La Ilíada” pero no la sigue fielmente (ejemplo: Agamenón y Menelao mueren en Troya). Esa licencia vale porque sirvió para darle cierta profundidad dramática a los personajes. Agamenón se vuelve un astuto político deseoso de poder, Aquiles es una máquina de guerra, Héctor, el hombre valiente que no desea pelear porque sólo desea vivir junto a su esposa y ver crecer a su hijo. La película termina con el enfrentamiento entre Aquiles y Héctor (tal vez, incluyendo la escena de Príamo yendo a buscar el cadáver de su hijo). Lo que sigue hasta el final, es una concesión al público pochoclero. Podría obviarse. Pero en líneas generales, muy buena, para ver y para ver en un buen cine, con buen sonido e imagen. No esperen una obra maestra, pero sí una película buena.
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