Y para completar esta breve reseña, nada mejor que mencionar la colección más inútil del mundo. La organizó un hombre llamado Frank Damek, residente en Chicago. Comenzó su colección en 1870. Se trataba de formar un juego completo de naipes... pero cada naipe debía ser hallado por él en la calle. Es difícil establecer cómo concibió tan absurda idea, pero lo cierto es que mostró notable tenacidad.
Al principio fue bastante fácil. Al cabo de diez años sólo le faltaban quince figuras del mazo. Pero entonces la empresa se tornó más difícil. La suerte pareció abandonarlo. Algunos años halló en las calles de Chicago hasta tres de los naipes que le faltaban; luego pasaban los años y no encontraba una sola. Al fin, sólo le faltaban tres cartas: la sota de bastos, el tres de espadas y el dos de oros. Un día creyó que el propio Satán le estaba haciendo una broma, y que el mazo de cartas que alguien había dejado sobre el borde de un muro era nada más que un espejismo. Pero eran cartas absolutamente reales. Allí estaban la sota de bastos y el tres de espadas, pero... sí, era una broma del demonio: la única carta que faltaba era el dos de oros. Pasaron los años; Damek encaneció. Al fin, veinte años después de comenzar la colección, un día inolvidable del año 1890, la suerte le sonrió. ¡A sus pies estaba el dos de oros, y el espectáculo le pareció más bello que la más hermosa muchacha del mundo!
PAUL TABORI
Historia de la estupidez humana
15.6.05
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1 comentario:
excelente anécdota, la tengo grabada y la escucho para contarla como curiosidad a mis interlocutores... conozco una relacionada con el síndrome de Tourette de un hombre que evitaba con pánico la letra r al hablar y escribir 8buscaba reemplazantes de palabras, y evitaba la r... si alguien sabe la fuente que me la diga, pues la busco y no recuerdo dónde leí eso, pero lo leí...
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