“Iluminados por el fuego”, la película de Tristan Bauer, recientemente ganadora de un premio en el Festival de San Sebastián, despertó el comentario de un amigo de la página, Marcelo Arecchi, que nos acerca su opinión del filme, que transcribimos a continuación. Agradecemos al tocayo amigo por su colaboración con “Libreta Chatarra”. Mañana estará la crítica “oficial” de la página y, esperamos, el miércoles haya una respuesta resumiendo las sensaciones que nos ha producido esta película.
Es una película que emociona y esa emoción se transforma en llanto, risa, angustia, odio y amor a lo largo de toda su proyección. Sólo por eso, nada más y nada menos, debe considerarse como una buena película.
No deja de ser una película de guerra, de la guerra de Malvinas, vista desde el punto de vista de los “colimbas”. Tres soldados que sufren todo lo que se puede sufrir en una guerra más todo lo que se sufre por pertenecer a las fuerzas armadas de este país (preparada más para reprimir y secuestrar inocentes que para hacer una guerra convencional). Además, aporta algo del después, del tratamiento humillante de aquellos que llegaron derrotados y a los que gran parte de la sociedad les dio la espalda y aporta algo del ahora, el dato: a esta fecha murieron más excombatientes por suicidio que en combate.
La película en muchos momentos hace olvidar que es de producción nacional, con buenos efectos especiales y un sonido que es de lo mejor. La música bien elegida, aporta al clima que provocan las escenas y las actuaciones.
Ese clima llega a su máxima expresión cuando el protagonista retorna a las islas, muchos años después, y recorre lo que fue el campo de batalla y visita el cementerio donde quedaron nuestros muertos. Es importante aclarar que estas imágenes fueron realizadas en las mismas islas, lo que proporciona una extraña sensación al espectador.
Impresionante la escena en que el excombatiente, en ese retorno a las islas, encuentra una zapatilla Flecha, en realidad la suela de goma, que alguna vez fuera usada por un soldado argentino en 1982; que, según comentarios de los realizadores, hay cientos y cientos de ellas en el suelo insular.
Lo que logra esta película es recordar a los héroes de Malvinas, a los verdaderos héroes e intenta darles el lugar que se merecen.
Marcelo Arecchi
soldado conscripto 1963
26.9.05
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