No es suficiente evitar simplemente sentirse desanimado cuando llega una prueba. Cuando llega una desgracia, el Samurai debe alegrarse y coger la suerte que le es ofrecida por poder emplear así su energía y su valentía. Tal actitud difiere radicalmente de la simple resignación. Cuando la marea sube, el barco flota...
HAGAKURE
El libro del samurai
31.10.05
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