18.1.06

clive staples lewis (II)

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Convertido al anglicanismo (para disgusto del católico Tolkien), Lewis se transformó en el "apóstol de los escépticos", participando en los debates públicos cristianos en los que defendía su fe, nacida de la "evidencia". Anticomunista y antifascista, el pensamiento de C. S. Lewis circulaba por varias sendas, la de la posibilidad de leer la obra de Dios como se interpretan los clásicos literarios occidentales, la unión del hombre y los animales, la comunidad de lo vivo confrontando con la frialdad vacía del mal y el lenguaje humano como eco de las palabra de Adán en el Paraíso.

El cristianismo asoma entre las líneas de su trilogía de ciencia ficción del Planeta Silente y en las siete novelas que integran "Las crónicas de Narnia", publicadas entre 1950 y 1956 (detestada por Tolkien quien, a lo Borges, no veía bien la sociedad entre alegoría y literatura). Entre la mixtura de mitos nórdicos, celtas, griegos y cristianos, Lewis intercaló su propia experiencia compartida con los niños huérfanos de la Segunda Guerra Mundial que recibía en Oxford.

No todos tuvieron la misma opinión de Tolkien sobre "Narnia". Una admiradora norteamericana quedó tan prendada por los escritos de Lewis que cruzó el Atlántico, para conocer a su autor. Helen Joy Davidman, judía conversa al cristianismo, casada, con un hijo, el pequeño Douglas, de su anterior matrimonio con otro novelista. Apasionada, inconveniente e incorregible, fue un borbotón de aire fresco para el académico que vivía en forma espartana en Oxford, tras la muerte de Janie Moore, la madre del amigo que murió en batalla. C. S. Lewis se enamoró incondicionalmente de esa mujer, "Joy", justamente, como esa alegría y regocijo mítico que intuyó en su infancia. "Celebrábamos el amor. No hubo corazón ni cuerpo que quedara insatisfecho" escribió.

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Esa es la historia de amor que relató Richard Attenborough en la película "Tierra de sombras", donde Jack Lewis fue interpretado por Anthony Hopkins y Debra Winger (la exquisita Debra Winger) le puso el cuerpo a Joy.

"Leemos para saber que no estamos solos" dice Lewis en un momento del filme. Rayito de sol en el final, Joy murió de un cáncer óseo, cuatro años después de conocer al hombre tras Narnia. Jack sobrevivió sólo tres años. Su dolor quedó garabateado en "Una pena observada" donde, como Job, confronta a Dios.

C. S. Lewis murió en 1963, en su casa en Oxford, donde vivía con su hermano Warren, el mismo día que murió Aldous Huxley y que John Fitzgerald Kennedy caía en Dallas, bajo las balas de su asesino.

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FUENTES:

"El león de Dios"
Mariana Enriquez
(radar, página 12, 09/01/06)

"C.S.Lewis: entre la fantasía y la religión"
Pablo Makovksy
("Ñ", 31/12/05)

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