Se dice que el califa Harum Al Raschid usaba unos lentes que le permitían ver únicamente a los hombres justos. Sin embargo, aquel juicio óptico era tan estricto que el califa jamás pudo ver a nadie, de suerte que resolvió deshacerse de los anteojos, pues prefería la traición a la soledad.
ALEJANDRO DOLINA
Bar del infierno
4.5.06
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