17.1.07
viejito rápido
SUEÑOS DE GLORIA
La vieja historia del camino del héroe, del hombre que no cede a resignar sus sueños, no importa que esté en el final de su jornada. “Sueños de gloria” no es una obra maestra, pero es una muy buena película. Y en estas épocas, no es poco. Es la historia increíble, pero real de Burt Munro, un neocelandés de un pueblo perdido al sur de la isla, que se pasó 25 años mejorando la moto Indian comprada en 1920. Cada mejora adicional le fue dando un toquecito más de velocidad. Y su sueño, cuando ya bordea los 70, con una arteriosclerosis a cuestas y un infarto cercano en cualquier momento, es viajar a Bonneville, la mejor pista de pruebas del mundo, para probar de cuánto es capaz esa vieja moto mejorada.
La película de Roger Donaldson (el director de “Trece días”) se mece al ritmo cansino de Invercargill, el pueblito de Nueva Zelanda al borde del océano, en cuyas playas Munro testeaba sus motos. La trama se estructura en tres unidades claras: la etapa pueblerina en Nueva Zelanda, la road movie por las rutas de Estados Unidos hasta llegar a Bonneville y el momento de la prueba, en el lago seco de Bonneville. En cada tramo, el héroe encuentra obstáculos, inconvenientes que nos hacen decir: “no, no va a poder; es una locura”. Pero Munro sigue adelante fiel a su perseverancia en apariencia inconsciente. Ese fuego por la obtención de su sueño contrasta con sus 70 años, su imagen de dinosaurio a quien le pasó de lado la oportunidad. Tenaz, Munro sabe que tiene una chance, sólo una bala más en la cartuchera, y no cederá hasta quedar en la gloria.
No revelamos nada importante en términos dramáticos, si decimos que no sólo Munro quebró el récord mundial para motocicletas de menos de 1000 cc., sino que, esa marca, sigue sin ser batida hoy en día. Impresionante historia de vida y más impresionante porque fue real. (Hay algunas “licencias” poéticas en el relato pero que no invalidan la veracidad del hecho en sí).
En un elenco amable, se destaca la actuación de Anthony Hopkins, en un gran trabajo, medido, sin que su personalidad desborde al personaje que tiene que representar. Es un muy buen papel para poner entre los mejores trabajos de Hopkins.
Escenas a destacar: la ruptura del récord; la llegada a Bonneville; la despedida de Munro de su vecindario; el regreso, en la última escena del filme; los diálogos con Tina.
Las mejores frases, en un post de mañana
CONSEJO: esperar al video. Anotarla para ver.
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