A las 2 de la mañana, Auchmuty dio sus últimas instrucciones a sus oficiales y la tropa, en absoluto silencio, marchó hacía las murallas de la ciudad.
Alrededor de las 3 y media, se dio la orden de avance. Al descubrir la columna de avanzada, los defensores de Montevideo iniciaron un nutrido fuego, desde el frente y los flancos. En la oscuridad, la columna de avanzada no lograba encontrar la brecha que habían abierto en la muralla, debiendo soportar quince minutos bajo fuego enemigo. Finalmente el capitán Renny y el teniente Smith hallaron la brecha; el primero murió en el ataque, el segundo cayó herido.
El ataque se hizo encarnizado, a golpes de bayoneta, con muestras de valor en ambos bandos. “La brecha en su parte exterior estaría cubierta de muertos y heridos del ejército inglés” escribió el teniente Samuel Walters en sus memorias “y en la parte interior se encontraron capas sobre capas de muertos españoles”.
En un cruento combate en la plazoleta de entrada a la ciudad, defendiendo la ciudad, cayó muerto el corsario francés Hipólito Mordeille quien se había lucido durante la Reconquista de Buenos Aires.
Otros puntos cedieron en la defensa y alrededor de las 4 y media, sólo ondeaba la bandera española en la ciudadela, que se rindió poco después, a pedido del gobernador Ruiz Huidobro, prisionero británico junto a Arce. Más de mil muertos españoles y cerca de 200 muertos británicos fue el saldo del ataque.
Montevideo estaba ahora en manos británicas.
(Éste y otros posts sobre las invasiones inglesas pueden consultarse en: http://invasionesinglesas.blogspot.com)
26.3.07
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