23.5.07
¿dónde estabas en la mañana del 22 de diciembre de 1989?
BUCAREST 12:08
Un claro ejemplo de cómo, con mínimos recursos y mucho, pero mucho ingenio, se puede hacer una pequeña obra maestra. Noten con qué elementos el debutante Corneliu Porumboiu cuenta su historia: cámara fija (los actores se mueven delante de ella), imágenes de las callejuelas de una ciudad, al amanecer y al atardecer, un segmento de casi una hora, un falso programa de TV trucha, tres tipos sentados a una mesa con una foto de fondo. Nada más. Tres personajes principales, un puñado de secundarios y mucho humor y una mirada melancólica, para una de los hallazgos del año.
“Bucarest 12:08” cuenta la historia de tres personajes, tres vecinos de Vaslui, una ciudad rumana: un profesor borranchín que le debe plata a todo el mundo; un viejito viudo que supo hacer de Papá Noel; un periodista de la televisión local, casado y con amante en su lugar de trabajo. Un programa de televisión, en la noche de Navidad, es la excusa para reunirlos. El tema: ¿qué pasó el 22 de diciembre de 1989, cuando Ceausescu escapó de Rumania? ¿Hubo una revolución en Vaslui o el pueblo salió a gritar “¡Abajo el comunismo!” sólo después que supo que el dictador había huido?
Lo gracioso es que en esa hora de programa, asistimos al delirio más absoluto desde el que asegura que estuvo, del que dice que lo vio borracho, del ex agente de Inteligencia que se siente ofendido porque le recordaron su pasado, desde el tipo que afirma que no había nadie pero que a esa hora se fue a hacer las compras al supermercado. En ese desfile provinciano y patético, quedan al descubierto las pequeñas miserias, vistas con un tono melancólico y compasivo. Dos frases, dichas por sendos personajes, resumen la tesis del filme: “la revolución se hace como se puede, no como se debe” y “¿por qué se tratan tan mal los rumanos, unos a otros?”.
La mirada final, en una ciudad que anochece en su Navidad, nos tira la voz en off del camarógrafo (alter ego del director) apostando que la revolución es tal como la recordamos o como la queremos recordar. A veces no conviene tanto desmenuzar el pasado, no flagelarnos en las cicatrices de nuestra cobardía, sino refugiarse en la serenidad del recuerdo, que no será verdadero pero nos da la paz de espíritu necesaria para afrontar el futuro. Al fin y al cabo, disfruta de la nieve de hoy, porque mañana, indefectiblemente, será barro.
Escenas: la larga secuencia del programa de TV; las luces de la ciudad, apagándose al nacer el día; el diálogo del conductor televisivo con el chino.
Frases destacadas: “Cuando vi que todo había saltado por los aires en Bucarest, yo también salí”; “¿Es una revolución si la gente sale después de los hechos?”; “Buenas tardes, telespectadores. Tema de hoy: ¿hubo o no hubo revolución en nuestra ciudad?”.
CONSEJO: agendarla. Puede verse en video, pero es una muy buena opción para cine.
Para el que quiera ver una muestra, aquí hay un trailer:
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