29.6.07
se aburguesó el ogro
SHREK TERCERO
El fiasco del 2007 tiene nombre y apellido: “Shrek tercero”. Flojísima continuación, indigna de sus predecesoras. Una película hecha con desgano y en piloto automático, actitud que no se merecía este verde personaje.
La excusa argumental del filme, es que ha muerto el padre de Fiona (con la voz de Cameron Diaz) y Shrek (quien no se considera un buen sucesor) sale a buscar al otro heredero, el ignoto Arturo que es adolescente y el hazmerreír de su escuela secundaria. En el medio, el Príncipe Encantador trama un golpe de estado, en complicidad con los otros villanos de los cuentos infantiles, para tomar el poder. Y, en una segunda línea, Fiona (Cameron Diaz pone la voz a este personaje) está embarazada (Fiona, no Cameron), para terror de Shrek que si no se veía como rey, mucho pero mucho menos, se ve como padre.
El problema central de la trama de “Shrek tercero” es la debilidad dramática de la historia, la liviandad de los gags y cierto apuro para terminar la película y vender muñequitos, juguetes y golosinas (a propósito, digo, ¿no es mucho vender Nesquick con “sabor de pantano” (sic) ). Como el marketing funciona, no importa lo que se ponga en pantalla, en este episodio se decidió no hacer el trabajo que sí se hizo en los primeros dos episodios. Y el resultado demuestra esta actitud cómoda.
De los pocos gags rescatables de esta película, nos quedamos con el sueño múltiple de Shrek, la escena de Pinocho interrogado por el Príncipe Encantador y el personaje, la Bella Durmiente, que ronca en cada escena. Y, por supuesto, la hermosa voz de Cameron Diaz detrás de Fiona.
Las frases:
Hay gente que no sabe respetar la intimidad.
¿Has visto a los bebés de hoy en día? Sólo comen, hacen caca y lloran... y luego lloran cuando hacen caca y hacen caca cuando lloran. Imagínate a los ogros bebés.
-El Rey Rana... ha muerto.
-Ponte otra vez el sombrero.
Había una vez... alguien que decidió que fuéramos perdedores. Pero toda historia, tiene dos versiones. Y la nuestra aún no se ha contado.
Amigos míos, ojalá que hayan aprendido esta lección. La próxima vez que metan la cabeza de un niño en una bacinilla, piénsenlo dos veces. Tal vez, él tiene sentimientos. Tal vez, no deban tratarlo tan mal. Porque... tal vez... sólo tal vez... El niño se pueda convertir...no sé... ¿rey? Y tal vez el primer decreto real sea... decapitar a todos aquellos que lo fastidiaban. ¡Si! ¡Los tengo en la mira!
-Bueno, yo no sé donde no está.
-¿Estás diciéndome que no sabes donde está Shrek?
-No, sería inexacto suponer que, no podría dejar de decir que es casi parcialmente incorrecto.
-¿Si sabes donde está?
-Definitivamente, diría, que rechazo la idea de que sea posible con cierta falta de probabilidad...
-¡Basta!
-...de que sepa o no sepa, donde a lo mejor no está... Pero si en verdad no estuviera, aunque estaba... y yo sabía que estaba y no está...
Hasta los ogros sienten miedo.
-Sé que quieres que sea Rey pero… no puedo… No tengo madera de rey y jamás la tendré ¿Entiendes? Hasta mi padre sabía que yo no valía. Me abandonó en la escuela en cuanto pudo y... yo nunca mas supe de el.
-Mi padre tampoco fue bueno conmigo.
-Dudo que fuera peor que el mío.
-¿Pues, sí? Mi padre era un ogro. Trató de cocinarme. Bueno, debí darme cuenta antes... me bañó con salsa y me mandó a dormir con una manzana en la boca.
-De acuerdo... creo que si era peor.
… la gente me veía como un monstruo. Y por mucho tiempo... yo lo creí. Pero después empiezas a ignorar los nombres por los que te llaman y… entonces crees en lo que tú eres.
-¿Entonces quieren seguir siendo villanos toda su vida?
-Pero somos villanos. Es lo que sabemos hacer.
-¿Y nunca quisieron ser algo más?
-Para ti es fácil decirlo. Tú no eres un árbol encantado.
Lo que él no les dice es que no es fácil trabajar bien cuando todo el mundo está en tu contra.
CONSEJO: dejar pasar.
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