30.11.07
Roma está en llamas
LEONES POR CORDEROS
Reconozco que tengo una debilidad especial por esta clase de películas de debate político, filmes que buscan inspirar un cambio en la sociedad que las tiene de referente. ¿Y quién mejor que Robert Redford como símbolo de ese intelectual progresista, liberal para los yanquis, psicobolches para nosotros? “Leones por corderos” es una película expositiva. Su fuerza es la palabra (como en un tiempo, no muy lejano, lo era para la democracia). Toda la película es el desarrollo de tres diálogos claves en la vida de los personajes, tres diálogos que se interrelacionan. No hay más secretos en el guión de Matthew Michael Carnahan. Tal vez por esa simplicidad engañosa, la crítica despreció este filme, con parlamentos, interpretaciones e ideas por demás interesantes.
Adelantamos que “Leones por corderos” se compone de tres diálogos: el de un profesor universitario con un estudiante con mucho potencial pero apático; el de un senador que intenta “venderle” a una veterana periodista de izquierda, una nueva estrategia militar para ganar en Afganistán; dos soldados, un afroamericano y un latino, cercados por el enemigo en una llanura desértica de Afganistán. La estrategia del senador es la que está puesta a prueba en la carne de los soldados, voluntarios que fueron estudiantes prometedores en el curso del profesor universitario que intenta convencer a otro alumno de aprovechar sus habilidades para cambiar la realidad.
Esa es la interconexión entre protagonistas e ideas. Y el tapiz que dibujan esos diálogos, ocurriendo al mismo tiempo (con la excepción de algún flashback esclarecedor) es la mediocridad de los dirigentes de las democracias modernas, con manos libres por la apatía y la falta de compromiso de los ciudadanos que deberían oponerse a sus decisiones de muerte. Ni más ni menos, de eso trata “Leones por corderos”. Y si bien la mayor parte del debate atañe a los norteamericanos, ¿quién no puede sentirse identificado en estas pampas, cuándo se habla de congresistas corruptos, periodistas mercenarios y dirigentes imbéciles?
La película se apoya en tres actuaciones muy buenas, de tres actores con carisma reconocido (Redford, Streep, Cruise) y un grupo de secundarios correctos, sin grandes hallazgos, pero que acompañan sin debilidades. El diálogo entre Streep y Cruise es delicioso, por las sutilezas del diálogo, el juego de ataques y defensa, siempre con una sonrisa en los labios. Hay que seguir con atención esas altas y bajas de la conversación, porque es un delicado trabajo de escritura para revelar cómo un personaje que trata de ser diplomático, en algún momento del diálogo muestra sus garras y sus verdaderas intenciones. Sin duda, de los tres diálogos, el mejor es que el interpretan Streep y Cruise.
Las mejores frases (y son muchas), mañana.
CONSEJO: para amantes del cine político. Puede verse en DVD, pero es una de las buenas ofertas que hay en la cartelera actual.
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