1.5.08

velorios eran los de antes

Photobucket
MUERTE EN UN FUNERAL

Recibida con cierta frialdad por la crítica argentina, “Muerte en un funeral” es un pequeño suceso de taquilla local, gracias al boca a boca, un auténtico trabajo de hormiga del espectador. ¿Qué es lo que tiene de peculiar? Bien mirado, no es un guión excepcional ni una historia antológica. Tiene la sencillez de contar una pequeña historia con mucho humor, haciéndonos reír en más de un pasaje. Y, a esta altura del cine, esto no es poco. Es el mérito (no menor) de esta historia que no redefine el género, pero nos hace pasar un buen momento.

Ésta es la historia del funeral del papá de Daniel. Como cuadra en toda familia que se precie de tal, las bodas y los velorios reúne las más bajas miserias y los más sublimes sentimientos. Y este funeral no es la excepción. En un mismo lugar confluyen varias historias: Daniel haciéndose cargo del velorio y del discurso que todos esperan que dé el hermano escritor especialmente venido de Nueva York; el novio de una prima que, equivocadamente, tomó un alucinógeno en lugar de un Valium; un viejo pesado en silla de ruedas; un enano chantajista que amenaza con revelar sórdidas historias del pasado del muerto; una viuda sin consuelo; un ex novio que se resiste a ser rechazado; un gordito desubicado.

Photobucket

Este poker de personajes nos regala una serie de gags, alguno más descomunal que otro, con un final emotivo. El elenco es fundamental para acompañar la gracia del guión, con la ductilidad que tienen los actores británicos para enganchar en la dinámica de la comedia sin desbordes ni artificios.

Sin muchos secretos y con oficio, “Muerte en un funeral” merece el favor que se ganó del público, por su noble intención de hacernos pasar un buen momento en una sala de cine.

Photobucket

Escenas destacadas: el gag del muerto en el cajón; el discurso del Daniel; la revelación del enano chantajista; la persecución del novio drogado y desnudo por los tejados de la casa.

Las mejores frases: mañana.

CONSEJO: ir a verla.

No hay comentarios.: