5.3.09
el mito de la Tierra Cuadrada
Una interpretación que tiene sus raíces en las polémicas positivistas del siglo XIX, pretende que la Edad Media eliminó todos los descubrimientos científicos de la antigüedad clásica para no contradecir la letra de las sagradas escrituras. Es cierto que algunos autores patrísticos intentaron dar una lectura absolutamente literal de la Escritura allí donde ésta dice que el mundo está hecho como un tabernáculo. Por ejemplo, en el siglo IV Lactancio (en sus Institutiones divinae), partiendo de esa base, se oponía a las teorías paganas de la redondez de la Tierra, amén de que no podía aceptar la idea de que existieran Antípodas donde los hombres caminaran con la cabeza al revés. E ideas análogas había sostenido Cosma Indicopleuste, un geógrafo bizantino del siglo VI, que en su Topografía Cristiana, siempre pensando en el tabernáculo bíblico, había descrito en forma precisa un cosmos de forma cúbica, con un arco dominando el suelo plano de la Tierra.
Ahora bien, que la Tierra era esférica, excepto algunos presocráticos, los griegos ya lo sabían desde los tiempos de Pitágoras, quien la consideraba esférica por razones místico-matemáticas. Naturalmente, lo sabía Ptolomeo, que había dividido el globo, pero ya lo habían comprendido Parménides, Eudoxo, Platón, Aristóteles, Euclides, Arquímedes y obviamente Erastótenes, que en el siglo tercero antes de Cristo había calculado con una buena aproximación la longitud del meridiano terrestre.
(…)
En el siglo VII después de Cristo, Isidoro de Sevilla (que no era precisamente un modelo de exactitud científica) calculaba la longitud del Ecuador en ochenta mil estadios. Alguien que habla de círculo ecuatorial evidentemente supone que la tierra es esférica.
También un estudiante de secundario puede deducir fácilmente que, si Dante entra en el embudo infernal y sale por el otro lado viendo estrellas desconocidas a los pies de la montaña del Purgatorio, significa que sabía perfectamente que la tierra era esférica. Pero lo mismo habían opinado Orígenes y Ambrosio, Beda, Alberto Magno y Tomás de Aquino, Ruggero Bacone, Giovanni di Sacrobosco, por citar solamente a algunos. La materia de la disputa en tiempos de Colón era que los doctos de Salamanca habían hecho cálculos más precisos que él y consideraban que la Tierra, redondísima, era más grande de lo que creía el genovés, y por ende era insensato tratar de circunnavegarla. Es obvio que ni Colón ni los doctos de Salamanca sospechaban que entre Europa y Asia había otro continente.
(…)
Ahora veamos esa imagen del Beato Angelico en la catedral de Orvieto. El globo (generalmente símbolo del poder soberano) que sostiene Jesús en la mano representa un Mapa-T invertido. Si seguimos la mirada de Jesús, vemos que está mirando el mundo y por ende el mundo está representado como lo ve él desde lo alto y no como lo vemos nosotros, y por ende, dado vuelta. Si en la cara de un globo aparece un mapa-T quiere decir que se lo entendía como representación bidimensional de una esfera.
UMBERTO ECO
“La redondez de la Tierra en el Medioevo”
(“ñ”, 28.02.09)
no-hay-papel.blogspot.com
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario