La primera, imperiosamente, dicta su decreto:
"¡Comience el cuento!"
La segunda, un poco más amable, pide
que el cuento no sea tonto,
mientras que la tercera interrumpe la historia
nada más que una vez por minuto.
¡Dios mío! ¡Qué cosas tan extrañas pasan hoy! Y ayer todo pasaba como de costumbre. Me pregunto si habré cambiado durante la noche. Veamos: ¿era yo la misma al levantarme esta mañana? Me parece que puedo recordar que me sentía un poco distinta. Pero, si no soy la misma, la siguiente pregunta es ¿quién demonios soy? ¡Ah, este es el gran enigma!
De nada servirá que asomen sus cabezas por el pozo y me digan: “¡Vuelve a salir, cariño!” Me limitaré a mirar hacia arriba y a decir: “¿Quién soy ahora, veamos? Decidme esto primero, y después, si me gusta ser esa persona, volveré a subir. Si no me gusta, me quedaré aquí abajo hasta que sea alguien distinto...” Pero, Dios mío -exclamó Alicia, hecha un mar de lágrimas-, ¡cómo me gustaría que asomaran de veras sus cabezas por el pozo! ¡Estoy tan cansada de estar sola aquí abajo!
-Todos hemos ganado, y todos tenemos que recibir un premio.
-¿Pero quién dará los premios? -preguntó un coro de voces.
-Pues ella, naturalmente -dijo el Dodó, señalando a Alicia con el dedo.
Y todo el grupo se agolpó alrededor de Alicia, gritando como locos:
-¡Premios! ¡Premios!
"Yo seré
al mismo tiempo
el juez y el
jurado." Lo dijo
taimadamente
la vieja Furia. "Yo seré
la que diga
todo lo que
haya que decir, y también quien
a muerte condene."
Cuando leía cuentos de hadas, nunca creí que estas cosas pudieran ocurrir en la realidad, ¡y aquí me tenéis metida hasta el cuello en una aventura de éstas! Creo que debiera escribirse un libro sobre mí, sí señor.
-No sirve de nada llamar -dijo el lacayo-, y esto por dos razones. Primero, porque yo estoy en el mismo lado de la puerta que tú; segundo, porque están armando tal ruido dentro de la casa, que es imposible que te oigan.
-Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar -dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio... -dijo Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes -dijo el Gato.
-... siempre que llegue a alguna parte -añadió Alicia como explicación.
-¡Oh, siempre llegarás a alguna parte -aseguró el Gato-, si caminas lo suficiente!
-Necesitas un buen corte de pelo -dijo el Sombrerero.
Había estado observando a Alicia con mucha curiosidad y estas eran sus primeras palabras.
-Debería aprender usted a no hacer observaciones tan personales -dijo Alicia con acritud-. Es de muy mala educación.
Al oír esto, el Sombrerero abrió unos ojos como naranjas, pero lo único que dijo fue:
-¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?
“¡Vaya, parece que nos vamos a divertir!”, pensó Alicia. “Me encanta que hayan empezado a jugar a las adivinanzas.” Y añadió en voz alta:
-Creo que sé la solución.
-¿Quieres decir que crees que puedes encontrar la solución? -preguntó la Liebre de Marzo.
-Exactamente -contestó Alicia.
-Entonces debes decir lo que piensas -siguió la Liebre de Marzo.
-Ya lo hago -se apresuró a replicar Alicia-. O al menos... al menos pienso lo que digo... Viene a ser lo mismo, ¿no?
-¿Lo mismo? ¡De ninguna manera! -dijo el Sombrerero-. ¡En tal caso, sería lo mismo decir “veo lo que como” que “como lo que veo”!
La Reina se puso roja de furia, y, tras dirigirle una mirada fulminante y feroz, empezó a gritar:
-¡Que le corten la cabeza! ¡Que le corten...!
-¡Tonterías! -exclamó Alicia, en voz muy alta y decidida.
Y la Reina se calló.
La teoría del verdugo era que resultaba imposible cortar una cabeza si no había cuerpo del que cortarla; decía que nunca había tenido que hacer una cosa parecida en el pasado y que no iba a empezar a hacerla a estas alturas de su vida.
La teoría del Rey era que todo lo que tenía una cabeza podía ser decapitado, y que se dejara de decir tonterías.
La teoría de la Reina era que si no solucionaban el problema inmediatamente, haría cortar la cabeza a cuantos la rodeaban.
-Estás pensando en algo, querida, y eso hace que te olvides de hablar. No puedo decirte en este instante la moraleja de esto, pero la recordaré en seguida.
-Quizá no tenga moraleja -se atrevió a observar Alicia.
-¡Calla, calla, criatura! -dijo la Duquesa-. Todo tiene una moraleja, sólo falta saber encontrarla.
¿Porqué no te mueves más aprisa? le preguntó una pescadilla a un caracol.
Porque tengo tras mí un delfín pisoteándome el talón.
¡Mira lo contentas que se ponen las langostas y tortugas al andar!
Nos esperan en la playa -¡Venga! ¡Baila y déjate llevar!
-Recibíamos una educación perfecta... En realidad, íbamos a la escuela todos los días...
-También yo voy a la escuela todos los días -dijo Alicia-. No hay motivo para presumir tanto.
-¿Una escuela con clases especiales? -preguntó la Falsa Tortuga con cierta ansiedad.
-Sí -contestó Alicia. Tenemos clases especiales de francés y de música.
-¿Y lavado? -preguntó la Falsa Tortuga.
-¡Claro que no! -protestó Alicia indignada.
-¡Ah! En tal caso no vas en realidad a una buena escuela -dijo la Falsa Tortuga en tono de alivio-. En nuestra escuela había clases especiales de francés, música y lavado.
El Conejo Blanco se puso las gafas. -¡Por dónde debo empezar, con la venia de Su Majestad? -preguntó.
-Empieza por el principio -dijo el Rey con gravedad- y sigue hasta llegar al final; allí te paras.
Las fotografías corresponden a la serie “Alice in Wonderland” del fotógrafo cubano Abelardo Morell. Los textos son fragmentos de “Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll, que sirvió de inspiración al trabajo de Morell. No hay ningún retoque digital en estas tomas de Morell quien fotografió las imágenes de las clásicas ilustraciones de John Tenniel para el libro de Carroll, frente a objetos cotidianos. Varias de estas piezas pueden observarse (junto a otros trabajos del artista cubano) en la exposición “Visión revelada” en el Museo Nacional de Bellas Artes.
FUENTES:
El sitio de Abelardo Morell donde se pueden ver gran parte de sus trabajos:
http://www.abelardomorell.net/
El clásico de Lewis Carroll se puede descargar en “Hansi Libroz”:
http://www.bibliotheka.org
Un resumen del libro en “Wikipedia”:
http://es.wikipedia.org/wiki/Alicia_en_el_país_de_las_maravillas
Una pequeña biografía de John Tenniel:
http://es.wikipedia.org/wiki/John_Tenniel
Las ilustraciones de Tenniel para “Alicia...” se pueden descargar en:
http://www.alice-in-wonderland.net/alice2a.html
La información sobre la exposición en Bellas Artes:
http://mnba.org.ar/detalle_exposicion_temporal.php?exp=3&exposicion=76
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