EL SECRETO DE SUS OJOS / LA RAGAZZA DEL LAGO
data: http://www.imdb.com/title/tt1305806/ / http://www.imdb.com/title/tt0770829/Borges analiza que, tras el deslumbrar inicial de la resolución del enigma, el género policial debe recurrir a otros elementos (propios de la literatura) para trascender en su destino de grandeza. El policial americano es el ejemplo más claro de los caminos que toma el género: retratar las imperfecciones de la sociedad importa más que descubrir quién fue el homicida.
Dos estrenos recientes de la pantalla argentina trabajan desde el policial como excusa, apenas puntos de salida para retratar la sociedad que los rodea.
“El secreto de sus ojos” de Campanella, nos cuenta como un crimen cambia la vida de un asistente de un juzgado y de un marido; también, de cómo un país (Argentina) inicia su pendiente, desde el 1974 en que una mujer es violada y asesinada, hasta la etapa reciente en la que Espósito, ya jubilado, empieza a escribir lo qué pasó. El crimen tiene un carácter mágico, iniciático, un hecho que, como elemento azaroso, altera el orden hasta ahí establecido. Es una puerta a un mundo donde el horror y la oscuridad reinan. Con sólo ver el cuerpo, Espósito sabe que su vida ha cambiado y que no podrá permanecer indiferente a la tragedia que ese cadáver genera. Su vida, misteriosamente, se corrompe: es el primer escalón de su fracaso.
“El secreto…” no necesita declarar su origen: es eminentemente argentino, en cada diálogo, cada recoveco de la administración de justicia, cada muestra de la impunidad y de las diferencias de clase. Se retrata el comienzo de la descomposición de una sociedad que se hunde, sin resistencias, en su mediocridad. Espósito no puede existir en otro país que no sea Argentina; los personajes de “El secreto…” son seres que ven perder sus sueños, su futuro, por un hecho arbitrario al que son ajenos. La arbitrariedad destruyendo destinos, tal vez el rasgo más característico argentino.
Campanella envuelve al relato con el ropaje vistoso de los mejores recursos cinematográficos. El plano secuencia sobre la cancha de Huracán ingresa, seguramente, entre las mejores escenas de la historia de la cinematografía local. Apoyado en las interpretaciones de Ricardo Darín y Guillermo Francella, sólo la última escena (la tentación del “happy end”) puede reprochársele. “El secreto…” está entre las mejores películas del cine argentino y su éxito es una confirmación de que el público local está a años luz de una crítica autista y amiguista.
En “La ragazza del lago” del italiano Andrea Molaioli, también hay un crimen y ese homicidio es lo menos importante de la historia. En un sereno pueblo del Friuli italiano, una adolescente aparece muerta a la orilla de un lago. Ese hecho de sangre conmueve a una comunidad tan mansa como incapaz de preguntarse quién de ellos pudo ser el asesino. El Comisario Sanzio investiga el crimen y esa tarea lo lleva a indagar a los habitantes del pueblo, a escarbar en los secretos y las pequeñas miserias de gente básicamente buena.
El hallazgo de “La ragazza…” consiste en que la cacería del policía se ejerce con parsimonia, sin pasión, sin ánimo de venganza. Prácticamente, es una labor terapéutica: Sanzio le falta abrazar al homicida que se derrumba en su confesión. Hay un clima de compresión (no de justificación), una certidumbre de que la vida es lo suficientemente oscura para que el crimen sea la menor de sus manchas.
Hay otra historia más que cuenta este policial: los padres no pueden ni imaginar lo que pasa en la cabeza de sus hijos. Hay una incomunicación primordial insuperable. Básicamente, unos y otros son extraños.
Con menos recursos e ingenio que en “El secreto…”, “La ragazza…” redondea un buen final, para una película correcta.
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