18.4.11

ko un

arquitave
La escueta biografía que nos llega del poeta coreano Ko Un nos sugiere una vida de lucha contra la angustia. Nacido en 1933, en el seno de una familia campesina, cuentan que a los 15 años, un libro encontrado al borde de una ruta, le reveló la intensidad de su propia emoción frente a la poesía. Su experiencia en la guerra lo traumatiza a tal punto que intenta suicidarse. Sortea ese bache, ingresando a una orden budista a los 19 años. Publica su primer libro a los 25 años, cuatro años después deja el templo de Chondung. A poco de salir, quema todos sus manuscritos. Vuelve a publicar, pero la inestabilidad sigue presente: alcohol, otro intento de suicidio. Enrolado en la lucha por los derechos humanos, lo acusan de alta traición y lo sentencian a cadena perpetua. Unos años después, es liberado, junto a otros presos políticos, en una amnistía general. A los 50 años, se casa y vuelve a escribir con renovados bríos. Dejando atrás su visión nihilista de la vida, evoluciona a una aceptación de los eternos cambios del mundo. Candidato en todos los pronósticos del Nobel de Literatura, le dedicamos este post chatarra con una pequeña muestra de sus poemas mechados con sus respuestas a un reportaje realizado para “El Cultural” de España. Sospechamos que no va a ser la última vez que buceemos en su obra.

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Antes de tu nacimiento
antes que tu padre
antes que tu madre
tu balbuceo ya estaba ahí
bebé
La poesía es la música de la historia.
Nadie desea la tempestad, ¡esto es cierto!
Y, en cambio tú, blanca vela ahí fuera en el mar,
en lo hondo del corazón esperas que llegue la tempestad.
Porque sólo durante la tempestad
logras estar viva.
Oh, blanca vela paciente y nostálgica en el gran mar azul!
La lucha ha empezado.
Mi mirada no se aparta de ti.
Entre la hierba, bajo mis pies,
incluso una brisa suave es tempestad.
la vela blanca
Mis miradas siempre se dirigen a los ángulos de una cosa, porque una montaña son múltiples montañas, un objeto no es uno sino más de dos, con sus misterios y su impenetrabilidad. ¡En qué infierno viviríamos si todos los objetos del mundo fueran únicos y mi poesía deambulara en soledad como un fantasma!
El monje Ta Hui de la dinastía Sung
echó al fuego las escrituras de su maestro
Las memorias del farallón azul
Bien hecho
hizo bien
Sin embargo, las memorias permanecen
las escrituras del maestro
A veces me vienen diez poemas de una vez. En realidad, no soy yo el que los escribe, son ellos los que vienen. Sin embargo, hay veces que resulta imposible. Entonces me siento como un discapacitado o un chamán al que han abandonado los espíritus, aunque incluso estos periodos son significativos para un poeta.
Mira, ¿acaso todas las olas se mueven
porque una sola empieza a moverse?
No
Simplemente se mueven todas a un tiempo
Todo ha sido una equivocación
desde el principio
olas
La poesía, más que del lenguaje, proviene del silencio, y yo no soy más que la esquina por donde se asoma.
Durante decenas de años
esperé un copo de nieve
mi cuerpo que ardía como una brasa
se apagó
El canto de la cigarra
cesó
reminiscencia
La poesía no es un viaje con un destino concreto, que sería la muerte, sino la misma libertad.
Mira, los humanos de espaldas.
Si Dios existe
¿ésta es su forma
y de este modo?
Todo árbol
tiene un delante y un detrás.
No necesariamente por culpa de la luz del sol.
No necesariamente por el Norte y por el Sur.
Cruzo su delante y encuentro el árbol,
cruzo su detrás y me despido de él
y ya me falta, ese árbol.
No tiene palabras, el árbol,
pero siente palabras de amor,
tiende más hojas al soplo del viento.
Las hojas del nuevo año
son aún más verdes.
Y cuando el verano haya pasado
destellará allí,
con un rojo de fuego
que nadie podrá nunca igualar.
Con un rojo de fuego
al que ningún final de una amistad humana
podrá extinguir.
el delante del árbol
Personalmente, concedo un sentido limitado a la contemporaneidad y a la patria, porque intento generar a través de mi poesía una estética dentro de la magnitud de la historia. Aspiro a enfrentarme al mundo y envidio al sol.
Tienes prisa
mucha prisa
Le dice un leño al fuego.
una palabra
En las civilizaciones actuales, el ser humano se ha convertido en bien y medio de consumo, y la naturaleza, su objetivo para desarrollar. Frente a esta violencia social, la sabiduría de nuestros antepasados no deja de ser más que una nebulosa. Nuestros conocimientos no son lecciones para guardarlos en la memoria sino la energía para poderlos llevar a cabo.
Despierto
si estoy despierto hay alegría
en ningún lugar existe tristeza
tomo tres copas de vino y miro afuera
en la posada del cruce de caminos
se lo oí decir al camino bajo la lluvia
posada en el cruce de caminos
Mi poesía debe estar proyectada hacia el exterior incluso de un único tema. Yo soy plural, puesto que “Ko Un” es al mismo tiempo múltiples “Ko Uns”. Todos ellos, morirán, pero que conste que yo no soy un ladrón sino un mendigo, un don nadie que le mendiga unas cuantas palabras a la realidad y al universo.
De ahora en adelante, esperanza.
Me falta el aliento,
de ahora en adelante,esperanza.
Si no hay camino
lo construyo mientras lo hago.
De ahora en adelante, historia.
Historia no como pasado,
sino como todo lo que es.
Del futuro, de sus peligros,
en mi vida presente,
hasta lo desconocido que viene,
y la oscuridad que viene.
Oscuridad
es solo ausencia de luz.
De ahora en adelante, esperanza.
El camino no existe.
Por esto lo construyo mientras lo hago.
He aquí el camino.
He aquí el camino,
y lleva siempre consigo, impecable,
numerosos mañanas.
el camino

arquitave

FUENTES:

Artículo en Wikipedia en ingles:
http://en.wikipedia.org/wiki/Ko_Un

Una antología en Arquitave:
http://www.arquitrave.com/poetas/Ko_Un/poeta_Ko_Un.html

Un reportaje de Antonio Colinas en “El Cultural”:
http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/19758/Ko_Un

Una muy buena antología en el sitio “A media voz”:
http://amediavoz.com/un.htm

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