6.4.11

todas las luchas, la lucha

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SUCKER PUNCH. MUNDO SURREAL
data: http://www.imdb.com/title/tt0978764/
“Por las venas de Zack Snyder no corre sangre sino viñetas de cómics”.
HUGO ZAPATA
http://www.cinesargentinos.com.ar
Me voy a permitir no caer en la zoncera de tratar de definir “Sucker Punch” con palabras. La sintaxis visual de Zack Snyder (“300”, “Watchmen”), heredera del cómic, no se merece una definición despojada de imágenes. En su lugar, les pido un favor: cliqueen en el próximo video y tomense seis minutos y medio para ver el comienzo de “Sucker Punch. Mundo Surreal”. No importa si no entienden inglés: las imágenes lo dirán todo.



Ésta es una muy buen muestra de lo que es “Sucker Punch”: un caramelo para los ojos.

La trama de “Sucker Punch” es un esquema de cajas chinas, tres historias, una insertada dentro de la otra. La primera es la historia de la adolescente que queda a manos de un padrastro abusador y que asesina, accidentalmente a su hermana; la segunda es la historia de Baby Doll, esclava en un burdel; la tercera, es la serie de luchas que se inician en un templo budista, con los consejos de un maestro que señala el camino hacia la liberación.

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Baby Doll es la protagonista de estas tres historias. Un mundo inserto en otro inserto en otro. Las claves que recibe en uno, son útiles para intentar la fuga del segundo, vitales para triunfar en el primero. El primer mundo ronda los años '50; el segundo podría ser hoy; el tercero es impreciso e improbable, porque saltan de la Segunda Guerra Mundial a una lucha con dragones.

Alegoría budista de la irrealidad del Universo, expresión gráfica del axioma de que el mundo es lo que queremos que sea. Es en nuestra mente dónde está la liberación de esa prisión que conocemos como realidad. El segundo en que el punzón atraviesa la masa cerebral en una lobotomía del picahielo, es suficiente para desbaratar los turbios manejos de un malvado. Sólo hay un precepto: tiene tus armas, ¡lucha! Alguien mueve los hilos, pero únicamente nosotros estamos habilitados a saltar de un mundo a otro y de resolver el enigma final, en un nirvana revelador.

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Aún con sus baches argumentales, cierta repetición en sus luchas de animé, “Sucker Punch” es una de las películas más atractivas de este año. Despliegue bélico de heroínas de faldas cortas y trajes entallados, muñecas bravas capaces de quebrarte la nariz por un piropo.

El inicio de “Sucker Punch” es brillante, con una versión antológica de “Sweet Dreams (Are made of this)” cantada por Emily Browning, la actriz a cargo de Baby Doll, tema destacado en una banda de sonido de colección con temas de Queen, Iggy Pop, Björk, Lennon y McCartney y Mozart. El final, sin fuegos artificiales, no le va en zaga. Nos regala la sorpresa de descubrir quién es la protagonista de la historia, recordatorio de que en la vida, no hay personajes secundarios y todos tenemos un rol en ese laberinto que llamamos Universo.

Sendas babazas para las cinco chicas protagonistas (Emily Browning, Abbie Cornish, Jena Malone, Vanessa Hudgens y Jamie Chung); mañana, las mejores frases.

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1 comentario:

Marcelo De Biase dijo...

Ah, un gusto que tengás de amigo a Hugo Zapata, una de las referencias obligadas para saber cómo viene una película. Ése día estaba entre "Sucker Punch" y "Batalla en L.A." y me quedé con "Sucker..." por la crítica de él. Y no me arrepentí. Un abrazo y mis felicitaciones.