25.11.11

el arte como funcionalidad de la evolución

la nación

Hace unos días, estuvo en Argentina Michael Gazzaniga, psicólogo, uno de los próceres de las neurociencias cognitivas. Nora Bar lo reporteó para “La Nación”, nota de la cual extractamos los siguientes párrafos que nos llamaron la atención.
Hoy creemos que el grueso de la actividad mental se procesa en módulos mayormente automáticos para que los sistemas de toma de decisiones no tengan que vérselas con los 10 millones de pasos que intervienen en cualquier acto: hablar, mover las manos, rascarse la cabeza... Todo eso es automático y está fuera de la conciencia. Ahora, cómo se produce la integración modular que da lugar a las respuestas neurológicas ¡es un misterio total! Eso es lo que tenemos que entender.

(…)

La responsabilidad surge como un contrato social. Si usted es la única persona del mundo, la idea de responsabilidad no tiene mucho sentido. Pero ponga a dos y querrán establecer algunas reglas. Y si pone a siete mil millones, tendrá que regirse por leyes. Esa característica de cualquier red, sea social o virtual, como la Internet, exige que no se haga trampa, porque si no el sistema no funciona. Los cerebros son automáticos, pero las personas somos libres.

(…)

…, si uno les pide a las personas que hagan juicios morales sobre diversas situaciones, el 90% ofrece las mismas respuestas. Pero cuando les pregunta por qué, cuentan todo tipo de historias diferentes basadas en su cultura, en su medio ambiente, en sus propias experiencias.

(…)

Un amigo escribió un libro que se llama El animal que cuenta historias: cómo las historias nos hacen humanos [The storytelling animal: how stories make us human, con fecha de publicación para 2012]... Tenemos una idea de por qué lo hacemos y por qué tenemos una tendencia a la ficción: nos ayuda a prepararnos para situaciones que podrían suceder. Imaginando estos escenarios, si algo similar ocurre, no nos toma totalmente por sorpresa. De modo que el arte, más allá de que nos entretiene, nos otorga una ventaja evolutiva.

(…)

No hay duda de que las neuronas producen nuestra vida mental y que nuestros estados mentales influyen en nuestro cerebro. Ahora... ¿cómo se produce esa interacción? Hoy tenemos explicaciones muy lineales, A afecta a B, que afecta a C... No es así como sucede... Una metáfora que utilizo, aunque no es exactamente así, es la del software y el hardware: no son nada hasta que interactúan. Tenemos que capturar esa interacción entre el cerebro y la mente, y desarrollar un vocabulario para describirla.
“El cerebro funciona ‘en automático’”
Reportaje de NORA BÄR a MICHAEL GAZZANIGA

(la nación, 14.11.11)

No hay comentarios.: