(…)
UN SIRVIENTE
Estábamos juntos desde que la Guerra comenzó. El era mi sirviente —y el mejor de los dos—.
UN HIJO
Mataron a mi hijo mientras de alguna broma se reía. Me gustado saber
qué era, pues tal vez pueda servirme el día en que las bromas
(…)
HINDU CIPAYO EN FRANCIA
Este hombre en su propia tierra rezaba no sabemos a qué Poderes. Nosotros le rezamos para pagarle por su bravura en la nuestra.
EL COBARDE
No podía mirar a la Muerte, cuando fue sabido,
a ella los hombres me condujeron, solo y con los ojos vendados.
(…)
DOS CONMEMORACIONES CANADIENSES
I
Damos todo lo que ganamos, todo.
Nadie se lamenta por nosotros o nos elogia. Sólo en todas las cosas recuerdan,
es el Miedo, no la Muerte, lo que mata.
II
De pequeñas ciudades en tierras lejanas llegamos,
a salvar nuestro honor y un mundo en llamas.
En pequeñas ciudades de tierras lejanas dormimos;
y confiamos en el mundo que ganamos para que tú lo mantengas.
(…)
EL PRINCIPIANTE
En la primera hora de mi día primero en la trinchera del frente caí.
(Niños que juegan sobre cajas
se levantan para verlo bien.)
(…)
BATERIA SIN MUNICION
Si alguien en el taller nos llora, decid
que estamos muertos porque el turno guardó fiesta.
(...)
DESCONOCIDO CADAVER DE MUJER
Sin cabeza, me falta el pie y la mano, horrible llego a la tierra.
Ruego a todos los hijos de mujer que sepan que yo fui madre una vez.
(…)
ACTORES
En una lápida conmemorativa en la Iglesia de la Santísima Trinidad,
Stratford-on-Avon.
Una vez fingimos para deleite vuestro,
alegría y tristeza de los hombres: pero nuestro día ha pasado.
Rogamos sus disculptas dondequiera que en un momento hayamos caído-
viendo que vuestros servidores hemos sido hasta este fin.
(...)
RUDYARD KIPLING
“Epitafios de la guerra” (1919)
7.2.12
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