16.3.15

mezclarse y disgregarse

En realidad nada perece de todas las cosas ni nada nace que ya antes no existiera. Sólo varían (los seres) combinándose y disgregándose. Pero los humanos estiman que lo crece vienen a nacer desde el Hades a la luz, y que lo que mengua desde la luz al Hades perece. Pues dan más crédito a sus ojos que a su entendimiento, cuando no son capaces siquiera de juzgar sobre lo visible. Yo en cambio explico estas cosas de acuerdo con la razón. Seres vivos, en efecto, los hay tanto aquí como allí. Y no es posible que algo, si está vivo, muera a no ser junto con todo. ¿Pues adónde irá a morir? Ni tampoco que lo que no existe se origine, pues ¿de dónde vendría a existir? Lo que sucede es que todo aumenta y disminuye hasta el máximo y el mínimo de sus posibilidades.

Lo que en mi charla llamo "nacer" o "perecer" lo describo así de acuerdo con la gente, pero aclaro que se trata de eso que se mezcla y se disgrega. Lo que sucede es de este modo: nacer y perecer es lo mismo; mezclarse y disgregarse, lo mismo; aumentar y disminuir, lo mismo; nacer y mezclarse, lo mismo; morir y separarse, lo mismo; cada ser frente a todos y todos frente a cada no, lo mismo, y nada de todo ello es lo mismo. Pues la convención es contraria respecto a la naturaleza respecto de todo esto.

Todas las cosas, divinas y humanas, se mueven cambiando arriba y abajo. El día y la noche se mueven hasta un máximo y un mínimo. Como la luna va hasta un máximo y un mínimo, asaltos del fuego y del agua, así también el sol va hasta lo más largo y lo más breve, y todo es lo mismo y no lo mismo. Luz para Zeus, oscuridad para Hades; luz para Hades, oscuridad para Zeus; lo de allí viene aquí, y lo de aquí va allá; en cualquier época, en cualquier lugar contrarrestan aquellas cosas la función de éstas y, a la par, éstas de aquí la de aquéllas.

Pero (los hombres) no saben lo que hacen, mientras que creen saber lo que no hacen, y desconocen lo que ven. Sin embargo todo les sucede por una divina necesidad, tanto lo que quieren como lo que no quieren. Al presentarse acá las cosas de allá, y al ir allí las de aquí, mezclándose unas con otras, cada una cumple el destino asignado, en su aumento y su disminución. A todas les viene la destrucción, a unas de otras, a lo mayor de lo menor y a lo menor de lo mayor; y se desarrolla lo mayor a partir de lo menor, y lo menor a partir de lo mayor.

Todas las cosas, así el alma del hombre, y el cuerpo igual que el alma, están implicadas en un orden.

HIPÓCRATES
"Sobre la dieta (I, 5-6)"

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