17.4.15

un siglo de leica

el mundo

Leica, la cámara legendaria. La cámara que cambió para siempre la forma de trabajar de los fotógrafos. La cámara de los grandes de la Historia de la fotografía. Pero también la cámara que perdió dos veces el tren. Leica, el invento visionario del fotógrafo Oskar Barnack.

Su nombre proviene de la combinación de las palabras Leitz [el fabricante] y camera. Un nombre que cumple 100 años. Una invención, la cámara de 35 mm de película, que celebra tal aniversario.

Mencionar a los fotógrafos célebres que han trabajado con ella sería interminable. Ilustrar un comentario con las fotos icónicas tomadas con esta cámara sería inviable.

Lo que sigue es una conversación de quién suscribe con José Aymá, fotógrafo de El Mundo y 'usuario' de Leica. Uno a favor y otro en contra. No hace falta jugar a las siete diferencias para saber quién es quién.

José Aymá.- Los grandes maestros del siglo XX han trabajado con Leica

Ángel Casaña.- Sí, Cartier-Bresson, Salgado...

JA.- Y toda la agencia Magnum

AC.- Y al calor de ellos muchos fotógrafos buenos y medianos se la han colgado del cuello tratando de dotarse a ellos y sus fotos de esas virtudes

JA.- Sí, pero no podemos negarle a Leica lo que hizo por la fotografía. Cuando se trabajaba con cámara de placas [esos pesados armatostes con trípode que todavía andan por ciertos rincones haciendo fotos a turistas] Leica inventó una cámara versátil, manejable, que te permitía trabajar en cualquier situación

AC.- Eso es indudable, pero Leica perdió el tren de la tecnología dos veces: cuando los japoneses (Canon, Nikon...) se lanzaron a fabricar las 35 mm SLR y se comieron el mercado profesional. Y dos con el advenimiento de la tecnología digital

JA.- Sí, pero eso es como exigirle a Rolex que le ponga una pila a sus relojes porque la tecnología digital es más precisa

AC.- La comparación no me sirve porque, salvo excepciones, poca gente necesita saber con precisión la hora ajustada al segundo

JA.- Hay una cosa en la que vamos a estar de acuerdo: era una cámara que despertaba el esnobismo.

AC.- Esa es mi crítica. Yo admiro a quienes han trabajado siempre con Leica. Como el gran Pérez de Rozas que tanto me llamaba la atención cuando yo empezaba. Pero la mayor parte de las Leicas que he visto iban al cuello de gente que las lleva como se lleva un cartel gigante en un polo, la marca de un reloj enorme o una determinada corbata. Todo para dotarte de un supuesto valor del que todos esos fotógrafos carecían. Fotógrafos que trabajaban con Canon o Nikon y llevaban la Leica 'para sus cosas'

JA.- Eso es verdad, pero hay que reconocer que las habilidades que exige manejar una Leica son enormes e inaccesibles para la mayoría, que es una cámara de una dureza tremenda, un hierro que nunca te deja tirado, una cámara indestructible. Y hay que reconocer que la ha superado la tiranía del mercado que ha ido por un camino distinto

(…)

ÁNGEL CASAÑA
“100 años de Leica”
(la foto, 24.05.14)

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