28.12.03

caminando a la barbarie

La visión predominante y equivocada que se tiene de esta cuestión es consecuencia de la ortodoxia económica e internacional que se establece a partir del consenso de Washington y de los principios neoliberales: hay un sobreentendido de que no existe el mercado laboral internacional. Hay un mercado financiero internacional desregulado, un comercio internacional semirregulado y, por el contrario, no hay un mercado laboral internacional; lo que hay es inmigración

(…)

O bien se deciden a perseguir la contratación de trabajadores ilegales o bien se deciden a perseguir la contratación ilegal del trabajador, que parece lo mismo, pero es completamente distinto”

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Pero lo grave es que cuando esa oferta ilegal (de empleo) se satura, es muy probable que el estado de derecho y los principios democráticos estén muy deteriorados, justamente por no atender en términos económicos la inmigración, por no atender su verdadera raíz

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Reintegrar el mercado laboral internacional al análisis económico y buscar el equilibrio entre los tres mercados, que es lo que se ha hecho siempre en la economía. Pero no seguir con la ficción de que una desregulación del flujo financiero internacional y una mala liberalización del comercio internacional no tienen consecuencias en el mercado laboral internacional. Es algo que están pagando centenares y miles de personas que están dejando la vida. Ni la barbarie es una fatalidad ni el camino a elegir la barbarie.

Reportaje al escritor, diplomático, filólogo árabe, especialista en cuestiones de inmigración, el español José María Ridao.
(“Ñ”, 13.12.03)

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