Cuando se ayuda a una persona o a un colectivo que es más débil, éste debe de alguna manera devolver la ayuda, hacer algo por la comunidad. Tiene que ser un intercambio, no un regalo. Este sistema funciona en las sociedades islámicas y funcionaba en el primitivo judaísmo; no existía ese sentimiento de compasión, sino de intercambio. El intercambio, aún siendo desigual, es el fundamento del respeto.
Reportaje a Richard Sennett, sociólogo norteamericano.
(“Ñ”, suplemento cultural de “Clarín”, 08.11.03)
4.12.03
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario