—Su reverencia —preguntó Huai-jang—: ¿qué objeto tiene meditar sentado?
—Convertirse en un Buddha —contestó Ma-tsu.
Entonces Huai-jang tomó una baldosa y comenzó a pulirla sobre una roca.
—¿Qué hace usted, maestro? —preguntó Ma-tsu.
—La estoy puliendo para hacer un espejo —dijo Huai-jang.
—¿Y cómo va a hacer que una baldosa pulida se convierta en un espejo?
—¿Y cómo va a hacer que meditando sentado se convierta en un Buddha?
ALAN WATTS
El camino del Zen
16.3.05
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