27.5.05

amor excesivamente violento

Creó la oportunidad de esta investigación el caso de un joven estudiante de teología, que se enamoró de la criada de su padre. El hombre pertenecía a la iglesia evangélica; ella era feligresa de la iglesia reformada. Lo cual significaba que el eventual matrimonio de ambos jóvenes tropezaba con serios obstáculos. Cierto día los fieles de la iglesia evangélica recogieron varios volantes en los que se insultaba a su religión en términos blasfemos y obscenos. La investigación practicada descubrió que el autor de las hojas era el joven estudiante. Pero, ¿por qué atacaba a su propia fe? Se le citó a una reunión con el Consejo eclesiástico, donde confesó todo. Quería excitar al clero evangélico para que criticara con renovado vigor a la iglesia reformada; de ese modo se desarrollaría una disputa religiosa ardiente y prolongada, y entonces la dama de sus sueños se dejaría convencer, cambiaría de culto y se casaría con él... una compleja mezcla de pasión y de teología.

Las autoridades eclesiásticas sospecharon que algo no andaba muy bien, y remitieron el joven a la facultad de medicina de Helmstádt. La opinión de los facultativos fue la siguiente:

“Responsum Facultatis Medicae: Después de comunicarnos los documentos referentes al cand. theol. C. H., y de requerir nuestra opinión sobre si el candidato ya mencionado puede ser considerado persona cuyo judicium rationis per nimiun amores pervertatur (es decir, que ha enloquecido por amor excesivamente violento), Nosotros, el Decano, y los profesores de la Facultad Médica de Helmstädt hemos estudiado cuidadosamente y examinando el caso, y aquí resumimos nuestro punto de vista:

“De las circunstancias establecidas en los documentos, se puede inferir ciertamente que existe cierto desequilibrio en el cerebro del individuo en cuestión, como que el amor frustratus (amor frustrado) puede provocar en las personas inclinadas a la melancolía una grave perturbación de las cualidades mentales, por lo cual no es posible considerarlo responsable de sus actos.”

Pasó el tiempo, y el amor del estudiante de teología se fue debilitando a través de la acumulación de papeles burocráticos. La opinión de las facultad de ciencias médicas, fue enviada a la facultad de derecho de la Universidad de Wittenberg, la cual ordenó un nuevo examen médico. El joven fue llamado a comparecer ante una comisión médica, que lo examinó y redactó un extenso informe. De acuerdo con las actas, el caso tuvo un final sorprendente: el joven estudiante afirmó que se sentía perfectamente bien, y que ya no estaba enamorado de la criada de su padre.

PAUL TABORI
Historia de la estupidez humana

No hay comentarios.: