28.5.05

fiesta para los ojos

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LA CASA DE LAS DAGAS VOLADORAS

El año pasado nos regodeamos con “Héroe” de Yimou Zhang, una de las mejores películas del 2004 para esta página. Anoten: llegó la siguiente película de Yimou Zhang, “La casa de las dagas voladoras”. Un escalón debajo de “Héroe”, tanto en lo visual como en el guión; aún así, es una película notable, una fiesta para los ojos del espectador. Uno de esos filmes que exigen verse en un cine con muy buena imagen y sonido.

La China Imperial. La corrupción gubernamental desmorona las estructuras del estado. Bandas de asaltantes al estilo Robin Hood, desafían la autoridad moribunda de Imperio. Una de esas bandas es la Secta de los Cuchillos Voladores (como ven, las dagas se quedaron en el título nomás). Y en una de las regiones chinas, en la casa de citas del pueblo, aparece una corista ciega, Mei, con gran habilidad para la danza y las armas. Dos policías, Jin y Leo, sospechan que la muchacha es la hija ciega del líder de la Secta. Y planean ganar galones, siguiéndola hasta el refugio de la banda. Lo que Jin no tenía planeado es que se enamorará de la bellísima guerrera y que a lo largo del viaje descubrirá que las cosas no son tan claras, como las tenía al emprender la jornada.

“La casa de las dagas voladoras” es una historia de amor y artes marciales, con todo el despliegue visual excelso de este director. Para el que vio “Héroe”, la advertencia es que “La casa…” está por debajo en el rigor de la historia. Es mucho más sencilla, con menos vueltas y grandeza. Si se espera un “Héroe 2”, es casi probable llevarse una decepción. Esta película es otra cosa, aunque comparte con “Héroe” el regodeo visual y una composición exquisita, que elevan al cine a la categoría de arte.

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Destacamos la fotografía de Xiaoding Zhao y la dirección de arte de Zhong Han. Hacemos una declaración de sana envidia: ¿cómo logra Xiaoding Zhao, esos verdes que pueblan el filme? Las escenas en el bosque, pintadas en brochazos verdosos y azulados, son admirables. Cualquier descripción es pobre. Hay que verlos para sentir la variedad de esa paleta cromática.

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Una mención especial, babita oriental, para Ziyi Zhang, Mei, la protagonista central de esta saga de guerreros orientales. Para el calendario, con vestidito verde, sombrerito de junco, espada en mano.

Escenas: la lucha en el bosque, cuando nuestros héroes son atrapados en un cerco de lanzas; el baile de Mei, en la casa de entretenimientos; la lucha final en la nieve, fileteada en sangre. La frase: “Para ser libre como el viento”.

CONSEJO: ir a verla.

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