14.5.05
veo gente muerta
EL OJO
Está bien, no son japoneses. Pero tienen los ojos rasgados. Otra película de terror con todas las trazas del modelo japonés. Pero los directores (Oxide Pang Chun y Danny Pang) son dos gemelos hongkoneses, con residencia tailandesa. Con una muy buena primera hora, "El ojo" es otra historia sencilla pero eficaz, que logra estremecernos por momentos. Se vuelve predecible al final, le falta altura poética y renguea en el desfile de los personajes secundarios. Pero alcanza para hacer una buena película de miedo.
Mun tiene 20 años. Desde los dos años es ciega. Ahora su vida cambia: recibirá un trasplante de córnea y volverá a ver. Lo que no sospecha Mun es que cuando la bruma postoperatoria ceda, no sólo percibirá el mundo que la rodea, si no que verá aterradoras imágenes paranormales que sólo ella puede ver.
"El ojo" asusta, sanamente y con eficacia, en la primera mitad. Los recursos son básicos, los de siempre. Sombras que pasan fuera de cuadro, personas que están en un lugar donde no deben estar o en una posición anómala (vgr.: el hombre parado en medio de la autopista; el anciano de cara a la pared del ascensor). Detalles fuera de lugar que generan el suspenso, potenciados por el diferencial de información que tiene el espectador respecto de la protagonista. Ella no distingue claramente a la sombra que tiene enfrente y, aunque tema, puede racionalizar esa sombra como la presencia de un ser humano. Nosotros, sin embargo, desde nuestra butaca, sabemos que no es así. Que esa sombra es un fantasma. Y eso provoca el temor.
Cuando "El ojo" empieza a explicar, cede en eficacia, como si saber porqué hay una aparición de ultratumba fuera menos interesante que asistir a su revelación. Al filme le falta cierta dimensión poética que potencie la historia de miedo que está contando. Otra "traducción" del filme, otro nivel de interpretación que realce lo contado.
Lo notable es cómo se vuelven a repetir tics del género de terror japonés. La soledad en la metrópolis superpoblada, la niñez como representante del mal, el video, lo mirado, lo visto, lo que queda fuera del cuadro.
Escenas: la visión de las sombras en el hospital; la escena del ascensor; la escena en la casa de comida. La frase: "Ya no me pregunto porque soy ciega".
CONSEJO: esperar al video. Fanáticos del cine de terror, es una buena opción.
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