25.7.05

en la selva

MADAGASCAR

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"Madagascar" tiene todos los ingredientes que se les pide a una película de animación. Buen diseño visual, voces de famosos doblando a los personajes, gags con un guiño a los padres que pagan la entrada de los niños, referencias cinéfilas, personajes secundarios graciosos, una buena historia. OK. "Madagascar" tiene todo eso. Pero está un escalón debajo de "Los increíbles", por poner un ejemplo. Ojo. No es mala. Pero termina siendo un entretenimiento menor.

Marty es una cebra (¿o un cebro?) que vive en un zoo en el Central Park, con su amigo el ególatra león Alex, la jirafa hipocondríaca Melman y la rolliza hipopótama Gloria. Marty anhela conocer la vida salvaje, salir de las cuatro paredes de esa cárcel de lujo que es el zoológico y conocer el mundo. El día de su cumpleaños, patea el tablero y se marcha del zoo, siguiendo la ruta de escape de unos pingüinos vecinos. Alex, Melma y Gloria lo seguirán, para convencerlo de que regrese a casa. En el camino terminarán todos extraviados, en plena selva, viviendo con lemures fiesteros y escapando de feroces fossas (unas especie de hienas de Madagascar).

El problema de "Madagascar" es que no queda del todo claro cuál es la historia que cuenta. ¿Cuál es la tesis del filme? ¿Qué hay que adaptarse al lugar en el que nos toca vivir? ¿Qué todo lugar extraño es mejor, sólo porque no lo conocemos? ¿Qué no hay que escupir para arriba? ¿Qué no importa el lugar en que uno viva, si no la gente que nos rodea? ¿Qué la civilización no está tan mal después de todo y que la lucha por la supervivencia puede ser un infierno? ¿Qué no hay nada peor que seguir nuestros instintos sin domesticarlos?

Cada uno de estas preguntas pudo ser una película distinta. Y como "Madagascar" no las responde, se queda a mitad de camino, no termina de brillar como película de animación distinta, porque le falta esa segunda línea interpretativa que suelen tener los productos de Pixar, por ejemplo.

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Igualmente, "Madagascar" es una buena película de animación y una de esas que disfrutan grandes y pibes, por igual. La película se la roba la viejita karateca de la estación de ferrocarril (¿dónde la vi antes? ¿en qué otra película de animación?) y Julien III, el decadente monarca de los lemures. Anoten el hit musical del año: "I like to move it, move it, She like to move it, move it, He like to move it, move it , You like to... move it!". Una distinción a los pingüinos (sin ningún doble sentido partidario) y al mono que traduce en lenguaje de señas.

Más de una referencia cinéfila (¡que posmos que estamos!). Yo encontré éstas: "Misión Imposible", "Carrozas de fuego", "África mía", "Belleza Americana", "National Geographic", "Naufrago".

Escenas: la persecución en la estación de tren; la fiesta rave de los lemures; la paliza de la viejita; los operativos comando de los pingüinos; el mordisco de Alex a Marty; el viaje alucinógeno de Alex, al ser inyectado con un dardo narcótico. Frases: "Los pingüinos se están yendo. ¿Por qué yo no?", "Marty, los pingüinos son psicóticos"; "Esto es una porquería"; "Tengo 10 años y todavía no sé si soy negro con rayas blancas o blanco con rayas negras"; "Skipper, ¿crees que debemos decirle que el barco no tiene gasolina?", "No. Sólo sonríe y manténte flotando"; "¡Aaaaah! ¡Naturaleza toda a mi alrededor! ¡Fuera!"; "Escuché que hay una conferencia de Tom Wolfe en el Lincoln Center", "Bien. Por supuesto iremos a arrojarle po-po"; "¿Qué es un pequeño mordisco entre amigos?"; "¡Me estás mordiendo el trasero!", "No. Yo no soy", "¡Callate Spalding!".

CONSEJO: fanáticos de la animación, ir a verla. El resto, esperar al video.

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