18.7.05

keep walking

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Confiando en nuestros recuerdos o confiando en que nuestra mente actúe por sí misma, se llega a lo mismo: en última instancia tenemos que actuar y pensar, vivir y morir, desde una fuente que está más allá de todo "nuestro" conocimiento y control. Pero esta fuente somos nosotros mismos, y cuando comprendemos que es así ya no nos enfrenta como un objeto amenazante. Por más cuidado y titubeo que tengamos, por mucha que sea la introspección y la averiguación de los motivos, finalmente no habrá ninguna diferencia en el hecho de que la mente es.

En última instancia, la única alternativa de una aterradora parálisis es saltar a la acción sin pensar en las consecuencias. La acción realizada con este espíritu puede ser buena o mala con respecto a las normas convencionales; pero las decisiones que tomamos en el nivel de las convenciones deben apoyarse en la convicción de que todo lo que hacemos, todo lo que nos "ocurra", sea lo que fuere, en última instancia está "bien". En otras palabras, debemos hacerlo sin "segundos pensamientos", sin la arrière-pensée del lamento, la duda, el titubeo, o la autorrecriminación. Así, cuando a Yün-men le preguntaron "¿Qué es el Tao?", contestó sencillamente: "Sigue caminando (ch'üf)."

ALAN WATTS
El camino del Zen

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