29.8.05
metiéndole pata
LA ISLA
¿Recuerdan una vieja película, de los '70, llamada "Fuga en el siglo XXIII" ("Logan's run" el título original)? "La isla" toma mucho de la estética y la idea central de esa película de clase B de ciencia ficción: una población de una ciudad, todos jóvenes, sanos y bonitos, que tiene como máximo momento de su vida, un premio aleatorio (en aquella, era una "restauración" en un carrusel; aquí, un viaje a una isla paradisíaca, tipo Club Med). Y (tanto en aquella, como en ésta), siempre hay un jodido que se pregunta cuánto hay de cierto tras esa tradición, cuánto de verdad hay en lo que se dice que hay del otro lado. Y lo que es peor: ese jodido consigue una respuesta y se da cuenta que las cosas no son como se dicen que son.
Básicamente, esa es la trama de "La isla", una sociedad ideal que esconde un secreto. El jodido, acá, es Ewan McGregor, un tal Lincoln 6 Echo; la chica bonita, es Scarlett Johansson (que es una chica bonita en serio) y el malo es un tal Merrick (Sean Bean), un médico que controla cada reacción de la población de la ciudad.
La película de Michael Bay tiene todos los trucos del buen cine pochoclo: mucha acción, muchos efectos especiales, una estética definida, una fotografía y edición magistrales (nótese los interiores, fríos y azules de la ciudad, comparado con los rojizos del desierto, en el exterior). Falla en lo que no hubiera fallado en manos de un Spielberg: la lectura en segundo plano. Si bien se interna por algún sendero metafísico (¿qué somos? ¿la suma de nuestros recuerdos? ¿la determinación de nuestros genes? ¿y si ni uno ni otro son originales? ¿podemos considerarnos únicos? ¿o apenas somos reflejos, copias desteñidas, de otros que brillan con luz propia?), queda claro que el filme es, básicamente, gente que corre. No hay segundas vueltas. La acción es la estrella. Después, claro, se arruina la última media hora del filme, con un chapucero final convencional, para contentar a las masas. Pero eso es marketing. Lo anterior, lo que importa, es que "La isla" no es tan mala como podía preverse, pero tampoco tan buena como podía ser.
Una babaza emérita a Scarlet Johansson, linda la rubia, que bien rellena el bucito blanco. Diosa. Alguna malévola amiga de la casa preguntó si se clonan también los reflejos, pero sabemos que esa es una licencia poética del director. Mención aparte lo de Ewan McGregor, dando muy bien con el tono del personaje.
Escenas destacadas: la fuga por la autopista, con autos y camiones volando; la escena en la que Lincoln recorre el edificio, descubriendo la verdad detrás del viaje a la isla; el encuentro de Lincoln con su doble.
Frases: “La vida que pensabas que tuviste… nunca sucedíó”; “Jordan, ¡no existe ninguna isla!”; “Yo sé que eres nueva en esto de las cosas de los humanos pero… mochila para los chicos, bolsos para las chicas… ¿entiendes?”, “No somos idiotas”, “¡Ah, discúlpeme, señorita ‘soy-tan-inteligente-que-no-puedo-esperar-a-ir-a-la-isla’”; “¿Cuál es el problema, Lincoln?”, “Es sólo… todo es correcto. Los martes a la noche, tofú y me pregunto: ‘¿quién decidió que a cada uno le guste el tofú, en primer lugar, y qué es el tofú?’ ¿Y por qué no puede ser tocino? Y hago la fila, todos los días, y no me autorizan tocino. Y… dime… hablemos del blanco. ¿Por qué todos visten de blanco todo el tiempo? ¡Es imposible mantenerlo limpio! Camino alrededor y siempre busco una franja gris y nunca hay otro color… y lo dejo para que lo limpien… y alguien lo limpia y lo dobla pulcramente en mi cajón… pero… ¿quién? ¿Quién es esa persona? No la conozco, no sé… quiero saber las respuestas… y… y deseo que haya más”, “¿Más?”, “Sí… algo más que sólo esperar ir a la Isla”; “¿Qué es ‘Dios’?”, “Tú sabes, cuanto realmente quieres algo, cierras los ojos y lo deseas fuertemente… Dios es el tipo que te ignora”; “Mi nombre es Lincoln 6 Eco. Yo soy tu póliza de seguro”.
CONSEJO: una buena opción light pochoclera. Se puede esperar al video, si tiene otra cosa que hacer.
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