24.6.06
acto fallido
SECRETOS DE DIVÁN
Anoten el nombre: Ben Younger. Grábenlo en piedra y ténganlo en cuenta cada vez que compren una entrada de cine. Porque es el responsable de haber hecho una comedia con una muy pero muy buena idea inicial, protagonizada por Uma Thurman y Meryl Streep y haber logrado, pese a todo eso, uno de los bodriazos del año. Parece mentira que haya tan poco ingenio y que se haya comprometido a esas dos pedazos de actrices para tal mamarracho.
Idea inicial: Rafi acaba de separarse y reinicia su vida romántica, acicateada por su psicoanalista, la Dra. Metzger. Casi sin proponérselo se relaciona sentimentalmente con un joven más de una década menor que ella. Las dudas de Rafi, sobre entablar tal relación despareja, son despejadas por su analista quien le dice que se merece tal regalo sexual y que le meta pata y vaya para adelante. Claro que hay algo que la Dra. Metzger (toda una idishe mame de puertas adentro) no sabe: el joven es su propio hijo.
En manos de un Woody Allen tendríamos una comedia brillante, para reírse a carcajadas y guiñarnos un ojo sobre que una cosa es una madre y otra una amante. También, podríamos haber coqueteado con la idea que una madre sólo construye una parte de un hombre: el resto es responsabilidad exclusiva de la mujer que lo ame.
Bueno, todas estas tesis e ideas a priori, quedan relegadas por un guión flojísimo, lleno de parches que peca fatalmente al olvidarse que el fuerte del triángulo de esta comedia son Uma Thurman y Meryl Streep, no Bryan Greenberg, el flojo hijo – novio restante. Agréguese otra falla: una comedia tiene que tener gags. Sino, dedíquese a otro género.
CONSEJO: dejar pasar.
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