Auchmuty y las tropas inglesas fondean, al atardecer, en la isla de Flores, en las cercanías de Montevideo. Por la mañana, Stirling y Auchmuty habían enviado a una nave menor, con bandera de parlamento, intimando a la ciudad a la rendición. “Señor: Teniendo bajo mis órdenes fuerzas suficientes, pertenecientes a S.M.B., y habiendo recibido instrucciones para atacar el territorio español en el Río de la Plata, quiero tener el honor de intimarle a V.E. la rendición de la fortaleza de San Felipe (Montevideo) y sus dependencias, con el grande deseo de salvar la efusión de sangre y evitar a los inocentes habitantes las miserias que atrae una pertinaz defensa”.
La intimación fue rechazada por Sobremonte quien lo consideró “un insulto a nuestro honor y a la lealtad que profesamos a nuestro amado soberano el rey de España, de que nos gloriamos; así pues por tan dignos objetos todos sus vasallos miran la efusión de su sangre, y la entrega de su aliento, como el más gustoso sacrificio, antes de desmentirla en un ápice”.
(Éste y otros posts sobre las invasiones inglesas pueden consultarse en: http://invasionesinglesas.blogspot.com)
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