6.4.07
una ciudad para enamorarse
PARÍS, JE’TAIME
El productor Emmanuel Benbihy se propuso hacer una película colectiva, integrada por la unión de 20 cortos de otros tantos directores, con una unidad temática y geográfica. Las historias son de amor (de alguna clase de amor) y el lugar, la mejor ciudad para vivir un amor: París. “París, je t’aime” es un juego cooperativo que logra superar el primer problema que encuentra estas obras conjuntas: no es una serie de parches hilvanados a la marchanta. Con desniveles (como es de esperar), la película tiene coherencia propia. Las historias logran integrarse en este esqueleto geográfico que es París.
Isabel Coixet, los hermanos Coen, Gus Van Sant, Walter Salles, Alexander Payne, Alfonso Cuaron, Wes Craven, Tom Tkywer, algunos de los más renombrados de este seleccionado de directores. Los actores no se quedan atrás: Natalie Portman, Nick Nolte, Ludivine Sagnier, Gena Rowlands, Ben Gazzara, Gerard Depardieu, Steve Buscemi, Miranda Richardson, Fanny Ardant, Bob Hoskins, Elijah Wood y siguen los nombres (entre ellos, el propio Wes Craven haciendo de víctima de un vampiro, como era justo y poético; Alexander Payne no le va en zaga: se puso en los zapatos del fantasma de Oscar Wilde).
De la veintena de cortos que integran el filme nos quedamos con el segmento dirigido y escrito por Isabel Coixet con Sergio Castellito y Miranda Richardson (Leonor Watling hace un pequeñísimo papel, al igual que Javier Cámara), la historia de un hombre que cita a su esposa en un bar, para decirle que la deja y una declaración de ella tuerce esa decisión sólo en principio inevitable. El segmento está relatado por una voz en off, un cliché del cine francés y es el punto más elevado de este filme. Emotiva historia contada en un puñado de minutos. Le sigue, por los actores que la integran y por el diálogo brillante, el corto escrito por Gena Rowlands, dirigido por Gerard Depardieu, actuado por ellos y Ben Gazzara. Es el encuentro de una pareja, en el otoño de sus vidas, que se reúne en un café parisino para programar su divorcio formal. El fuego todavía arde entre las cenizas pero, ya no tienen chances para otra oportunidad.
Un escalón abajo, pero destacados, están los segmentos dirigidos por Tom Tkywer (la historia del ¿fin de un amor? de una actriz y un chico ciego, con Natalie Portman y Melchior Besion) y Alexander Payne (el relato de una turista norteamericana, con una vida tan gris como solitaria, que encuentra la inspiración de su vida en un parquecito francés, en una tarde de sol, lejos del circuito turístico que ha seguido fielmente).
En el medio hay cortos menores, pero con recursos interesantes, como el plano secuencia de Alfonso Cuarón para seguir la caminata de Nick Nolte y Ludivien Sagnier por una calle parisina, en un diálogo que parece decir una cosa y termina siendo otra; el corto de Sylvain Chomet, una historia de amor de un mimo solitario y el delirio visual y estilístico de la historia de amor vampírica con Elijah Wood, dirigida y escrita por Vincenzo Natali.
Escenas destacadas: el diálogo entre Ben Gazzara y Gena Rowlands; Fanny Ardant siguiendo al vaquero, hacia el cielo donde está su hijo, en una plaza oscura francesa; el momento de iluminación de Margo Martindale, en un parque francés; la canción de cuna cantada por Catalina Sandino Moreno; el momento de la revelación de Miranda Richardson a Sergio Castellito; el encuentro en un bar erótico de Bob Hoskins y Fanny Ardant.
Las mejores frases, mañana.
CONSEJO: ir a verla. Se puede esperar al video, pero agende.
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