6.5.07
alguien te está escuchando
LA VIDA DE LOS OTROS
Detrás de los muros, alguien te escucha. Los micrófonos están ahí, a tu lado, tras los enchufes, bajo la alfombra, ocultos tras el empapelado. Actúas para otro, sin que lo sepas. El Estado (con mayúscula) te vigila. Vigila tu vida, extiende la cárcel a las cuatro paredes de tu casa. Te has acostumbrado a callar, a adivinar lo que ellos quieren de ti, a danzar el juego que te hacen jugar. Pero no hay propósito, sólo capricho. Seres pequeños en las rendijas del poder. Cucarachas al mando. La vida que pudimos vivir, la vida que otros quisieron oír.
“La vida de los otros” es un más que interesante drama sobre la extinta Alemania Oriental, la historia de un agente de la Stasi (los servicios de la Alemania comunista) que efectúa una vigilancia electrónica de un director de teatro, hasta ahí, incuestionable hombre del Partido, que ha caído en la mira de un jerarca deseoso de su esposa. Hauptman Gerd Wiesler se pone tras los auriculares y se empapa con la vida del dramaturgo Georg Dreyman. Empieza a conocer sus costumbres, su círculo de amigos, su vida íntima, los miedos que lo cercan. A medida que la investigación avanza, el que escucha se funde en el que vive y compara, inevitablemente, su vida gris y solitaria. De cómo la mediocridad de una dictadura, se filtra en lo cotidiano y arruina la vida personal de sus prisioneros habitantes.
Con su tiempo, su desarrollo medido, “La vida de los otros” es un registro de un tiempo. No hay ficción en la perversión de lo que fue el régimen totalitario comunista. Esa vida absolutamente anodina, ese callejón sin salida, ese gobierno de los mediocres, no fue la imaginación de un escritor, sino una pesadilla real en la tierra.
Puede achacársele a “La vida de los otros” que no tiene un guión brillante. Es correcto, se sigue con atención y proporciona buenos momentos. Para mí gusto, la hubiera hecho más claustrofóbica, le hubiera quitado personajes secundarios y hubiera centrado todo el relato en la relación entre el artista y el represor, entre el que se atreve a pensar y aquel que ha menguado por miedo a hacerlo. Hubiera dedicado más tiempo a la evolución del personaje que escucha, a su conversión a la vida del escuchado.
No obstante, “La vida de los otros” es un muy buen filme, recomendable para los seguidores del cine europeo. Destacable el rubro actoral, con la muy buena labor de Ulrich Mühe, en el papel del gris agente de la Stasi, y de Martina Gedeck, la esposa del dramaturgo, un actriz que se vende al poder, para mantener su trabajo. Apuntamos la mutación de su personaje, por momentos, una diosa sexual que se aja, gastándose en el camino.
Escenas: el interrogatorio con el que empieza la película; la charla de HGW en el bar con Christa-Maria; el interrogatorio final de HGW a Christa-Maria.
Las mejores frases, mañana.
CONSEJO: apta para seguidores del cine europeo.
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