tras los pasos del asesino

ZODÍACO

A fines de 1969, en la costa californiana, surgió un asesino serial que enloqueció a la policía norteamericana y paralizó a la población. Su nombre de batalla, Zodíaco; la búsqueda de su identidad, es el tema de esta excelente película de David Fincher, con guión de James Vanderbilt sobre la novela de uno de los protagonistas, Robert Graysmith.



“Zodíaco” no es una película sobre un asesino serial, sino sobre los hombres que intentan atraparlo. Es la obsesión que genera en los policías y periodistas que lo buscan. Hay un velo oscuro que atrapa a todo aquel que intenta meterse en la mente del asesino, descubrir las pistas que, por doquier, deja, sabiendo que no podrán atraparlo. Uno a uno, los sabuesos, van cayendo en esas trampas psicológicas que el asesino tira por el camino. Sus criptogramas enviados a los diarios, sus amenazas que suenan a bravuconadas, sus llamados telefónicos a las radios. Es tal el poder que ejerce sobre los investigadores que hay un momento que ellos dudan de su existencia. ¿No estarán ante una entelequia retroalimentada por los medios? ¿Las múltiples pistas no conformarán las marcas de un grupo de aspirantes a los quince minutos de gloria?



Con la estética de los filmes de los ’70, con el recuerdo de “Todos los hombres del Presidente”, “Zodíaco” nos hace compartir esa paranoia del cazador que sospecha que su presa se puede escapar. Las dos horas y media largas del filme, nos lleva de la nariz por ese clima de angustia y obsesión. Cada personaje se involucra personalmente con la resolución del caso; más de uno arruina su vida; todo por una respuesta que, quizás, nunca llegue.



Excelente elenco, en los que se destaca Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo y Robert Downey Jr., el terceto central. Los secundarios no desentonan (anoten a Anthony Edwards, el Dr. Greene de “ER”, a Brian Cox y a Chloë Sevigny). Buena fotografía, buenos diálogos, una película muy sólida en la que se da una clase de cómo generar misterio aunque sepamos el final (comparar con “El crimen perfecto”, como ejemplo reciente, donde al saberse el final, carece de todo interés el resto de la película).



Escenas: el primer crimen del Zodíaco; la llegada de la primera carta al diario; la visita de Robert Graysmith a la casa de un sospechoso de conocer al Zodíaco; la charla final entre Graysmith y el Inspector Toschi, en el bar, cuando le expone su teoría del asesino; la espera del llamado telefónico a la televisión, del Zodíaco; el interrogatorio, en el comedor de la fábrica, entre la policía y Arthur Leigh Allen.



Frases destacadas:

“Yo no soy el Zodíaco. Y si lo fuera… no te lo diría”; “Antes de matarte, arrojaré a tu bebé por la ventana”; “Paul, ¿estás bien?”,”No. Pero gracias por preguntar”



“Necesito saber quién es... necesito pararme ahí, verlo a los ojos y necesito saber que es él…”; “¿Tienes algún sospechoso?”, “Noventa, en una hora. Estoy arriba de 500”; “¿Sabes cómo me están llamando?”, “¿Tú quieres decir por lo de ‘retardado’?”, “Sí”, “No”.

CONSEJO: imperdible.