antiNarnia

LA BRÚJULA DORADA

Primer capítulo cinematográfico de la trilogía literaria de Phillip Pullman, “La brújula dorada” tiene todas las limitaciones de la alegoría y todos los problemas de la condensación de una historia que, seguramente, daba para una extensión a lo Peter Jackson de más de tres horas. Como metas alcanzadas (no menores) logra dar con el clima, el casting y la estética. Tal vez (como pasó con la trilogía de los “X-Men”) logre en una segunda parte, mayor vuelo poético y cinematográfico. Pero como primera entrada, no está nada mal.



“La brújula dorada” ocurre en un mundo alternativo al nuestro, donde los seres caminan con su alma al lado, encarnada en un animalito que habla. Esa figura es estable en los adultos, pero no está definida en los niños. Hay un científico Lord Asriel, tío de la protagonista, la pequeña Lyra, que ha descubierto pruebas del Polvo, una sustancia negada por el Magisterio, institución basada en la Autoridad y que intenta purgar a la sociedad de ideas demasiado independientes. Se huele conspiración a la vista, cuando Lord Asriel declara que irá al Norte, a las tierras nevadas donde reina (literalmente) los osos, para buscar el Polvo que (dice) lo conecta a otros universos parecidos al suyo (¿o al nuestro?).



Ahí Lyra toma protagonismo, cuando es llevada al Norte no por su tío, sino como asistente de la Sra. Coulter (en la figura de diosa pagana de Nicole Kidman). Para asistirla, el rector del colegio donde da clases Lord Asriel, le presta un aletiómetro, un artefacto similar a una brújula, con tres agujas que permiten certificar la verdad de lo que se diga.

A partir de allí aparecen osos, vaqueros, giptanos (todo parecido con los gitanos…), barcos voladores, palacios en la nieve, malvados, buenos y más o menos, a lo largo del viaje de Lyra que terminará descubriendo quién está secuestrando a los niños de su mundo.



La trilogía “La materia oscura” (y ahora su realización cinematográfica) ha levantado polvareda en estos días, por ser una evidente alegoría atea. Ya estamos informados que la Administración Benedicto ha recomendado no ver la película, que habla más de las cosas importantes que tiene entre manos el Vaticano que la bondad (o maldad) de esta historia. Si las “Crónicas de Narnia” de C. S. Lewis tenía evidentes paralelos cristianos, aquí no hay que ser demasiado despierto para relacionar al Magisterio con la Iglesia o la Autoridad con Dios o el Polvo con el pecado original. Hay otras correlaciones filosóficas y anagramas más o menos ocultos que recomendamos seguir en la nota de Pilar Gaspar en la “Ñ” del 15/12/07 (“Una trilogía con desafíos filosóficos”). La tesis de la trilogía es matar a Dios y esa será la responsabilidad de Lyra en los capítulos sucesivos.



Más allá del mensaje, “La brújula dorada” no termina de emocionarnos completamente. Es una sucesión de cosas que pasan una detrás de otra, sin que nos dé el tiempo necesario para identificarnos con los personajes. Tal vez, el desafío del oso Iorek Byrnison de recuperar un trono, desde los fondos de una cantina infame, sea la historia que más nos pegue y nos haga vibrar. A su lado, la aventura de Lyra pierde relevancia.

Seguramente la adaptación de la novela, responsabilidad de Chris Weitz (director del filme), tuvo que dejar muchas cosas en el camino. Se nota este abarrotamiento de personajes, circunstancias y hechos en las escasas dos horas y monedas de la película. Tal vez, como ya dijimos, hubiera necesitado cerca de tres horas para poder desarrollar y plantear todas las líneas que se abren en este primer capítulo.



El filme logra dar con la estética, un estilo inglés de principios del Siglo XX, (similar al de “Narnia”, valga la paradoja) y con el elenco. Los personajes han encontrado sus caras y sus voces (sobre todo los daimoniones, con voces reconocidas como la de Kathy Bates, Kristin Scott Thomas o la de Ian McKellen detrás del oso Byrnison o la estampa de vaquero de Sam Elliot). Se lucen en esta presencia de personajes, Daniel Craig (otro papel más para destacar del nuevo James Bond), Nicole Kidman, la siempre linda Eva Green y la protagonista, Dakota Blue Richards, elegida tras un exigente casting.



En suma, parece que Weitz tiene todos los elementos entre manos, para que esta historia cobre vuele. No le alcanzó en esta etapa, pero no por eso el filme deja de ser interesante. Vale la pena verla, aunque no sea memorable.


Escenas destacadas: las luchas de los osos; la desobediencia de Lyra a la Sra. Coulter; el encuentro de Lyra y el Iorek Byrnison; el encuentro de Lyra con Scoresby, el vaquero.



Las mejores frases:

Hay muchos universos y muchos mundos, paralelos entre sí. Mundos como el de ustedes, donde su alma se almacena en sus cuerpos. Y mundos como el mío donde nuestras almas caminan junto a nosotros en forma de espíritus animales que llamamos... daimonions.

Tantos mundos y lo único que los conecta es el Polvo. El Polvo estuvo aquí, antes que las brujas del aire, los gitanos del agua y los osos del hielo.

Sin embargo, aún queda una brújula. Y sólo una que puede manejarla.

-Sé una buena chica y haz lo que te dicen.
-Pero tú no haces lo que te dicen. Tú no le haces caso a nadie.

El Polvo no es de tu incumbencia.



Me preguntaba si podrías prestarme a Lyra. Solo por un tiempo claro.

Si podemos proteger a nuestros hijos de las corrupta influencias del Polvo antes de que maduren sus daimonions, entonces habremos salvado a toda una generación. Una que nunca cuestione nuestra Autoridad de nuevo. Se lo debemos a los jóvenes

-El Magisterio es lo que la gente necesita. Mantiene las cosas en marcha, le dice a la gente qué hacer.
-Pero usted le dijo al maestro que hace lo que se le da la gana.
-Eso es correcto, chica inteligente. Bueno, algunas personas saben que es lo mejor para ellos y otros no. Aparte, no le dicen a las personas que hacer de mala manera; los cuidan para que no corran peligros.



Una persona sabia sabe, Lyra, que hay cosas que es mejor ignorar.

-Es un reloj muy sofisticado lo que tienes ahí.
-Es solo un juguete.
-Es un juguete muy sofisticado.

Te serviré en tu campaña, hasta que muera. O hasta que tú salgas victoriosa.

-¿Donde esta su daimonion?
-No tiene un daimonion.

-Pensé que te había perdido.
-¿Por qué? Aún tenemos un contrato.



Hace mucho tiempo, nuestros ancestros cometieron un grave error. Desobedecieron a la Autoridad. Y eso fue lo que trajo el Polvo a la tierra. Desde entonces el Polvo se mantuvo secreto.

-Ella decidirá la guerra que vendrá.
-¿Guerra? No oí rumores de ninguna guerra.
-Los escucharas. También es tu guerra lo quieras o no.
-¿Sobre que será la guerra?
-Nada menos que el libre albedrío.

-Lo arreglaremos, ¿verdad?
-No podrán detenernos.

CONSEJO: para ver en cine.