4.12.07

las variantes del policial

Si bien el policial italiano les debe mucho a los modelos de enigma y negro, en Italia no es posible aplicar la fórmula según la cual habría dos momentos clave en la historia del género. En el primero, inaugurado por Edgar Allan Poe, que va de mediados del siglo XIX a los años treinta, la trama se reduce a la historia de un investigador que indaga, más por placer intelectual que por necesidad, la pista del crimen. Su objetivo es descubrir al culpable y reponer el orden allí donde se ha perdido. Este modelo se adoptó en Inglaterra, donde el policial de enigma se hace tradición con Wilkie Collins, G. K. Chesterton, Conan Doyle, Agatha Christie y P. D. James. En el segundo momento, que se desarrolla a partir de los años treinta, Dashiell Hammett, Raymond Chandler y Ross Macdonald describen básicamente la descomposición moral de la sociedad norteamericana. En Europa, este modelo llega con riquísimas variaciones hasta nuestros días: el policial narra un crimen en que ningún orden es posible. No se trata de saber quién cometió el asesinato sino por qué lo cometió. Los europeos, especialmente Georges Simenon, sustituyeron la problemática de la literatura racional de fines del siglo XIX por cuestionamientos de tipo existencial y psicológico. En las novelas de Simenon, lo que aparece es la necesidad de aclarar cuál es la verdad humana que se esconde detrás de toda violencia. Crimen y drama se entrecruzan.

“Indagación sobre la naturaleza del mal y sus consecuencias”
ALEJANDRO PATAT
(adn cultura, 24/11/07)

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