16.9.08
de vuelta al barrio
TUS SANTOS Y TUS DEMONIOS
Ésta es la historia de una vuelta y de una traición. Una descripción de la imposibilidad de toda huída y de que no importa cuan lejos corramos, llevamos el infierno con nosotros, llamas que arderán hasta que logremos conciliar una tregua con el pasado.
“Tus santos y tus demonios” es una película chiquita, con todas las trazas de los dramas del cine independiente norteamericano. Funciona por un elenco excepcional, donde brilla ese gran actor que es Robert Downey Jr., un tipo que todo lo vuelve interesante. Y una historia menor pero muy sincera, con una detallada descripción de cada personaje.
Ésta es la historia de Dito Montiel (director y guionista que adaptó su propia novela autobiográfica), un pibe que crece en el pequeño infierno que es Queens a fines de la década de los 60. Un ambiente racista, intolerante, brutal, donde la violencia se despliega como un elemento más del contexto, como los edificios destruidos, los pibes pirados, las chicas de faldas cortas manoseadas en las esquinas.
En ese ambiente, Dito se da la cabeza contra la pared, para liberarse de un padre con un sentido de negación pleno y de un grupo de amigos con trayectoria de destrucción. Dito es consciente (en edad tan temprana) que nada lo espera en Queens, que si se queda en ese barrio se destruirá, perderá todo futuro, que será uno más de los perdedores que pueblan sus calles. Pero para liberarse, deberá traicionar: a su familia, a sus amigos, a la chica que ama.
Corre Dito, corre y deja atrás lo que te sostiene. En el sol de California, se volverá un escritor y, 20 años después, regresará para convencer a su padre que debe internarse. Dos décadas para cerrar las cuentas de una ida que todavía duele y por la que todavía pena.
La estructura de “Tus santos y tus demonios” es una superposición de hechos en el presente y el pasado. Los pibes de ayer y las caricaturas de hoy, vuelven dramáticos los tonos de patetismo. Hay una mirada melancólica de lo inexorable, de los fracasos ciertos desde la cuna. El regreso del hijo pródigo ahonda esa certeza de la justificación de una traición. También de la nobleza de aquel que se quedó, consciente de la inutilidad de todo futuro.
“Tus santos…” gana en un guión fresco pero, principalmente, en un brillante elenco que aporta varias dosis superlativas de credibilidad. Hace tiempo que no vemos un filme con personajes que hayan alcanzado tanta dimensión que logren despegarse de la pantalla y sentirlos vivos, cercanos, a nuestro lado.
El puntal principal es Robert Downey Jr. (el Dito adulto que regresa), un actor delicioso, sólo detenido por la adicción que parece (afortunadamente) haber dejado atrás. Ha enhebrado unos cuantos papeles contundentes en los últimos tiempos, desde el “Iron Man” memorable. Es una buena noticia que esté entero y que puede proporcionar todo el talento que le conocimos desde “Chaplín” y que ratificó en esa temporada de “Ally McBeal” que salvó una serie que se deshizo, como un castillo de naipes, un año después.
Otras gemas del elenco: Chazz Palminteri, Dianne West y los breves pero decisivos parlamentos de Rosario Dawson. Y en el elenco joven se destaca, Shia LaBeouf (el chico de “Transformers”) y, muy especialmente, la brillante actuación de Channing Tatum.
Escenas destacadas: la charla de Dito y su madre, tras su regreso; la pelea con el padre, antes de irse de Queens; la escena del andén del tren; el reencuentro de Dito con Laurie asomada en la ventana.
Las mejores frases, mañana.
CONSEJO: puede esperarse al DVD, pero agendar.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario