18.4.09

siguiendo el paso

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RUMBA

Absolutamente deliciosa, poética, absurda, experimental, “Rumba” es una de las películas más interesantes que asoman en la pantalla local. Del mismo, es una película de recomendación restringida a un público más cercano al cine arte que al pochoclo. Paradójicamente, sospecho que quiénes se divertirán y mucho con este estilo de humor pavo pero espontáneo, serán los más chicos. Paradojas de quiénes se acercan al hecho artístico sin preconceptos arbitrariamente establecidos, con la inocencia de la primera vez.

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“Rumba” es la historia de Dom y Fiona, una pareja de maestros que se aman entre sí que deliran por bailar rumba. Pero la vida les cambia el mazo cuando, regresando triunfadores de un concurso de baile, sufren un accidente automovilístico. Fiona pierde una pierna; Dom, queda amnésico. El romance perfecto que vivía la pareja, afronta un terremoto de escala épica. En sucesión, pierden el trabajo, la casa y hasta se pierden ellos mismos. ¿Quién puede soportar tantas y tamañas adversidades? Solamente aquellos que se aman.

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Lector, si de la breve sinopsis anterior, te llevas la impresión de que “Rumba” es una película dramática, acabas de cometer un grave error. “Rumba” es una comedia al estilo del cine mudo, con muchos gags físicos que provocan la risa franca. El caos de la pareja se traduce en una sucesión de cuadros humorísticos. Una pierna postiza que se incendia es una invitación a la carcajada.

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Si el planteo de “Rumba” es ingenioso y arriesgado, superlativo es la participación del elenco, Dominique Abel, Fiona Gordon y Philippe Martz (el suicida en discordia). El despliegue físico de los protagonistas es admirable. El gag de Fiona cayéndose con las muletas en su regreso al trabajo, es una clase de actuación de Fiona Gordon cuyos movimientos merecen seguirse de cerca. Con una pierna doblada, nos da la impresión de que le falta una pierna. Notable.

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Otro punto fuerte es la fotografía y el diseño de arte, un toque kitsch, con onda retro que suma para descargar al relato de toda impronta trágica.

Escenas destacadas: el incendio de la casa (el gag de la pierna quemada); el poético baile de las sombras; el encuentro final de los protagonistas; el gag de los “tres huevos”; la presentación de personajes.

CONSEJO: ir a verla. Público achanchado, abstenerse.

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