5.5.09

conozco la canción: los mareados

¿Cómo se compone un clásico? A veces, una iluminación fugaz, un instantáneo rayo de inspiración en la tormenta. Otras, un lento y tortuoso camino hacia la excelencia, con aportes insospechados.

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Si hay un título que es un sinónimo de tango, es “Los mareados”, uno de los picos más elevados de nuestra música. Aquí, una versión que reúne a Troilo, Francini, Grela, Salgan y Kicho Díaz en contrabajo, en un homenaje radial de 1958 a Juan Carlos Cobián, el autor de la música:



“Los mareados” empezó como un tema instrumental creado por Cobián con el nombre de “Clarita”. El 4 de mayo de 1922, en el Teatro Porteño, se estrenó una mutación del original “Clarita”, llamado “Los dopados”, por el nombre de la obra teatral que la incluía. Esta versión agregaba a la música de Cobián, la letra de Raúl Doblas y Alberto Weisbach. La letra y una versión de Vanina Tagini puede consultarse en:

http://www.todotango.com/spanish/las_obras/letra.aspx?idletra=2341

Un par de versiones de “Los dopados” fueron grabadas, pero nos interesa una en especial, la de Osvaldo Fresedo, de mayo de 1922. No porque este tema haya trascendido. De hecho, cayó en el olvido hasta que, veinte años después, Aníbal Troilo exhumó esa grabación de Fresedo y se la hizo escuchar a Enrique Cadícamo.

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Troilo desconocía que ese tango tenía letra, por eso le propuso a Cadícamo escribir una para la música de Cobián. El maestro Cadícamo presentó reparos porque dudaba de cómo lo tomaría su amigo Cobián, entonces de viaje en Estados Unidos.

Primó el convencimiento de que el nuevo tango (“Los mareados”, por supuesto), sería un éxito que Cobián sabría perdonar. Efectivamente, con los arreglos de Troilo, “Los mareados” se estrenó en 1942, en el cabaret “Tibidabo”.

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Pero estaba visto que el camino de “Los mareados” a la gloria no sería sencillo. Un año después, el tema fue prohibido por el gobierno militar del '43 que había iniciado una memorable (por lo estúpida) campaña de depuración del idioma y de la moralidad en la música popular.

(Esa misma campaña provocó chistes de la clase de que el tango “Guardia Vieja” sería reemplazado por el título “¡Cuidado, mamá!” o que “Cambalache” pasaría a llamarse “Compra y venta de artículos usados”).

La censura obligó a varios autores a reescribir versiones depuradas de sus originales prohibidos. Para este caso, a disgusto, Cadícamo creó “En mi pasado”.

La absurda censura se levantó cuando Perón ya llevaba casi cuatro años en el poder, cuando el General recibió a los músicos y poetas (citemos algunos: Manzi, Canaro, Troilo, Charlo, Cadícamo, Razzano, entre otros notables) que habían pedido una entrevista personal con el Presidente. El General los recibió con una pregunta que, tácitamente, daba fin a la censura de la música popular: “¿Cómo está, don Alberto (Vacarezza)? ¿Es cierto que lo afanaron en el bondi?”.

Ahora sí, a “Los mareados” el futuro le reservaba un merecidísimo lugar destacado dentro de las grandes cimas del tango.

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Pero investigaciones posteriores, permitirían encontrarle una vuelta de tuerca a este tema, con la aparición de coincidencias temáticas que nos llevan hacia Géraldy, un poco célebre poeta francés.

Paul Géraldy había nacido en París en 1885, con el nombre de Paul Lefèvre. De su obra, se destacó la repercusión alcanzada por su libro de poemas “Tú y yo”, una serie de versos inspirados por su gran amor, la cantante lírica Germaine Lubin. (Atención espíritus románticos: se casaron y se divorciaron, cuando ella tuvo un affaire con el Mariscal Pétain; los cargos de colaboracionistas, luego de la guerra, troncharon su carrera artística).

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Entre los poemas con los que apuntaba al corazón de su dama, llama la atención una línea del poema “Finale”:
Ainsi, dèjá, tu vas entrer dans mon passe

Cuya traducción sería, más o menos, algo así, como:
Así, tú vas a entrar en mi pasado

El investigador tanguero Ricardo Ostuni fue el descubridor de este antecedente del mítico “Vas a entrar en mi pasado”. Y no es la única “coincidencia” entre los versos de Cadícamo y Géraldy. Varias líneas de “Rubí” o “Por la vuelta” evocan a Géraldy y ratifican que Cadícamo fue un fiel lector del poeta francés. El artículo de Fernando Sorrentino, citado en las fuentes de esta nota, compara frases como “afuera es noche y llueve tanto”, “por senda aparte iremos” o “ya te he devuelto tus cartas, tus retratos” con los originales de los versos de Géraldy.

Sea “homenaje” o involuntario plagio, lo cierto es que Cadícamo transformó esa materia prima en algo superior, cosa que suelen hacer los grandes poetas. Notablemente, ambos autores fueron longevos, casi centenarios: Cadícamo murió en 1999, a los 99 años; Geraldy, en 1983, a punto de cumplir 98 años.

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FUENTES:

http://www.todotango.com/spanish/biblioteca/cronicas/los_mareados.asp

http://es.wikipedia.org/wiki/Los_mareados

http://poemasenfrances.blogspot.com/2005_10_01_poemasenfrances_archive.html#1169270660337703725

Los dos artículos de Fernando Sorrentino para "El trujamán":

http://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/marzo_05/02032005.htm

http://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/marzo_05/29032005.htm

VIDEOS:

Versión de Mercedes Sosa y Roberto Goyeneche para el disco “Gestos de amor” con un épico diálogo de la Negra y el Polaco en la última grabación de estudio de Goyeneche:



Otra versión de Mercedes Sosa en vivo:



La versión de Adriana Varela:



Una versión de Charly García en Montevideo, en 1987, con reto de Charly al público:



Esta versión es de Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale:




Dos hermanos y un tema. La versión de Andrés Calamaro:



y la versión de Javier Calamaro:



“Con la murga en el alma”, en una versión murguera:



Una versión de lujo en el Teatro Colón, en 1996, la voz de Fito Paéz y al piano Gerardo Gandini:



Por último, un solo de bandoneón de Walter Ríos, notable interpretación:

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