alta hipocresía

EASY VIRTUE
data: http://www.imdb.com/title/tt0808244/

Ésta es otra de las muy buenas películas que, extrañamente, sortearon las pantallas comerciales y fueron directamente a DVD. Resulta raro el criterio de los distribuidores locales porque estamos acostumbrados a ver cada obrita de terror y luego vemos que pasan de largo películas como “La boda de Raquel”, “Departures” o esta interesante comedia dramática.



Versión de una obra teatral de Noel Coward (cuenta con otra versión de 1927 del gran Alfred Hitchcock), “Easy virtue” es una de esas ácidas comedias británicas donde los personajes hablan con cruel ironía y replican con mucho ingenio, dejando al descubierto los tics de una clase social que está llegando a su ocaso sin darse cuenta.



La excusa argumental de “Easy virtue” es la llegada de Larita, una madura viuda norteamericana, que se ha casado con el joven, ingenuo, heredero de una acomodada y tradicional familia británica en decadencia. Larita es una mujer de los nuevos tiempos: fuma, corre coches de carreras, es liberal y desprejuiciada. Suficiente para colisionar con Mrs. Whittaker, la matrona de la casa, con un propósito muy claro: lograr el divorcio de su hijo. Completan el cuadro dos hijas fracasadas y un marido desganado, ferozmente ácido en sus comentarios.

La trama tiene un estilo ligero, los personajes se castigan con mucha clase e ingenio, pero detrás se adivinan viejos resentimientos, duras frustraciones, muchos miedos y desilusiones. Todo, eso, con el estilo very british de no demostración de las penas particulares por una cuestión de pudor.



Lo que empieza como una comedia, con muchas escenas risueñas, termina como un agrio drama final. El último enfrentamiento entre Larita y Mrs. Whittaker demuestra los recursos de la hipocresía. Triunfante, Mrs. Whittaker desciende al peldaño más bajo de la derrota: ha inmolado su vida, la de sus hijos, la de su esposo, en una telaraña de la que ya no puede escapar. En ese auto se van los que se salvan: dejan todo atrás, se marchan con lo puesto. La posesión familiar en un agujero negro que se ha deglutido la vida de sus moradores.

Del muy buen elenco, nos quedamos con los parlamentos de Colin Firth, la belleza de Jessica Biel y la clase de Kristin Scott Thomas. Si nos dan a elegir una escena, nos quedamos con ese monólogo de Colin Firth ante Jessica Biel, revelando la razón de su desencanto por la vida, tras su experiencia en la Primera Guerra Mundial.



Un apunte particular para la muy buena banda de sonido. Los temas fueron interpretados por la Easy Virtue Orchestra, una banda especialmente formada para la película, con la intervención del director Stephan Elliot (el mismo de “Priscilla, la Reina del Desierto”) y de los actores. Las letras de muchas de las canciones del filme, pertenecen al propio Noel Coward. Recomendamos, en especial, el tema de los títulos finales, donde hay una pequeña participación del propio Colin Firth.