En uno de los posts de nuestro weblog “Invasiones Inglesas” comentamos la topografía de la ciudad que encontraron los ingleses en sus intentos de invasión. Vale transcribir la somera descripción que hicimos en ese momento:
Trazada en damero, manzanas cuadradas de veredas anchas, la parte edificada de la ciudad se agrupaba en un sector triangular, con base en el río, al este, limitada por la actual calle Chile al sur y la actual calle Córdoba al norte, con vértice en la intersección de las actuales Rivadavia y Libertad. Dos pequeños arroyos, intransitables en época de lluvia, conformaban los límites de la Buenos Aires colonial. Al sur, por Chile, el Zanjón de Vera (también llamado "del Hospital" porque discurría al costado del hospital de los padres betlemitas, en la calle Defensa y Venezuela; al norte, el Zanjón de Matorral... (http://invasionesinglesas.blogspot.com/2006/05/domingo-16051806-retrato-de-una-ciudad.html)La Buenos Aires del virreinato estaba encajada entre esos dos arroyos que (junto con el Manso) conformaban los desagües naturales de la ciudad. Mientras el límite norte, el Zanjón de Matorras está oculto debajo de la actual calle Tres Sargentos, algo ha quedado del Zanjón de Vera o del Hospital o también llamado, de Granados (por una familia de la zona célebre por sus pastelitos) y éste es el motivo de este post, comentar nuestra visita a El Zanjón, en Defensa al 700.
En Defensa 755 existía un conventillo, en el inmueble de la familia Miguens que residió en ese lugar desde 1830 hasta la fiebre amarilla de 1871. A principios del siglo pasado, se levantaba en el lugar el mencionado conventillo con galerías comerciales, edificio de viviendas abandonado en 1974. El lugar se había transformado en un basural, hasta que en los ’90 un grupo inversor extranjero compró el lugar para montar un restaurante.
Los propietarios se encontraron con la sorpresa que, tras las montañas de basura, el lugar presentaba derrumbes de los pisos, permitiendo ver túneles y otras construcciones subterráneas tales como pozos de aguas y cisternas. Por lo que reconvirtieron el proyecto, abandonaron la idea del restaurante y transformaron el inmueble en un sitio de preservación histórica. Eso es hoy “El Zanjón”, un lugar en el que por una entrada de $20 se pueden visitar las estructuras preservadas del antiguo conventillo y descender a los túneles recuperados, fundamentalmente el correspondiente al entubamiento del Zanjón de Granados.
Recomendamos hacer la visita en un día de semana porque los domingos, dada la afluencia del público (la gran mayoría, turistas), se acorta el recorrido a media hora y se limitan los lugares que se puede visitar.
La data del lugar se puede leer en:
http://www.elzanjon.com.ar/
De nuestra recorrida, hay fotos en el siguiente álbum personal en Facebook:
http://www.facebook.com/album.php?aid=183824&id=163209071420&l=3724285dfc
Y un par de enlaces interesantes.
Una nota en “Clarín” comentando sobre el Zanjón:
http://www.clarin.com/suplementos/viajes/2005/06/19/v-02701.htm
Otra en el sitio “En San Telmo y sus alrededores”:
http://www.ensantelmo.com/Historia/Historia/En%20este%20lugar/pasado_de_santelmo.htm
Y una excelente monografía de Carlos Horacio Bruzera:
http://www.tyhturismo.com/data/noticias/colaboraciones/bruzera/tercerosyhuecos.htm
Fuente: http://invasionesinglesas.blogspot.com
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1 comentario:
Bolches yarboclos pa todos.
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