28.6.10

el equipo Jekyll & Hyde

Aceptémoslo: va a ser difícil, en una semana, tener un equipo. Argentina es esta expresión ciclotímica, un equipo Jekyll & Hyde: asusta a los rivales cuando ataca y aterroriza a los simpatizantes propios cuando defiende. Ésas son sus virtudes y flaquezas. Hasta aquí, con rivales de menor nivel, las primeras compensaron las últimas. El próximo, Alemania, es el primer rival serio, con chapa de candidato, con el que se va a enfrentar. Y eso obliga a pensar muy cuidadosamente la táctica a elegir para el partido del sábado.

Alemania mostró un equipo joven y ofensivo, de buena técnica, que se defiende con la pelota, con una gran circulación y movimiento de jugadores en ataque. Como contracara, la defensa muestra flancos y no tiene gran fortaleza en los centros. Sabedor de su debilidad, no rifa la pelota, la cuida. Se defiende con ella, mientras busca con precisión el ataque.

A la inversa, Argentina muestra muchos baches en defensa pero cuando tiene la pelota no la cuida, no se asocia. Tévez juega su partido aparte de Messi. Ése es un punto débil. En los pocos momentos que los de adelante se asocian y tiran un par de paredes, generan una situación de gol. Pero pasan largos minutos a los pelotazos, en encontronazos individuales.

No obstante, la contundencia es la clave del poderío argentino. No hay otro equipo en el Mundial que, con tan poco, genere tantas situaciones. Aún cuando tácticamente se vea superado y esté sufriendo el partido, Argentina pega un par de cachetazos y se hacen sentir en el arco de enfrente. Esa es su mayor y notable virtud, una ventaja que la potencia sobre sus (evidentes) errores.

¿Cómo jugarle a Alemania? Hay dos posibilidades: trabar en el medio, ensuciar el partido, quitarle ritmo a Alemania y tratar de definir con velocidad las dos o tres oportunidades que se presenten. Otra, intercambiar ataque por ataque y hacer uno de esos partidos memorables que dejan a los hinchas con el corazón en la boca.

Si Argentina estuviera más trabajado, con una defensa más estable, la primera oportunidad sería, seguramente, la elección más racional. Jugar al ritmo que le conviene a Argentina, quitarle las mayores virtudes al rival y pegar con precisión cuando se presenten las oportunidades.

Pero esta Argentina es un equipo en formación y, en una semana, será muy raro corregir las debilidades que se ven desde antes del Mundial. No se puede estar seguro en detener a un conjunto tan creativo como el alemán, cuando no se confía en la propia línea de cuatro. Entonces, queda una sola alternativa: el partido heroico, el del intercambio ataque por ataque con Alemania. Sin despreciar los centros, uno de los puntos débiles de este equipo. Hay un punto no menor: la juventud del conjunto alemán. En el momento de la verdad, la presión puede ser otro factor a favor del seleccionado argentino.

Durante esta semana habrá cientos de análisis dando vueltas, dentro y fuera del campamento argentino. Estas especulaciones previas forman parte del (verdadero) folklore del fútbol. Especulaciones y predicciones que serán reemplazadas por otras… diez minutos de terminado el partido.

El sábado a la tarde, hablamos…

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