frases de “La última estación”

Su pulso es de mi responsabilidad.

A veces estornudo cuando me pongo nervioso.

-Él dice que usted dice que todos los las religiones del mundo comparten verdades comunes. Es muy emocionante.
-No, una verdad. Un principio común que las agrupe. ¿Y puedes adivinar cuál es? El amor. El amor. Simple.

-La propiedad privada es la raíz del problema. Deberíamos estar regalando nuestra tierra.
-¡Dios! ¿Dar? ¿A quién?

-Quiero decir… todos ustedes piensan que es Cristo, ¿no? Se cree que es Cristo…
-Yo no soy...
-No creo que Lev Nikoláievich sea Cristo. Cristo es Cristo. Pero...
-Pero, ¿qué?
-Creo que es uno de los profetas.

Tengo que sentarme aquí y escuchar esta charla de amor y de Dios y la igualdad... sabiendo todo el tiempo… muy bien... que lo que el Conde considera generosidad es regalar todo lo que poseemos…

¿Sabes que rehizo la “Guerra y Paz” en seis ocasiones? Seis veces. Podía entender sus intenciones también. Así que cada tarde, tomábamos el té y nos gustaba discutir los cambios. Y yo le decía: "Natasha no hablaría con el príncipe Andrei así. Ninguna mujer lo haría". O: “Pierre es demasiado sencillo aquí. No es un idiota". Ya sabes, cosas así. Pero yo ya no cuento para él…

-Tuve un sueño anoche, sobre una chica que conocí en la guerra.
-¿Una niña que murió?
-No, no, no. Sólo una chica. Tuve relaciones sexuales con ella. A veces, lo hicimos dos veces al día.
-Dios los bendiga.
-Nunca he olvidado nuestro tiempo juntos. Las posiciones de nuestros cuerpos. Y el gusto de ella. Fue hace mucho tiempo.
-De verdad… no debe torturarse.
-¿Tortura? ¿Usted es virgen, no?
-Bueno, yo trato de ser… Quiero decir… yo trato de ser...
-¿Para qué? ¿Para ser un buen tolstoiano? Permítame asegurarles que no soy un buen tolstoiano. Usted debe pensar dos veces antes de pedir mi consejo sobre cualquier cosa. ¡“Torturarse”! ¡Ja!

-Violetas.
-Precisamente. Violetas.
-Su perfume se hace más fuerte cuando el sol se pone.

¡No necesitas un marido! ¡Necesita un coro griego!



-Él es mucho mejor tolstoiano que yo.
-Ése no es el mensaje que queremos enviar.

Esto es lo que soy. Esto es con lo que te casaste. Podemos estar más viejos…
tal vez, estemos viejos... pero sigo siendo tu pollito.

-Fue difícil frente a los otros...
-¿No era difícil en tu cama, Cuando era sólo tú y yo delante de Dios?
-No estoy seguro de que estuviera consciente de Dios.
-¿Así que te hice olvidar a Dios?
-No. ¡Nunca! Sí. Sólo por un momento.

-Me encanta un romance.
-Eso es... No es nada. En realidad, no es nada.
-¿Una joven mujer en su vida no es nada? Masha es una amiga.
-¿Una amante?
-Una muy... muy buena amiga…
-Vea se le olvida que soy una lectora experimentada. Así que puedo leer tu cara. Cada letra. Es maravillosamente clara.
-¿En serio?
-¿La quieres?
-Creo que tal vez… yo… Sí.
-No es algo que entiendan los discípulos de mi marido. Nunca he entendido una palabra de lo que han escrito. ¿Qué saben ellos sobre el amor?

-¡Masha! ¡En mi corazón he cometido, muchas veces, el acto de copulación! Por favor. Sé que nunca fue como cuando fue con usted.
-Te espero, entonces…

El amor y ser amado. Esa es la única realidad que hay en el mundo.



Te miro a los ojos y puedo ver el futuro.

¡Si yo tuviera una mujer como usted, ya me hubiera volado los sesos! O ido a América.

Se trata de una mujer que ha sido abandonada por el hombre que ama. Todo el mundo considera que muy emocionante... en la ópera.

Yo soy el trabajo de su vida. Y es usted es el trabajo de la mía. Eso es lo que es el amor.

Quiero decir, ¿no es de lo qué se trata? ¿La libertad y el amor?

Soy un conspirador. Nada más.



Nunca he conocido la humanidad. Sólo he conocido hombres o mujeres.

Esta vida está detrás de mí ahora.


Se ve tan pequeño.

Ella vendrá. No sé cuando va a venir. Pero va a venir. Ya lo sé.

-Una muerte sencilla, noble... Es lo que queremos.
-No. Lo que usted quiere es crear un icono. Y quieres que la gente se arrodille delante de la imagen que usted creó. Pero él no quiere eso. Nunca lo ha querido.