libreta chatarra: robert mapplethorpe

En el MALBA se presenta una de esas exposiciones imperdibles, “Eros and Order”, una retrospectiva del fotógrafo norteamericano Robert Mapplethorpe. Hasta el 2 de agosto se puede apreciar las obras de este artista, fallecido en 1989, maestro del blanco y negro, rotulado como transgresor. Una recorrida por la exposición alcanza para descalificar tal rótulo facilista sobre su obra.

Para tentarlos a visitar la muestra, una picadita de sus frases, salpicada con sus obras.

Belleza y maldad son la misma cosa.

¿Felicidad? No. Eso no es para mí.

Siempre pensé que era bueno. Lo frustrante es cuando otra gente no está de acuerdo.

Estoy obsesionado con la belleza. Quiero que todo sea perfecto y, por supuesto, no lo es. Eso ocupa un lugar importante de mi pensamiento, por lo que nunca estoy satisfecho.

Soy egoísta pero es un atributo que tienen todos los artistas.

Hazlo por Satanás
(frase con la que arengaba a sus modelos en su serie de poses sadomasoquistas)

Me convertí en el héroe de Londres. Vinieron a conocer muchos provenientes de esas familias verdaderamente decadentes, hombres casados que eran gays y no pensaron hacer nada al respecto.

No necesito a nadie que me ayude. Necesito a alguien con el que realmente pueda comunicarme.

No creo en los dogmas y teologías. Sólo en ser una buena persona.

No sé porque mis fotografías lucen tan bien. Simplemente, no lo entiendo.

Sólo espero vivir lo suficiente para ser famoso.

Jugué alrededor de las flores y las luces. Fue una buena manera de autoeducarme.

Veo las cosas como nunca nadie las vio. El arte es una declaración exacta de la época en que fue hecha.

Debería tratar de dormir algo porque no se sabe lo que el mañana trae.

Entré en la fotografía porque me parecía que era el vehículo perfecto para comentar sobre la locura de la existencia actual.

Sólo trato vivir mi vida y hacer lo mío.

Nunca hubiera hecho lo que hice si hubiera considerado a mi padre como una persona a quien quería complacer.

Estoy buscando lo inesperado. Estoy buscando cosas que no he visto antes.

No soy un fotoperiodista.

Nunca he mentido, creo que viví una vida moral.

Demasiados fotógrafos usan la cámara para evitar participar de las cosas. Se convierten en observadores profesionales.

Si tengo que cambiar mi estilo de vida, no quiero vivir.

Mi padre quiere que sea como mi hermano. Pero no puedo serlo.

Mi estilo de vida es bizarro, pero lo único que necesita saber es dónde está el cuarto oscuro.

Mi teoría sobre la creatividad es que, cuanto más dinero tengás, más creativo puedes ser.

La gente no tiene tiempo para esperar que alguien pinte sus retratos. El dinero está en la fotografía.

Vender flores públicas, cosas que puedan colgar sin problemas de sus paredes sin ponerse tensos.

Cuanto más fotos veas, mejor serás como fotógrafo.

Este SIDA es bastante aterrador. Deseo no entenderlo.

Cuanto más grande la foto, más poderosa.

Cuando tengo sexo con alguien, me olvidó de quién soy. Por un momento, se me olvida que soy humano. Igual que cuando estoy tras la cámara. Olvido que existo.

Cuando trabajo, en mi arte, sostengo la mano de Dios.

Cada vez que haces el amor con alguien participan tres personas: usted, la otra persona y el Diablo.

Se trate de una orgía o una fiesta, yo sé cómo hacerlo.

Era un muchacho católico, iba a la iglesia todos los domingos. Una iglesia tiene cierta magia y misterio para un niño. Se puede ver cómo se arreglan las cosas. Siempre pequeños altares.