30.8.10
un personaje
MILLENIUM: LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES / LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA / LA REINA EN EL PALACIO DE LAS CORRIENTES DE AIRE
data: http://www.imdb.com/title/tt1132620/ / http://www.imdb.com/title/tt1216487/ / http://www.imdb.com/title/tt1343097/
Se conocieron (conocerán) al hilo, la adaptación cinematográfica sueca de la novela del momento, la saga “Millenium” de Stieg Larsson. Reconozco no encontrarme entre los fanáticos del libro, por motivos básicos de fiaca (de enfrentarme a los tres tomitos de mil y pico de páginas). Aquellos que los han leído (devorado) aseguran que es un novelón de aquellos y que, más allá del policial, se destaca el contexto, el submundo del poder en la sociedad sueca.
Bien, tal vez ahí está el problema. Las tres películas (la primera dirigida por Niels Arden Opley; las otras dos por Daniel Alfredson) deben, necesariamente, dejar de lado todo el contexto generosamente descripto por Larsson. Y se quedan con el hueso, el policial. Que, como policial, es superficial. Precisemos: el nivel de intriga es casi nulo; la violencia nada excepcional, al grado de una película de telefilme norteamericana; la originalidad, escasa.
De no ser por un personaje, la trilogía cinematográfica “Millenium” es absolutamente desechable. En especial, sus últimos dos capítulos, en los que las fallas se vuelven notables hasta bordear el ridículo. (Ejemplos: personajes acuchillados que se arrastran para vengarse; otros que esquivan balas; procesos judiciales de lo más pavos).
Si “Millenium” merece una visión (una sola, no más) es, totalmente, por su personaje central, Lisbeth Salander y por la monumental actuación de Noomi Rapace que se carga el personaje al hombro y sostiene la película por sí sola. Michael Nyqvist acompaña más que correctamente, pero EL personaje (el único personaje) es la dupla Salander / Rapace.
En estos días se está definiendo quién será la protagonista de la versión norteamericana que acompañará a Daniel “Bond” Craig. Rooney Mara parece la elegida y, sinceramente, la va a tener que remar y mucho para llegar, no digo a empardarle, sino rozarle los talones de lo que hace Rapace en esta versión.
Posiblemente, lo de Salander / Rapace se destaque más por lo pobre que es el contexto. Sin Salander (sin Rapace), “Millenium” es una de esas películas que vegetan en los anaqueles del videoclub (¡antiguo!) o, lo que es lo mismo, merecedora de un subsidio del INCAA.
En suma: una adaptación que deja desconformes a fanáticos, neutrales y enemigos.
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